Brigitte Baptiste y la Ecología Queer

Foto: Forbes Colombia

Muchas personas entienden el término de ‘Ecología queer’ como una nueva forma de mirar el medio ambiente desde una perspectiva diversa, inclusiva y sostenible. Colombia tiene el gusto de haber desarrollado una gran inclusión en la ciencia, pues Brigitte Baptiste es un ejemplo de ello.

Ella es la primera mujer trans en ocupar un cargo público de gran relevancia, siendo la directora del Instituto Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humbolt. Además, actualmente se desempeña como rectora de la Universidad EAN.

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¿Quién es Brigitte Baptiste?

Es una bióloga de la Pontificia Universidad Javeriana, de Bogotá. Después de graduarse como bióloga, ganó una beca de la Comisión Fulbright, la cual le permitió hacer sus estudios de maestría en conservación y desarrollo tropical en la Universidad de Florida. Posteriormente, ganó otra beca, esta vez se trató de una beca Russell Train de la WWF, donde pudo adelantar su posgrado en economía ecológica y manejo de recursos naturales.

Brigitte Baptiste
Foto: RCN Radio

Baptiste siguió desarrollando sus estudios en diferentes países como Guatemala, Venezuela, España y Estados Unidos. Todo esto demuestra una gran capacidad, la cual, acompañada de una gran experiencia aplicada, hacen de esta mujer una respetada en el ámbito de las ciencias naturales.

Sin embargo, uno de los temas que más han girado en torno a la imagen pública de tan preparada persona es su identidad de género. Brigitte aprovechó el decreto que permite el cambio de sexo en Colombia en 2018, por lo que en su cédula aparece legalmente como mujer.

“Yo recuerdo haber participado como incógnito en las primeras marchas del orgullo gay en Bogotá hace 20 años”. Dijo para el programa Los Informantes» del canal Caracol.

«Cuando voy a ciertas instituciones o en ciertas reuniones, por mi voz o por mis facciones inmediatamente ‘es un hombre’ y me tratan con insistencia como un hombre insistiendo en que estoy equivocada (…) Yo conozco muchas compañeras que pasan entrevistas de trabajo, les va muy bien porque están preparadas o son muy serias en lo que hacen. Y cuando ven la cédula y dice ‘Carlos’ les dicen ‘no, vuelva la otra semana, hemos cambiado de opinión’.»

Adriana Vasquez, socióloga y literata, conoció a Brigitte durante su transición. Las dos se enamoraron y comenzaron a salir en una relación romántica, a los tres meses estaban ya viviendo juntas.

Brigitte Baptiste y su esposa
Foto: Soho

“Mi orientación sexual es Adriana, es a ella a la que adoro, con la que yo vivo, comparto” dice Brigitte cuando le preguntan su orientación sexual, juntas tienen dos hijas a las cuales crían sin hablar de género.

Nada más queer que la naturaleza

En sus estudios de las ciencias naturales, Brigitte ha planteado la concepción de ‘ecología queer’, definiendo a la naturaleza como un medio donde se da la transgresión y las formas de vida no convencionales.

Según su planteamiento, la naturaleza está llena de especies que rompen los roles de género binarios establecidos para sus propias especies. Todo esto para contraargumentar a las personas que dicen que la comunidad LGBTQ+ ‘tienen prácticas antinaturales’.

Brigitte Baptiste
Foto: La cronica del quindio

Uno de los ejemplos que da son las ranas, “encontramos especies que parecen andar todo el tiempo en desfile del orgullo gay (…) despliegan una gran cantidad de colores, de formas que incluso ponen en riesgo su existencia ante los depredadores”.

Partiendo de los planteamientos de la teoría queer (derivada de las narrativas literarias), que dice que la interacción sexual se construye de acuerdo a la interacción de personajes en una misma narración; en nuestro caso, todos estamos en el mismo universo, por lo que estamos compartiendo una narración.

Así mismo, los retos del medio ambiente se pueden soportar (igual que con la teoría queer) de lo raro, de lo ambiguo y de lo excéntrico. Sumado a esto, el cuerpo debe asumir responsabilidad en el desarrollo de su identidad porque es el que más riesgo corre en el proceso de transformación. En este orden de ideas, la naturaleza representa los mismos problemas y soluciones que tiene una persona LGBTQ+.

La sociedad ‘civilizada’ se ha desconectado de la naturaleza, siguiendo esa línea, la naturaleza ha perdido su identidad, pues, como la misma teoría queer plantea, la identidad se toma a partir de la relación que se tienen con su entorno. Al perder dicha relación, la naturaleza va perdiendo poco a poco y ni siquiera las piezas de un museo son suficientes para conocerla de manera correcta. La naturaleza está metida en un armario.

Brigitte Baptiste
Foto: semana.com

La reinterpretación del ser humano de la naturaleza nos ha hecho pensar que es un espacio ‘verde y con forma de brócoli’. Sin embargo, todo va mucho más allá, la naturaleza está inundada de colores y formas diversas. Nuestro mundo ha descartado la importancia de la diversidad en la naturaleza, la diversidad de género y la diversidad sexual.

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