El miedo es uno de los sentimientos más primitivos del ser humano, ha perdurado como arma de dominación.
Nos construimos en base a los límites del otro, a los deseos del otro, a la proyección que hace ese otro sobre nosotros.
Se anuncia una frase diciendo “valiente no es el que no siente miedo, sino el que vence ese
terror”; y me pregunto ¿Qué perdemos con probar?
¿Por qué siempre nos caducan esas ganas inmensas de soñar?
¿Por qué siempre nos persigue ese fantasma de la frustración y la mirada de ese otro sobre eso?
Debemos creer en nosotrxs mismxs, siempre. Y si tropezamos ¿Cuál es? Te sacudís, te
acomodas el peinado, miras hacia adelante y volves a intentar. Si! Lo volves a intentar.
Una y otra vez. La cantidad de veces que sean necesarias. Porque en este camino que vamos construyendo aprendemos y desaprendemos dinámicamente.
Debemos dejar el temor a un lado. Debemos ser protagonistas de nuestra historia. Aferrarnos a esos referentes que nos inspiren a ser mejores siempre!. Debemos concebir sentimientos de confianza, seguridad, esperanza.
Porque la evolución es personal y colectiva.
Nunca te convenzas de que vos no podes…porque Si podes!.
Equivócate y reite a carcajadas; porque eso se llama experiencia, porque de esa teoría podes ser referente para otros y eso es valioso.
Que el miedo no sea un obstáculo sino que sea el envión para romper con todas esas paredes que parecen inquebrantables.
Sos valiente, sos maravillosx, sos fuerte, sos real.
Que pensar y sentir sean libres…sin ataduras.
Todos los sueños se pueden realizar si tenemos el coraje de perseguirlos.
“Yo no sueño de noche. Yo sueño todos los días para vivir” Steven Spielberg.