Teatro LGBT: La obra Íngrima, un álbum de la soledad y la indiferencia

Foto: Vocin Patarroyo

El sábado 3 de septiembre de 2022 se presentó en la obra “Íngrima” en la Corporación Colombiana de Teatro Sala Seki Sano en el marco del Festival Mujeres en Escena por la Paz; escrita, dirigida e interpretada por la actriz Adelaida Otálora, la obra, afirma la actriz, es un stand-up tragedy.  

La obra es un monólogo que se divide en varias partes, estas se distribuyen en intervenciones que la misma actriz hace para interactuar con el público fuera de personaje. Con ello logra romper la “cuarta pared” —término acuñado en el teatro para referirse a la pared invisible que existe entre el público y el escenario— y hace que las transiciones cobren más sentido, pues le explica a les espectadores la razón de la siguiente pieza.

Además, la obra se vale de diferentes recursos audiovisuales para brindarle al espectador una experiencia inmersiva que propone la reflexión de lugares convencionales como el transporte público, la casa, etc.

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Toma durante la obra Ingrima
Fuente: Vocin Patarroyo

Íngrima: La mujer del siglo XX

La primera parte de la obra presenta la historia de una mujer de la tercera edad desde su propia voz, cuenta cómo tuvo que apegarse a una vida que no deseaba porque era lo correcto según la sociedad: estudiar algo que no quería pues su elección “no era para mujeres”, casarse con un hombre con el que ni siquiera hablaba, vivir casi como una autómata para servirle a aquellos a quienes le habían enseñado que debía servir (hijos, esposo, familia).

La falta de conexión con su matrimonio la obligó a tomar la decisión de dejar a su esposo y llevarse a sus hijos, lo que provocó el rechazo de la iglesia, su familia y los que creían que eran sus amigos pues argumentaban que era un “mal ejemplo”. Esto la dejó a la deriva en un mundo que le ponía mil trabas a las mujeres para existir.

Ingrima: La mujer del siglo XX La primera parte de la obra presenta la historia de una mujer de la tercera edad desde su propia voz, cuenta cómo tuvo que apegarse a una vida que no deseaba porque era lo correcto según la sociedad: estudiar algo que no quería pues su elección “no era para mujeres”, casarse con un hombre con el que ni siquiera hablaba, vivir casi como una autómata para servirle a aquellos a quienes le habían enseñado que debía servir (hijos, esposo, familia). La falta de conexión con su matrimonio la obligó a tomar la decisión de dejar a su esposo y llevarse a sus hijos, lo que provocó el rechazo de la iglesia, su familia y los que creían que eran sus amigos pues argumentaban que era un “mal ejemplo”. Esto la dejó a la deriva en un mundo que le ponía mil trabas a las mujeres para existir.
Fuente: Vocin Patarroyo

También, la situación la llevó a no desarrollar intereses románticos y a no poder dedicarse a sus hijos o trabajar para cuidarlos. Lo anterior la orilló a la sensación permanente de soledad.

A pesar de todo sigue firmado con “de…” y el apellido de su esposo, pues así fue como quedó en la cédula y esto es un recordatorio constante de las relaciones de poder a las que se veían sometidas las mujeres de su época.

Este fragmento de la obra expone las tensiones de una sociedad conservadora que obliga a las mujeres a hacer su vida según lo que la sociedad ha catalogado como “bueno”, incluso, aunque eso signifique para ellas renunciar a sus aspiraciones y deseos.

Antes de empezar este fragmento la actriz le expone al público diferentes ejemplos de mujeres de diferentes disciplinas que en la actualidad son menospreciadas, clasificadas y obligadas a hacer cosas en contra de su voluntad por la misoginia y el machismo que persiste en la sociedad.

La comunidad LGBTIQ+ y la soledad

También, la situación la llevó a no desarrollar intereses románticos y a no poder dedicarse a sus hijos o trabajar para cuidarlos. Lo anterior la orilló a la sensación permanente de soledad. A pesar de todo sigue firmado con “de…” y el apellido de su esposo, pues así fue como quedó en la cédula y esto es un recordatorio constante de las relaciones de poder a las que se veían sometidas las mujeres de su época. Este fragmento de la obra expone las tensiones de una sociedad conservadora que obliga a las mujeres a hacer su vida según lo que la sociedad ha catalogado como “bueno”, incluso, aunque eso signifique para ellas renunciar a sus aspiraciones y deseos. Antes de empezar este fragmento la actriz le expone al público diferentes ejemplos de mujeres de diferentes disciplinas que en la actualidad son menospreciadas, clasificadas y obligadas a hacer cosas en contra de su voluntad por la misoginia y el machismo que persiste en la sociedad. La comunidad LGBTIQ+ y la soledad Antes de empezar con el siguiente fragmento, la actriz le cuenta a la audiencia sobre los diferentes ataques que sufre la comunidad LGBTIQ+ en el mundo, pone de ejemplo el ataque que sufrió una pareja de chicos homosexuales en Bogotá hace solo unas semanas y el decreto en contra de las representaciones de “hombres afeminados” en la televisión como una forma de censura y de fijar una sola manera de ser “masculino”. Después, la actriz hace una interpretación del poema Manifiesto: Hablo por mi diferencia del autor chileno Pedro Lemebel, en el que se expone cómo las diferencias sexuales y de género han sido rechazadas incluso en los movimientos que se han presentado como revolucionarios y la sensación de no pertenecer en ningún lugar que esto ha tenido como resultado para las personas de la comunidad.
Fuente: Vocin Patarroyo

Antes de empezar con el siguiente fragmento, la actriz le cuenta a la audiencia sobre los diferentes ataques que sufre la comunidad LGBTIQ+ en el mundo, pone de ejemplo el ataque que sufrió una pareja de chicos homosexuales en Bogotá hace solo unas semanas y el decreto en contra de las representaciones de “hombres afeminados” en la televisión como una forma de censura y de fijar una sola manera de ser “masculino”.

