La interseccionalidad es una herramienta y un marco teórico creado para explorar las dinámicas de opresión entre identidades que coexisten. Por ejemplo: mujer de clase alta, de raza negra, lesbiana y, así mismo, los sistemas de opresión (machismo, racismo, homofobia) que se conectan en estas. También me gusta explicar el fenómeno que busca abordar el término dibujando una autopista grande que es atravesada por varias calles. La autopista es el sujeto y las calles son las características que le atraviesan.
Este es un término acuñado por Kimberlé Crenshaw, académica estadounidense especialista en el campo de la teoría de la raza y género. Es profesora de la Facultad de Derecho en la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad de Columbia. La interseccionalidad fue planteado por ella como forma de cuestionamiento hacia el movimiento feminista que lucha, en muchas ocasiones, por un grupo homogéneo que posiciona las estructuras de poder.
Audre Lorde, escritora afroamericana, feminista y lesbiana, afirmaba que para que existan movimientos feministas que aborden la raíz de todas las desigualdades “no puede haber jerarquías de opresión”.
Kimberlé Crenshaw hizo una Ted Talk en octubre del 2016 que se titula “La urgencia de la interseccionalidad”. “Ahora más que nunca” dice la descripción de la charla, “es importante mirar con audacia la realidad de la raza y el sesgo de género, y entender cómo los dos se pueden combinar para crear aún más daño”.
Si analizamos la perspectiva de la interseccionalidad desde la cotidianidad podríamos asegurar que es algo que evidenciamos todos los días. Eso es cierto (a pesar de que muchas veces no somos conscientes). Sin embargo, no va más allá y no abarca aspectos fundamentales como, por ejemplo, las leyes o los movimientos sociales.
“Aunque el racismo y el sexismo se entrecruzan fácilmente en la vida de las personas reales” afirma Crenshaw, “rara vez lo hacen en las prácticas feministas y antirracistas. Y así, cuando las prácticas exponen la identidad como mujer o persona racializada como una posición de uno u otro, relegan la identidad de las mujeres racializadas a un lugar que se resiste a decir”.
Movimiento sociales y luchas políticas
Como consecuencia de su identidad múltiple, las mujeres negras en Estados Unidos experimentaban tanto la discriminación de género como la racial. Sin embargo, dentro de los movimientos feministas y antirracistas no se trabaja de manera conjunta la manera en que el racismo y la violencia de género estaban interrelacionadas.
Por esta razón, las luchas impulsada por estos movimientos privilegiaban la experiencia de los hombres negros en la lucha racial y la experiencia de las mujeres blancas en el feminismo.
Una de las mujeres que empezó a denunciar la falta de una perspectiva que pudiera ver interjuego de distintos ejes de opresión y cómo esto afectaba la visibilidad de muchas personas marginalizadas dentro esto movimientos fue Audre Lorde:
“Si la teoría feminista estadounidense no necesita explicar las diferencias que hay entre nosotras, ni las resultantes diferencias en nuestra opresión, entonces ¿cómo explicáis el hecho de que las mujeres que os limpian la casa y cuidan a vuestros hijos mientras vosotras asistís a congresos sobre teoría feminista sean, en su mayoría, mujeres pobres y mujeres de color? ¿Qué teoría respalda el feminismo racista?”
Así fue que se empezó a pensar cómo los distintos niveles de injusticia social como la raza, la clase y el género necesitaban ser pensados conjuntamente para acabar con la injusticia social.
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Derechos y Justicia social
La interseccionalidad parte de la idea de que las personas viven identidades múltiples que las exponen a distintas y diversas formas de opresión. El modo en las sociedades margina y oprime a las personas es producto de relaciones sociales constituidas a lo largo de la historia.
En este sentido, la discriminación afecta a las personas de diferentes modos dependiendo del lugar que ocupan en la sociedad, pero no es un exclusivo a un solo eje de opresión.
Algunas académicas y activistas feministas empiezan a señalar que lo que tenemos en común respecto al género ignora cómo la raza y la clase social también afecta el acceso a derechos y el logro de la justicia de género.
Una de las exponentes más influyentes de la teoría de la interseccionalidad para pensar las legislaciones antidiscriminatorias es la abogada Kimberle Crenshaw:
“Mi objetivo era ilustrar cómo muchas de las experiencias a las que se enfrentan las mujeres Negras no están delimitadas por los márgenes tradicionales de la discriminación racial o de género, tal y cómo se comprenden actualmente, y que la intersección del racismo y del sexismo en las vidas de las mujeres Negras afectan sus vidas de maneras que no se pueden entender del todo mirando por separado las dimensiones de raza o género”
En su tedtalk, además, señala algo fundamental respecto de los marcos de análisis para abordar las injusticias, ella señala que no contar con conceptos que puedan identificar los problemas afecta su resolución. Si no tenemos cómo llamar a las cosas difícilmente podremos solucionarlas.
La teoría de la interseccionalidad ha cambiado el modo en que se piensa el poder, la opresión social y la violencia que viven las personas. Influyendo no solo el modo en que se piensan legislaciones, sino también luchas sociales. Ya que no se trata de sumar opresiones a la lista de los tipos de discriminaciones que existen, sino de entender la interdependencia y reproducción de los distintos ámbitos de desigualdades.
Esto ha posibilitado la posibilidad de alianzas entre distintos actores sociales y la construcción de distintas estrategias políticas para lograr la justicia social.
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El peligro de la Historia Única
El hecho de que las personas no sean conscientes, en muchas ocasiones, de que cuando las personas están paradas en un camino que tiene múltiples formas de exclusión son o serán golpeados por varios lados, es porque siempre nos han enseñado una única historia, incluso, una única forma de discriminación en muchos casos.
Es por esto que creo que es necesario cerrar con otra famosa charla de Ted Talk que todes deberíamos ver al menos una vez en la vida. Chimamanda Adichie es nigeriana, feminista, escritora y dramaturga. En Junio del 2009 hizo parte de Ted con su charla titulada “El peligro de la Historia Única”.
“Nuestras vidas, nuestras culturas, están hechas de muchas historias interrelacionadas. La novelista Chimamanda Adichie cuenta cómo encontró su voz cultural auténtica y advierte que si solo escuchamos una historia sobre una persona o un país, corremos el riesgo de caer en una incomprensión grave” se lee en la descripción que da TED.