En febrero de 2021 salió a la venta en España Resistencia bisexual: mapas para una disidencia habitable, de la escritora y activista bisexual Elisa Coll. Este libro se ha convertido en una referencia sobre bisexualidad y bifobia, y actualmente ya ha alcanzado la cuarta edición.
El éxito de Resistencia bisexual responde a una necesidad muy clara de la propia comunidad bisexual: que su existencia y violencias (bifobia) sean visibles. Su autora destaca por sus dotes de comunicación y nos cuenta cómo podemos establecer alianzas para frenar esa discriminación. Con una escritura muy accesible, cercana y crítica es capaz de transmitir, no solamente una experiencia personal muy valiosa, sino infinidad de datos y estudios que nos hacen ver que aún queda mucho por hacer para dar visibilidad a este tema tan relevante.
Las personas cuya orientación sexual no es la heterosexual tienen una serie de vivencias en común que afecta a su forma de ser y de estar en el mundo. Afecta a su vivencias, y a su forma de sentir. Surge una dificultad a la hora de analizar y aceptar nuestra forma de desear a las demás personas. Al salirse de la norma y detectar determinadas vivencias emocionales, nacen sentimientos como la culpa, la vergüenza, el malestar, las dudas y la confusión. Una vez son aceptadas, toca enfrentarse a una sociedad heteronormativa que muchas veces te va a cuestionar tu identidad o hacerte sentir mal en diferentes niveles.
Finalmente, en los últimos meses se ha detectado (no solo en redes sociales sino en nuestro entorno social circundante) un incremento del lenguaje de odio, ataques a personas por su orientación sexual y expresión de género. Hay una enorme difusión de fake news, unido al incremento del miedo y falta de referentes. Por ello, todo lo que se haga por visibilizar las realidades del colectivo LGBTQIA+ hacen mucha falta, y son necesarias para seguir evolucionando como sociedad.
El armario bisexual
En primer lugar, conviene empezar dando una de las definiciones de bisexualidad más recurridas, de la mano de la activista Robin Ochs:
“La bisexualidad es la atracción sexual o emocional hacia más de un género, no necesariamente al mismo tiempo, ni necesariamente de la misma manera, ni necesariamente en el mismo grado”.
De forma más cercana, podríamos decir, por tanto, que la bisexualidad es la orientación sexual de aquellas personas que se sienten atraídas por más de un género.
No obstante, cabe destacar que el armario bisexual se distingue de otro tipo de armarios (como ser gay o lesbiana) porque no es fácil darse cuenta de esta identidad. Muchas veces, se da por hecho que una persona es heterosexual y curiosa, o que simplemente la persona es homosexual, pero se niega a aceptarlo o no lo quiere reconocer abiertamente. Entonces, mientras se trata de resolver esa cuestión, el armario bisexual se convierte en una especie de cárcel que no te permite ser y expresarte en libertad, pues detrás de la puerta existe un mundo lleno de bifobia. Se pospone el momento de disfrutar plenamente de quien uno es.
¿Todo el mundo es bisexual?
“En realidad todo el mundo es bisexual”. Esta frase ha sido muy repetida y aún se sigue escuchando en artículos y charlas. El problema de repetir este tipo de afirmaciones genéricas es que, si damos por hecho que en el fondo todo el mundo es bisexual, entonces nadie lo es. Se invisibilizarían todas las particularidades de la bisexualidad y todas las violencias derivadas de la bifobia.
Además, se daría por hecho que la heterosexualidad y la homosexualidad no son sólidas ni reales, porque en el fondo habría una bisexualidad detrás que haría timbalera los cimientos de la identidad. Y esto no solamente es falso, sino que es LGTBI-fóbico en cierto modo, al invalidar la realidad sexoafectiva de todas las personas por esa máscara de bisexualidad generalizada que ya sabemos que no es cierta.
La bisexualidad es a su vez una categoría válida y completa, porque no hay ninguna identidad que no lo sea. Es también un ejercicio político de lucha y disidencia, pues se convierte en un reclamo por ser y por estar en un mundo donde aún existe la bifobia, que se reproduce con una mayores violencias: la no existencia. Esto es compartido por otros colectivos como la comunidad asexual.
Tal y como afirma Elisa Coll en su libro:
“Cuando se piensa la experiencia bisexual como una combinación de la experiencia homosexual y la heterosexual se le niega el reconocimiento de ser una vivencia en sí misma, distinta y única. Incluso cuando pensaba que yo era heterosexual, mi vivencia era bisexual, porque convivía con la bifobia interiorizada, con las dudas y la negación. No me convertí en bisexual por nombrarme como tal. Mi vivencia ya era la de una persona bisexual, porque el tiempo dentro del armario cuenta (vaya si cuenta) y dentro del armario se puede estar de forma más o menos consciente”.
