Breve recuento de la historia del cine LGBT en Hollywood

Foto: Envato

La representación de la comunidad en el cine LGBTIQ+ es muy necesaria para la comunidad, pues este es uno de los medios de comunicación de masas más potentes de todos. Es por ello que la presencia de la comunidad en esta se vuelve necesaria para lograr un mundo más inclusivo. 

Hollywood es la cuna del cine y allí siempre hemos visto representación de la comunidad LGBTQ+; incluso, la comunidad ha tenido su propia lucha dentro de la industria del séptimo arte, al punto de poder hacer un recuento de la historia del cine LGBT en Hollywood.

Representación en el cine LGBT+ en los inicios de Hollywood 

El cine surgió a finales del siglo XX e inicios del XXI. Desde estos inicios ya se podían ver personas LGBTQ+ en las películas. En esos tiempos se mostraban situaciones de afecto entre dos hombres o dos mujeres en comedias, las cuales solo ridiculizaban estos personajes. (Lot in Sodom, 1933; Broadway’s Melody, 1929; Myrt & Marge, 1933), los hombres eran muy estereotipados y con rasgos extremadamente afeminados, también se mostraban como personajes depravados y de gran promiscuidad.

También te puede interesar: 6 Series parecidas a ‘Heartstopper’

Podemos ver un ejemplo en el minuto 17:28 de ‘Charles Chaplin’s Behind The Screen’ (1916).

A las mujeres LB generalmente se les mostraba con vestimentas masculinas, estas resultaban ser atractivas tanto para hombres como para otras mujeres de las tramas (Marruecos, 1930; La Reina de Suecia, 1933). Había muchas representación LGBTQ+ que se han olvidado a lo largo de la historia, otras que se han convertido en íconos. Sin embargo, la libertad con que se mostraban a personas de la comunidad diversa sería atacada por la misma industria del cine, quien implementaría el código Hays.

El ‘Código Hays’: No más representación LGBTQ+

En este punto de la historia, nos situamos en 1930. La iglesia católica y el partido republicano amenazaron con boicotear las películas y cortos que tuvieran contenido inapropiado, de esa manera, en 1934 se implementó el código Hays, un sistema de censura que buscaba eliminar del cine todo lo considerado “indecente”. La homosexualidad entraba dentro de esta censura en la categoría de “perversiones sexuales”. Es así que durante estos años, toda la comunidad LGBTQ+ fue censurada. Sin embargo, no desaparecieron completamente.

Las películas desde entonces pasaron de mostrar situaciones cómicas con los personajes queer a convertirles en villanes, en lo que se convirtió en el inicio del ‘Queer coding’. En esta época los personajes malvades eran mostrados como heterosexuales, pero con gesticulaciones asociadas al género contrario (La hija de Drácula, 1936; Río Rojo, 1948; Té y Simpatía, 1956;).

Rebeca (1940) y La Soga (1948) son ejemplos de cómo el código Hays obligó a quienes realizaban cine a ocultar sus personajes queer bajo la máscara del villano. Ambas películas, dirigidas por Alfred Hitchcock y siendo muy importantes películas para la historia del cine, mostraban personajes con estas características.

A finales de los 50, directores comenzaron a incluir personajes abiertamente LGBTQ+ en sus producciones, por lo que el código Hays comenzó a ejercer presión, censurando una gran cantidad de películas. (Ben Hur, 1959; Espartaco, 1960; La Gata Sobre el Tejado, 1958). A pesar de ello, estos filmes de finales de los 50, con censura y todo, abrieron las puertas para que en la próxima década Hollywood logrará desprenderse del Código Hays y permitiera la libre inclusión de personajes LGBTQ+ a consideración de quien escribiera o dirigiera la obra.

También leer: Las mejores películas LGBT de los años 70 a los 90

Los 60’: cuando siempre moría un gay al final

Al terminar los años 50, el código hays fue cambiado por un sistema de calificación por edades muy parecido al que conocemos hoy en día. Entonces, a partir de aquí, las películas comienzan a representar a los personajes LGTBQ+ bajo la lupa de una vida caótica con finales trágicos, pues era la percepción que se tenía sobre la comunidad. El común denominador era que el personaje queer muriera, se enfermara (generalmente por VIH) o tuviera un final caótico (Rebelde Sin Causa, 1956; La Calumnia, 1962; La Zorra, 1968; Tempestad Sobre Washington, 1962).

