Juanita Landinez estudió Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Norte en Barranquilla. “Porque todo pasa por algo”, dice. Ejerciendo su carrera hizo una entrevista que le cambió la vida y la llevó a abrir Juana Going Green, la cuenta de Instagram donde da tips para cuidar el planeta e invita a todes a hacerlo.
Actualmente trabaja en Muta, “una empresa que inspira, educa y empodera a personas y empresas a querer hacer el mundo mejor por medio de la economía circular”.
Hablamos con Juanita sobre su proyecto personal, el cuidado de la naturaleza, la crisis climática y los pequeños cambios que pueden volverse muy grandes ya que, como ella misma lo dice, “una acción para cuidar el planeta es mejor que cero acciones que cuidar el planeta”.
¿Cómo nace Juana Going Green?
Yo siempre quise irme a Bogotá. Crecí la mitad en Barranquilla y la otra mitad en Bogotá. Un año allá, un año acá y así. Entonces, cuando estaba en quinto semestre me devolví del todo a Bogotá y empecé a trabajar como periodista en Última Hora Col.
Tenía que entrevistar a personajes públicos de todos los temas en tendencia o coyuntura del momento y entrevisté a Juan Carlos Lozada. A mi siempre me pareció chévere el tema de cuidar la naturaleza pero yo no entendía realmente que cuando tú estás cuidando la naturaleza te estás cuidando a ti y a todas las personas que te importan y también a las que no te importan y no conoces.
Entonces, cuando entrevisté a Juan Carlos Lozada, representante a la Cámara del Congreso de Colombia que gestiona un montón de proyectos ambientales como la prevención de corridas de toros y de glifosato, la ley de plásticos de un solo uso y de delitos ambientales, me cambió la vida.
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Quedé completamente asombrada, súper motivada e inspirada. No podía creer todo lo que estaba pasando con la naturaleza, el hecho de que hiciera todo por mí y yo no me daba ni por enterada, al contrario, tenía un montón de hábitos que lastimaban la naturaleza.
La entrevista me dejó muy inquieta por aprender y hacer algo para ayudar, para poner mi granito de arena y aportar a esa tierra y a esa naturaleza que me da absolutamente todo para que yo pueda vivir.
Literalmente me paré en la puerta del Congreso cuando salí de entrevistarlo a preguntarme cómo hacer para ayudar y tenía clarísimo que desde el periodismo no iba a ser porque no me gustaba.
El cambio climático es una crisis sistémica y para poder atender o contrarrestar esa crisis tienen que haber unos cambios de normas, unos cambios legales, estatales y gubernamentales en países, en continentes y en el mundo.
Pero si a nadie le interesa o nadie ni siquiera conoce lo que es la crisis climática, uno mucho menos va a decir que toca hacer una ley para que se mejore. Si tú no conoces no vas a poder ayudar en nada.
Convertí mi Instagram a lo que es Juana Going Green. El nombre de “Going Green” es muy apropósito porque es imposible que tú seas 100% verde en un mundo y en un sistema que no lo es. Entonces, el “Going Green” significa que así tengas todos los hábitos más verdes posible siempre vas a estar en ese proceso de aprender y conocer.
Eso también fue muy a propósito porque en la cultura ambientalista hay ciertas personas que se creen los dioses del ambientalismo y satanizan a la gente que no es 100% verde.
Juana Going Green es una invitación para los que no tienen ni idea de la naturaleza, los que jamás han reciclado en su vida, para decirles: “así tu no sepas, así jamás lo hayas hecho, eres bienvenido a conocer, a enterarte, a preguntar, a cuestionar qué es cuidar el planeta; porque si el planeta está bien yo estoy bien y todas las personas que yo amo también van a estar bien”.
¿Qué tipo de contenido haces en Juana Going Green para transmitir este mensaje?
Como te contaba, para que mejore el cambio climático se necesita que hagan cambios y mejoras en las normas y en las leyes. Sin embargo, para que alguien apoye una ley o una norma tiene que, primero, conocer qué está pasando con cierto tema y, segundo, interesarle y querer cambiar y ayudar.
Eso es lo que hago yo, estoy como en la base de la cadena que es como lograr interesar a todo el mundo para que quieran seguir esas normas y hacer presión para que esas normas se puedan crear.
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En esa base de la cadena literalmente enamoro a la gente del planeta, les muestro todo lo bacano, todo lo que me gusta y apasiona del planeta con el fin de que ellos también se enamoren de la naturaleza. Hago contenidos con tips de cómo cuidar el planeta lo más fácil del mundo, cosas súper fáciles que todo el mundo puede hacer y no necesitan invertir ni gastar dinero.
Como por ejemplo dejar de comer carne una vez a la semana o demorarse menos en la ducha…Y son tips que a su vez son más prácticos y pueden ofrecerle en algunas ocasiones un mayor bienestar a tu vida.
A veces cuando la gente me pregunta qué estudié, todo el mundo espera que les responda que soy bióloga o ingeniera ambiental, que me hubiera encantado, pero estudié comunicación social y me ha servido muchísimo.
Hay muchas empresas, marcas o emprendimientos que son increíbles y saben químicamente, funcionalmente o mecánicamente como hacer un proceso industrial o biológico para hacer una mejora en el medioambiente pero no saben cómo comunicarlo entonces quedan varados y ahí es donde entro yo.
Lo que hago es que visibilizo de diferentes maneras cómo las personas pueden adquirir este producto o servicio y cuidar el planeta a través de nuestras acciones cotidianas.
¿Cuáles son los problemas medioambientales que más identificas en este momento?
Yo creo que el más grave es el desconocimiento y la falta de interés o la satanización a la gente que no conoce sobre el tema. Esa es una cultura que no podemos tener los ambientalistas.
No podemos creernos superiores a nadie por hacer algo o por dejar de hacer algo sino que tenemos que invitar a los demás, siempre estar con los brazos abiertos y motivar a la gente.
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También hay mucha gente que cree que sus acciones solas no cuentan. Por ejemplo, yo no toco un pitillo plástico ni porque me esté muriendo y si el mesero me pone un pitillo yo me lo llevo a mi casa, lo lavo y lo reciclo.
Entonces mucha gente me dice que así yo deje de usar pitillo, no voy a cambiar el mundo. Yo sé que yo no voy a salvar el mundo pero haré lo menos que pueda lastimar el ecosistema y la naturaleza, porque siempre he querido dejar en el planeta una huella positiva y no una marca negativa.
Un solo acto no va a cambiar el mundo pero sí puedes hacer la diferencia y cambiar la vida para un animal, un ecosistema o una persona también.