Del mismo modo que no deberíamos asumir el género de la persona que está leyendo estas líneas, tampoco deberíamos asumir la identidad de género o la orientación sexual de una persona basándonos en su apariencia y expresión. Pero esto es algo que inevitablemente hacemos todo el rato.
Porque así es como lo hemos aprendido en el seno de una sociedad binarista, que muchas veces lee la realidad como una dualidad, sin tener en cuenta los matices y las escalas grises. Allí radica el privilegio cisgénero.
Las personas somos conscientes de la lectura que hacen de nuestra apariencia física, y en estos casos, la incomodidad no está en ver a la persona trans o no binaria. La incomodidad la sienten estas personas, que reciben violencias por salirse del binarismo y querer vivir acorde a como ellas son.
En este artículo hablamos desde la óptica del privilegio jerárquico que tienen las personas cisgénero por el simple hecho de serlo.
¿Qué es el privilegio cisgénero?
Este término hace referencia a aquellas vivencias y situaciones que no se ven obligadas a pasar las personas que se identifican con el sexo o género de su nacimiento. Así, las personas con experiencia de vida trans o que se escapan del binarismo de género, son obligadas a vivir violencias en su diario vivir solo por el hecho de tener una identidad o expresión de género diversa.
Muchas veces, las personas cis no son conscientes de que cuentan con diversos privilegios que son tan normalizados por ellas que creen que todo el mundo los tiene, o que se lo merecen por «ser normales». Precisamente, este artículo es una invitación a conocer aquellas cosas que son privilegio cisgénero y que debemos luchar para que no sea algo de solo algunas personas, sino de todas.
El privilegio cisgénero: Si eres una persona cisgénero…
Si eres una persona cisgénero, no vas a sentir incomodidad al ir a un baño público por tu expresión de género. Tampoco vas a sentir miedo de recibir insultos o intimidación física por parte de otras personas que están compartiendo el mismo espacio que tú.
Si eres una persona cisgénero, no vas a sentir que se pone el punto de mira en tu entrada a espacios como los vestuarios o los gimnasios.
Si eres una persona cisgénero, no vas a ser el objetivo principal de un discurso tránsfobo ataca las identidades trans y no binarias.
Si eres una persona cisgénero, es muy poco probable que se irrespeten tus pronombres. Además, solamente preguntamos los pronombres cuando nos hemos deconstruido en este aspecto y conocemos las realidades queer. También solemos hacerlo cuando, siendo personas deconstruidas, vemos a una persona de expresión andrógina. Nos cuesta más hacerlo cuando leemos a la otra persona como cis, porque no lo tenemos interiorizado y nos resulta raro.
Si eres una persona cisgénero, no vas a sentir rechazo por preguntar pronombres. La sociedad lo ve innecesario muchas veces y no es consciente de que hablamos de la identidad de las personas.
Si eres una persona cisgénero, no vas a sentir miedo de que tu identidad vaya a ser violentada en cada visita al médico. O que algún malestar físico o psicológico sea asociado rápidamente con cuestiones de género, cuando quizás no tiene relación alguna.
Si eres una persona cisgénero, no vas a temer que te deriven a un psiquiatra para corregir lo que te pasa con tu ‘’disforia’’.
Si eres una persona cisgénero, no vas a transitar un malestar interno (que puede durar muchos años) asociado a no sentirte del género que te han asignado al nacer.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener que plantearte expresar tu identidad a tu entorno familiar. Con miedo de que no lo entiendan, no lo reciban bien, te patologicen o incluso te violenten.
Si eres una persona cisgénero, no vas a escuchar comentarios humillantes y frívolos del estilo ‘’ay, pues mi género es ser un helicóptero’’.
Si eres una persona cisgénero, no te van a leer como trabajadora sexual por la calle por tu expresión de género (come le ocurre a algunas mujeres trans, por ejemplo).
Si eres una persona cisgénero, no te vas a plantear si iniciar o no un tratamiento hormonal para sentirte más comode con tu cuerpo y expresión.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener que lidiar con las deficiencias del sistema sanitario y el proceso de hormonación, en caso de que decidas iniciarlo.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener más probabilidades a plantearte el suicidio por malestares relacionados con la identidad.
Si eres una persona cisgénero, no te van a hacer preguntas incómodas sobre si te has realizado o te vas a realizar operaciones de cambio de sexo. Tampoco te van a pedir fotografías para ver como eras antes de la transición (en caso de que haya) ni te van a preguntar cuál era tu nombre anterior.