Hollywood vs. la comunidad LGBTQ+

Todo esto nos lleva a la década de los 70, aquí hubo un resurgimiento del cine en general, pues ya se eliminó por completo el temor a la censura. Es por ello que quien dirigiera una película podía poner lo que le placiera en ella. Tenemos que recordar que un año antes, (en 1969) se dieron los disturbios de Stonewall, y esto es determinante para los siguientes años en el ámbito del cine queer. 

Los primeros años muestran personajes LGBTQ+ bajo la normalidad con que el director los viera, los cuales, generalmente, eran gay-friendly (Los Chicos de la Banda, 1970; Cabaret, 1972). Sin embargo, y pesar de que estos años se alejaron de los finales trágicos para personajes queer, se retomó el queer coding, practica en la cual el personaje antagonista (con claras referencias queer) era derrotade por un héroe cis-heteronormativo. 

Entonces, en los años 70’s y 80's las comunidad LGBTQ+ era bien representada en algunas películas, mientras que en otras quedó relegada a cumplir un rol de asesinos seriales, depredadores sexuales y dementes sin escrúpulos (Una extraña pareja de Polis, 1974; Pink Flamingos, 1974; El Fan, 1981; A La Caza, 1980; La Sirenita, 1989).

Estas representaciones infames provocaron marchas y protestas en Hollywood por parte de la comunidad LGBTQ+ con el fin de cambiar la forma en la que se mostraba a la comunidad en el cine. Estas luchas se unían a una serie de protestas desde Stonewall causadas por la desigualdad y la discriminación de la cual las personas queer eran víctimas. Como resultado, Hollywood comenzó a tratar con más respeto a sus personajes LGBTQ+, mostrando muchas veces incluso, historias sobre “salir del clóset” (Su Otro Amor, 1982; Personal Best, 1982).

Películas como Philadelphia de 1993, protagonizada por Tom Hanks y Antonio Banderas trataron el tema abiertamente. Pero a partir de mediados de los 90 los personajes LGBTQ+ comenzaron a ser relegados a personajes secundarios con tramas poco relevantes para la historia principal. (In & Out, 1997; La Boda De Mi Mejor Amigo, 1997; American Beauty, 1999; Thanks for Everything! Julie Newmar, 1995).

Un Nuevo Siglo para el cine LGBTQ+ 

Entramos a los años 2000, a pesar de continuar con la problemática del final del siglo pasado, poco a poco las historias de personajes LGBTQ+ se fueron normalizando y cada vez obtienen más y más protagonismo (Home At The End Of The World, 2004). 

Puede interesarte: ¿Qué es el queerbaiting en el cine y la tv y por qué está mal?

La academia comenzó a premiar películas con representaciones LGBTQ+ que comenzaron a normalizar las relaciones entre hombres y mujeres del mismo sexo, a la vez que daban el mensaje de inclusión a una muy golpeada comunidad trans (Transamérica, 2005; Milk, 2008; Moonlight, 2017; The Danish Girl, 2015).

Brokeback Mountain (2005) fue la primera película en tratar abiertamente la homosexualidad que fue reconocida por la academia, ganando en varias premiaciones y festivales de cine, incluyendo el premio oscar a mejor película. Esta película fue una precursora del desarrollo del cine queer de la actualidad, pues ayudó a consolidar al cine como una forma de inclusión.

Asimismo, muchas películas han tenido una acogida especial por el público LGBTQ+, pues comunican y promueven la inclusión de las personas pertenecientes al colectivo como parte de la sociedad. (Te amo, Phillip Morris, 2009; Plegarias Para Bobby, 2009: Love, Simon, 2018; Call Me By Your Name, 2017). Nos alegra saber que nuestra sociedad avanza a una más inclusiva, y por supuesto, la historia del cine LGBTQ+ en Hollywood es una clara muestra de ello.

Mas noticias de Cine y series