5 formas en la que la ciencia te discrimina

Solemos pensar que los estudios científicos nos dan una mirada objetiva de la realidad, sin embargo hoy en día somos más conscientes de sus sesgos. Por esta razón, hoy te contamos 5 formas en la que la ciencia te discrimina.

Existe una muy importante, aunque silenciosa brecha entre la diversidad de género, edad y orientación sexual con la figura masculina que ha provocado fallos en los sistemas de salud, afectando a gran parte de la población femenina y LGBT+ casi sin darnos cuenta. La exclusión va desde los equipos de trabajo hasta personas como sujetos de investigación científica.

1. Subrepresentación de las mujeres en los estudios científicos

Un estudio del 2019 busca conocer la magnitud de la supresión de las mujeres en los estudios científicos. Esta investigación revela cómo 43.135 estudios analizados y 13.165 ensayos clínicos leídos con detenimiento, demostraron ignorar completamente una figura femenina como sujeto de estudio.

El estudio demuestra que en 7 de cada 11 documentos existía una subrepresentación de las mujeres con respecto a la representación de los hombres, siendo estas poco estudiadas para enfermedades como VIH/SIDA, enfermedades renales graves y enfermedades al corazón.

A pesar de las iniciativas legales y políticas para disminuir el sesgo en contra de las participantes femeninas, estas siguen siendo ignoradas fuertemente en los estudios guiados al campo científico, siendo un tema suprimido en las bases de datos de las investigaciones.

La investigación sigue informando que la cantidad de cuerpos femeninos que colaboraron para estudios grandes es directamente proporcional a la cantidad de cuerpos femeninos que colaboran para estudios pequeños, siendo un factor alarmante, pues es necesario informar sobre el sesgo que tienen las mujeres en estos estudios.

2. Privilegio masculino en la ciencia

Otro estudio, publicado en 2020 por la revista biomédica Medwave, analiza la falta de la inclusión de la mujer en la investigación científica, analizando esta exclusión como parte de una cuestión de género en el campo social. Partiendo de la idea de que El género es una construcción psicosocial referida a los roles, comportamientos, expresiones e identidades socialmente construidos de niñas, mujeres, niños, hombres y personas con diversidad de género”, el estudio intenta demostrar la “diferencia subjetiva” que favorece a la figura masculina.

Históricamente, gracias a las características de las culturas políticas, económicas y sociales, las mujeres han sido desplazadas a un segundo plano, dando mayor importancia a los estudios científicos dirigidos a los hombres.

El sesgo por parte de la figura femenina puede verse desde épocas tan antiguas que en la misma Grecia clásica se veía como una versión fallida del hombre, siendo reconocidas como un “macho mutilado”. Esto, obviamente, sugiere una subordinación del papel de la mujer en el plano sociocultural; lo que influye fuertemente en sus beneficios a la hora de tomar su cuerpo como centro de análisis científico.

Otro ejemplo histórico que plantea el autor, es como el análisis psicoanalítico de las mujeres comenzó siendo parte del estudio psicoanalítico que era dirigido únicamente para el hombre adulto. Con el paso de la evolución política el panorama se fue abriendo cada vez más, sin esto significar que las brechas terminaron, pues a día de hoy hemos comprobado que seguimos manteniendo algunos beneficios científicos para la figura masculina.

En la ciencia biomédica, y debido a las diferencias genéticas y fisiológicas en el sexo de las personas, muchos estudios demuestran que la baja inclusión de la diversidad en estos mismos puede poner en duda la veracidad de los resultados, por ejemplo, los estudios relacionados a los fármacos, pues el cuerpo de ambos sexos trabaja diferente.

Todo lo anterior se junta para crear la atmósfera científica actual, que pone el género femenino un escalón por debajo del masculino, suprimiendo a las mujeres como sujeto de investigaciones relacionadas con la salud y a su vez, su credibilidad como investigadoras.

3. Discriminación de las personas LGBT+ en los ámbitos laborales

Las personas con diversidad de orientaciones sexuales e identidades de género han sido víctimas de la desigualdad de oportunidades y credibilidad en el campo laboral.

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Una encuesta desarrollada entre el Reino Unido e Irlanda demostró que, por lo menos, de todas la personas LGBT+ pertenecientes al campo de la investigación de la física, un tercio han contemplado la posibilidad de dejar su labor por el ambiente de discriminación del cuál son víctimas allí. Este porcentaje sube considerablemente a un 50 % cuando se analiza solamente la población transgénero.

4. Discriminación en los ámbitos de formación profesional

Tanta es la discriminación hacia las personas LGBT+ que se ha reconocido, por parte de la misma comunidad, el 18 de Noviembre como el día “Día Internacional de las Personas LGBTQIA+ en STEM”, siendo STEM Science, Technology, Engineering, and Mathematics (Ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).

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La organización “Pride in STEM”, expone claramente casos en los cuales las personas LGBT+ se ven afectadas por la discriminación en estas carreras: “Se ha instado a uno de cada tres físicos en Estados Unidos a permanecer en el armario para progresar en su carrera. La mitad de los físicos transgénero o de género no conforme fueron acosados ​​en sus propios departamentos (…) Los estudiantes homosexuales y bisexuales tienen menos probabilidades de seguir una carrera académica.”

5. Invisibilización de las personas LGBTIQ+ en la ciencia

Sumado a estos números, no debemos olvidar las barreras y las problemáticas específicas de otros grupos con diversidad de orientaciones sexuales y de género, que crean un desafío mucho mayor para las personas con identidades disidentes.

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Juani Bermejo-Vega, doctora en computación cuántica y activista transgénero, dijo para una entrevista de la Agencia Sinc La ciencia sigue siendo un espacio no seguro para muchas personas, incluyendo a las personas LGBTQI+, y en cierto sentido se puede decir hasta que es hostil. Eventos como el día del orgullo STEM reivindican la visibilización de las personas LGBTQI+. Por ejemplo, ¿cuántas mujeres trans conoces tú en ciencia? ¿Cuántas personas gais conoces tú en tecnología? Pues no hay muchas, no. Sin embargo, en la sociedad hay un montón”.

Así mismo, en otros campos de la ciencia, las personas LGBT+ han intentado resaltar disminuyendo la brecha existente con respecto a las personas cisheterosexuales. Sin embargo, es muy esperanzador como se adelantan cada vez más talleres de información para que estas mismas brechas disminuyan.

Por ejemplo, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España se han abierto espacios sobre la discriminación a varios grupos de investigadores del campo de la biología y la física. Así mismo, la bióloga colombiana, rectora de la universidad EAN y mujer transgénero, Brigitte Baptiste, propone una nueva visión para el campo de la biología, adoptando la “Ecología Queer”, intentando eliminar por completo el argumento de lo “antinatural” tanto en el campo científico como en el social.

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