Si eres una persona cisgénero, no te vas a sentir una amenaza social ante un debate social derivado de las Leyes Trans, que buscan eliminar el requisito de la hormonación para que tu género corresponda con el sexo asignado al nacer.
Si eres una persona cisgénero, tu identidad nunca ha sido considerada como una patología por ningún manual de diagnóstico clínico ni por la Organización Mundial de la Salud
*La transexualidad dejó de ser considerada un trastorno con la quinta edición del DSM (acrónimo en inglés del Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales) en el año 2013 (DSM-5).
*La Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó la transexualidad de su lista de trastornos mentales en 2018.
Eso es privilegio cisgénero.
Si eres una persona cisgénero, no vas a encontrar dificultades a la hora de alquilar un apartamento por tu identidad/expresión de género.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener que defender tu derecho a ser parte del colectivo LGTBQIA+ por tu identidad queer.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener dificultades con algunos profesionales de la salud mental que no se han actualizado con la diversidad de género.
Si eres una persona cisgénero, no vas a recibir miradas extrañas en las tiendas de ropa porque tu expresión de género no coincide con los cánones binarios.
Si eres una persona cisgénero no te vas a plantear usar un binder (para disumular el pecho) o una trucadora (para disimuar los genitales masculinos) que además pueden generar daños físicos en dichas partes.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener problema a la hora de ver tu identidad representada (correctamente) en la mayoría de libros, series y películas.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener problemas administrativos ni burocráticos con personal que no se cree que el género indicado en tu DNI no coincide con tu identidad de género.
Eso es privilegio cisgénero.
Si eres una persona cisgénero, no vas a sentir el miedo a que tu tratamiento hormonal ya no se venda en farmacias y tengas que buscar otros recursos para poder acceder a eso.
Si eres una persona cisgénero, no vas a recibir un odio fuerte de parte de una sociedad que teme que el presupuesto del país se gaste ‘’inutilmente’’ en recursos sanitarios para personas trans. O sentir que hay una amenaza social con las identidades no binarias, leídas como un peligro para el bienestar social de la ciudadanía, con el miedo añadido a perder derechos conquistados.
Si eres una persona cisgénero, no vas a sentir miedo a las autoridades de seguridad o sanitarias por tu identidad de género.
Si eres una persona cisgénero, no tienes que convencer a tus padres de tu verdadero género, ni tienes que ganarte su amor y su respeto nuevamente.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener que preocuparte por entrar a un centro penitenciario segregado por sexo, que no es congruente con tu identidad.
Si eres una persona cisgénero, vas a pensar de manera natural que la anatomía y el género están irrevocablemente unidos hasta que aprendes que lo binario se queda corto y que existe lo queer, así como el paraguas trans y no binarie.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener que lidiar con fotografías antiguas que no reflejan quien realmente eres.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener que hacer pedagogía constantemente con tu entorno sobre cuestiones queer, como la transexualidad, los no binarismos, ser agénero, demigénero, género fluido…
Si eres una persona cisgénero, no te planteas hasta qué punto debes forzarte a tener un cispassing para evitar preguntas incómodas y violencias, y ‘’encajar’’ en la sociedad, sus cánones y sus normas de género.
Si eres una persona cisgénero, puedes coquetear, cortejar o formar una relación y no temer que tu estado biológico sea motivo de rechazo o ataque, ni hará que tu pareja cuestione tu orientación sexual.
Si eres una persona cisgénero, vas a encontrar siempre tu género como una opción en un formulario.
Si eres una persona cisgénero, no vas a tener que recordarle a su familia que use los pronombres adecuados y que te trate como realmente ERES.
Conclusiones
Si eres una persona cisgénero, quizás te genere malestar haber leído algunas cosas que aquí se han expuesto. Porque quizás tengas arraigada la idea, socialmente construida, de que no es para tanto el tema de los baños, el uso de los pronombres o la expresión de género de cada persona.
Pero no ser cisgénero implicar interiorizar que no eres parte de lo que tradicionalmente se ha entendido como normal. Y que mostrarse y expresarse de forma que te sientas cómode, genera ese rechazo por parte del entorno que constantemente te recuerda que eres rare o diferente, y que solo existen dos opciones sexo-genéricas: masculino y femenino.
Ser quien eres no es un capricho y no debería ser objeto de burla.
Porque comparar ser no binarie con un helicóptero de combate o cualquier otro ejemplo que busque ridiculizar la situación solo lleva la huella de la deshumanización y de no entender una cuestión de base que es fundamental:
¿Quién soy yo para hablar sobre algo tan personal e importante como la IDENTIDAD de otra persona?