¿Qué es la Bifobia?
Podríamos definir la bifobia como el rechazo o la discriminación hacia las personas bisexuales.
La bisexualidad está marcada por muchos prejuicios y estereotipos, como que son personas promiscuas, viciosas o indecisas. Son leídas como personas de las que no te puedes fiar. Se suele comentar que es una especie de complemento o incluso una moda. Esto está relacionado con la lectura binaria y dual que tenemos del mundo, y nuestra dificultad para entender que hay cuestiones que no son lineales, y que encajan más en un concepto de espectro.
No todo es blanco o negro y no todo se reduce a dos opciones diferenciadas y contrapuestas. Se plantea la bisexualidad como un mapa en lugar de una línea. No es un lugar de paso hacia la homosexualidad.
En su libro, Elisa Coll nos dice:
«Cuando solo se habla de nuestra identidad desde el deseo para mí es un peligro porque hace que no veamos toda la carga de la violencia estructural que hay detrás», explica Coll. «La bifobia consiste no solo en decirnos viciosas, sino en sufrir violencia sexual, psicológica, física o tener graves problemas de salud mental. Es violencia con todas las letras».
En el año 2013 se publicó en Estados Unidos The National Intimate Partner and Sexual Violencie Survey. En esta investigación aparecían datos tan alarmantes como que el 75% de las personas bisexuales han sufrido algún tipo de violencia sexual. Además, se trata de un colectivo que, después de la comunidad asexual, refleja una tasa más alta de problemas de salud mental como ansiedad o depresión, según el informe Bisexual Invisibility report (2012)
Para empezar a luchar contra este tipo de discriminación, Elisa Coll comenta que la bisexualidad ha de ser enmarcada dentro de las luchas feministas y del movimiento queer, ya que tiene un carácter interseccional inseparable de otro tipo de violencias estructurales. Además, cabe recordar que los miembros del colectivo LGTBQIA+ han sido privados desde la infancia de referentes y su historia, y como miembros de esta sociedad, también están expuestos a prejuicios, discursos de odio y violencias.
Por otra parte, una de las violencias y ataques a las personas bisexuales tiene que ver con lo que llamamos heteropassing. Si nos imaginamos a un chico y una chica caminando por la calle de la mano, normalmente son ser leídos como una pareja heterosexual. No hay una lectura de bisexualidad. Y en caso de que una de las dos personas lo sea, no significa que no exista un malestar o que haya un privilegio. Porque esa lectura es un disfraz.
Una identidad marcada por la violencia no puede ser leída como privilegio. Como dice Elisa Coll en su libro, el privilegio heterosexual solo disfruta cuando lo que se ve fuera y lo que se siente por dentro están en armonía. La bifobia además trata de invalidar el deseo de las personas bisexuales. Se invisibiliza la violencia psicológica que hay detrás de una imagen leía desde la óptica heterosexual. Violencia que se materializa en tener que salir varias veces del armario, en una lucha interna por aceptar la identidad y en un proceso de aceptación personal. También en sensaciones como culpa y rechazo, que se suman a otras violencias como las que se dan en espacios médicos y sanitarios.
Bisexualidad bi sible: Elisa Coll en Granada
La comunidad LGTBQIA+ existe y ha existido siempre, porque lo normal en la naturaleza humana es la diversidad de todo tipo. No obstante, lo que no ha existido desde siempre es una cantidad suficiente de espacios seguros y de encuentro, de iniciativas de apoyo comunitario, de fuentes de información de calidad.
Faltan proyectos que trabajen contra los discursos de odio que calan en la sociedad y que van en contra de los derechos humanos. Porque todas las personas tienen derecho a ser y existir sin tener que lidiar con violencias estructurales de un sistema que, si ha aprendido a abrazar la diversidad, ha sido gracias al activismo y a las iniciativas que ponen el foco en la empatía, la sensibilidad, la humanidad, la justicia y el pensamiento crítico.
Una de estas iniciativas se materializará en el mes de mayo. Y es que Elisa Coll estará en Granada el 29 de mayo de 2022 para dar una charla sobre bisexualidad y bifobia en compañía de Isa Duque, más conocida como la Psico Woman (@lapsicowoman)
Esta actividad está enmarcada en un proyecto europeo CES para promover la inclusión y diversidad, tratando los obstáculos vinculados a la discriminación. Por consiguiente, se promoverán valores como la solidaridad, el respeto de la dignidad y los derechos humanos, en el marco de una sociedad justa e igualitaria en la que prevalezcan el pluralismo, la no discriminación, la tolerancia, la justicia y la igualdad.
Tendrá lugar en el Carmen de la Victoria a las 18:30 p.m, y estará abierta al público hasta completar aforo. Toda la información de la actividad estará disponible en las redes sociales de la asociación organizadora: Educanda (@asociacioneducanda).
