Dentro de la comunidad LGBT, el elemento más identificativo sin duda es la bandera LGBT, también llamada bandera del arcoíris por los 8 colores que la representan en su versión original (a día de hoy y por simplificar son 6).
El paso del tiempo ha convertido la bandera del orgullo gay en el símbolo más importante del colectivo y el baluarte más representativo de la visibilidad LGBTIQ+. No obstante, no es trozo de tela cualquier, sino que se trata de nuestros sentimientos, nuestra forma de contarle al mundo que nos sentimos orgulloses de nuestras identidades y que somos parte de esta comunidad tan grande y diversa.
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¿Quién inventó la Bandera LGBT?
La bandera del orgullo nace en California en 1978, diseñada por el artista Gilbert Baker a petición del político activista estadounidense por los derechos de los gays Harvey Milk. En ese año, se cumplían casi 10 años desde la primera marcha del orgullo que conmemoraba los eventos ocurridos Stonewall en 1969, y Harvey Milk, que se encontraba cumpliendo un cargo público en la ciudad de San Francisco, le encomendó la tarea a su amigo y diseñador Gilber Baker: diseñar una bandera que sirviera como símbolo de la comunidad gay.
El objetivo era reemplazar el triángulo rosa que la Alemania nazi usaba en los campos de concentración para marcar y estigmatizar a las personas homosexuales, símbolo que sin embargo se siguió utilizando después de la II Guerra Mundial con la idea de reasignarle significado. La idea de rehacer el emblema de la comunidad LGBT no era otra que la de huir de ese pasado oscuro e iniciar una nueva era de libertad y pluralidad.
“Una verdadera bandera no es algo que se pueda diseñar. Una verdadera bandera se arranca del alma del pueblo. Una bandera es algo que pertenece a todo el mundo, y por eso funciona. La Bandera Arco Iris es como otras banderas en ese sentido: pertenece al pueblo.” Gilber Baker
¿Cuándo se usó por primera vez la Bandera LGBT?
La primera versión de la bandera LGBT apareció por primera vez el 25 de junio de 1978 en la marcha del orgullo gay de San Francisco, y al año siguiente apareció en la versión definitiva que hoy todes conocemos con 6 colores: el rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta (se eliminaron el rosa y el azul turquesa de la original).
Pero, si ahondamos un poco más nos daremos cuenta que ningún color utilizado para la nueva bandera del colectivo se escogió al azar. Todos y cada uno de ellos, como cualquier otro color que no esté incluido, tiene asociado un sentimiento o un valor otorgado por nuestras respuestas cerebrales al verlos.
El significado de los colores de la bandera
El autor de la misma, Gilbert Baker, reconoció su inspiración en la canción “Somewhere Over the Rainbow” de la película el Mago de Oz. El arcoíris, en esta canción, es un símbolo de un lugar mejor, un lugar en donde las personas incomprendidas y diferentes pueden encontrar la libertad y felicidad.
Así, por ejemplo, el color rojo se relaciona con el amor y las relaciones afectivas, el naranja con la salud física, el amarillo es el color del sol y de la vida, el verde el color de la esperanza y de la naturaleza, el azul índigo como símbolo de la tranquilidad y la calma y el violeta conectado al alma y el espíritu.
Uno por uno, estos colores tienen significados diferentes pero agrupados en un mismo símbolo, en una misma bandera, representan la libertad, la sexualidad y la diversidad. Una representación de la variedad de identidades que existen en el mundo, de la cantidad sinfín de personalidades únicas, somos de todos los colores, somos todos de los géneros, de todas las razas y de todas las edades.
La bandera del arcoíris será siempre baluarte de las libertades de los homosexuales, bisexuales, transexuales y personas queer, pero lo más grande de ella es que también acoge a cualquiera que se sienta identificado con sus valores. En la bandera del orgullo gay cabemos todes.
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Más banderas LGBTQ+
En la actualidad las banderas se han multiplicado y diversificado a modo de reconocimiento y visibilidad de las múltiples identidades dentro del colectivo. Aunque no es algo nuevo, en los años 80 ya existió una variación para la lucha contra el SIDA que consistía en añadir una franja negra al final de todos los colores.
A día de hoy contamos con muchas más banderas dentro del colectivo que han ido surgiendo a partir de la primera bandera, la bandera LGBT. Si bien estas siglas engloban a todas las personas con orientaciones e identidades sexuales diferentes a lo heteronormativo, cada uno de ellos decidió crear su baluarte concreto.
La mayoría de las enseñas relacionadas con el colectivo LGBT y las distintas orientaciones e identidades suelen tener la misma estructura, esto es distintas franjas de colores diversos que van variando. No obstante existen otras que no siguen este patrón.
Por ejemplo la bandera de las personas intersexuales, con un fondo totalmente amarillo y un círculo morada en el centro. Estos colores fueron elegidos con la intención clara de evitar así los colores típicos asociados al género femenino, rosa, y masculino, azul. El círculo por su parte destaca por la inexistencia de adornos que representan la plenitud de las personas.
De igual manera ocurre con la bandera del orgullo lésbico. Aunque existen varias versiones, la más utilizada es aquella que cuenta con 6 franjas, igual que la bandera arcoirís pero, en este caso, solo con colores rosas y violetas representando a la diosa Venus asociada al sexo femenino. Otra versión es aquella con un fondo morado, un triángulo negro y dentro un hacha doble hoja llamada labrys, emblema del poder las diosas Deméter y Artemisa.
Las personas bisexuales también tienen su propia bandera que consiste en tres franjas, fucsia, violeta y azul, siendo la de en medio más pequeña que las otras dos.
En la misma línea, el orgullo trans está representado con una enseña en colores azul y rosa, intercambiados entre sí, y una franja de color blanco en medio que simboliza el cambio. Por su parte, la bandera del orgullo asexual se identifica con 4 colores: el negro en referencia a la asexualidad como tal, el gris que representa al individuo, el blanco como la sexualidad y el morado que reconoce a todo el colectivo LGBT.
Las siglas LGBTQ+ acoge tantas identidades y orientaciones que no solo se reduce a las personas homosexuales o transexuales, sino que también a todos aquellos que se identifican como pansexuales, demosexuales… Todos ellos también están representado en la bandera LGBT.
De hecho, las personas queer se pueden identificar de maneras diversas, lo que conlleva en sí distintas banderas. La enseña del ‘tercer género’ la componen tres colores, el morado, el blanco y el verde, aunque también existen como la enseña representativa del género fluido: 5 bandas de color rosa, blanco, morado, negro y azul.
La nueva bandera LGBTIQ+
En los últimos años, el colectivo ha querido dar un paso más y modernizar la bandera del arcoíris. Por este motivo el activista por los derechos intersexuales Valentino Vecchietti ha diseñado una nueva enseña para el colectivo que incluye de manera específica a las personas intersexuales, además de hacer referencia al colectivo POC, ‘People of Color’, para que todos puedan sentirse acogidos bajo un mismo baluarte sin excluir por razones de raza o género.