Después, la actriz hace una interpretación del poema Manifiesto: Hablo por mi diferencia del autor chileno Pedro Lemebel, en el que se expone cómo las diferencias sexuales y de género han sido rechazadas incluso en los movimientos que se han presentado como revolucionarios y la sensación de no pertenecer en ningún lugar que esto ha tenido como resultado para las personas de la comunidad.

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Por tanto, el poema se presenta como una crítica a los movimientos revolucionarios que han violentado las diferencias y cómo esto los pone al mismo nivel de aquellos contra los que empezaron la revolución, por lo que la actriz de forma irónica —como el poema lo propone— critica a estos intentos de revolución y les señala sus paradojas.

Además, en el poema, Lemebel reconoce que para él ya es tarde y que su búsqueda de libertad tiene como fin que las futuras generaciones de la comunidad LGBTIQ+ tengan la libertad de la que él y las personas de su generación no gozaron.

Esto hace que la elección del poema y las anécdotas que cuenta la actriz antes tengan tanto sentido; aunque el manifiesto fue presentado en 1986, las violencias en contra de la comunidad siguen más vigentes que nunca por lo que el deseo de libertad del autor no se ha logrado.

De la migración y la raíz

Por tanto, el poema se presenta como una crítica a los movimientos revolucionarios que han violentado las diferencias y cómo esto los pone al mismo nivel de aquellos contra los que empezaron la revolución, por lo que la actriz de forma irónica —como el poema lo propone— critica a estos intentos de revolución y les señala sus paradojas. Además, en el poema, Lemebel reconoce que para él ya es tarde y que su búsqueda de libertad tiene como fin que las futuras generaciones de la comunidad LGBTIQ+ tengan la libertad de la que él y las personas de su generación no gozaron. Esto hace que la elección del poema y las anécdotas que cuenta la actriz antes tengan tanto sentido; aunque el manifiesto fue presentado en 1986, las violencias en contra de la comunidad siguen más vigentes que nunca por lo que el deseo de libertad del autor no se ha logrado. De la migración y la raíz El final de la obra empieza con la actriz hablando sobre uno de los grandes problemas de nuestra época: la migración. Habla sobre cómo los refugiados de medio oriente han sido rechazados durante mucho tiempo en Europa y cómo esto se está replicando en Colombia con los venezolanos. Por lo que el fragmento final muestra una escena muy común en Colombia en los últimos años: vendedores ambulantes que vienen de Venezuela. Producto de la crisis económica en el vecino país, muchos de sus ciudadanos se han visto forzados a migrar a otros países en busca de oportunidades y una mejor calidad de vida.
Fuente: Vocin Patarroyo

El final de la obra empieza con la actriz hablando sobre uno de los grandes problemas de nuestra época: la migración. Habla sobre cómo los refugiados de medio oriente han sido rechazados durante mucho tiempo en Europa y cómo esto se está replicando en Colombia con los venezolanos.

Por lo que el fragmento final muestra una escena muy común en Colombia en los últimos años: vendedores ambulantes que vienen de Venezuela. Producto de la crisis económica en el vecino país, muchos de sus ciudadanos se han visto forzados a migrar a otros países en busca de oportunidades y una mejor calidad de vida.

Esto ha generado que, de acuerdo con el diario El Espectador, para el 12 de julio de 2022 “Migración Colombia reportó que ya son casi 2,5 millones de venezolanos los que están radicados en Colombia”, el problema es que el país no estaba preparado para recibir una oleada tan grande de inmigrantes y, por ende, no hay trabajo para todos.

Debido a esto muchos inmigrantes se han visto orillados a subirse al transporte público a vender productos, cantar o pedir dinero a los pasajeros. La obra se vale de esto para recordarle al espectador la humanidad que hay detrás de estas personas y las dificultades económicas, emocionales y físicas de emigrar.

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Reflexiones sobre la obra

Íngrima es un nombre perfecto para esta obra, de acuerdo a la Real Academia Española, esta palabra es un americanismo que describe: “Solitario, abandonado, sin compañía” Y es precisamente a las personas que han sido abandonadas por la sociedad por ser consideradas indeseables a las que retrata la obra.

La soledad y el abandono son el hilo conductor que conecta todos los fragmentos de esta obra que se presenta como un álbum de las dificultades a las que se enfrentan las personas rechazadas por la sociedad. La actriz pone en escena problemas vigentes de una forma creativa y denuncia de forma directa la indiferencia, la falta de empatía y la severidad con la que se tiende a juzgar a los demás.

Esto ha generado que, de acuerdo con el diario El Espectador, para el 12 de julio de 2022 “Migración Colombia reportó que ya son casi 2,5 millones de venezolanos los que están radicados en Colombia”, el problema es que el país no estaba preparado para recibir una oleada tan grande de inmigrantes y, por ende, no hay trabajo para todos. Debido a esto muchos inmigrantes se han visto orillados a subirse al transporte público a vender productos, cantar o pedir dinero a los pasajeros. La obra se vale de esto para recordarle al espectador la humanidad que hay detrás de estas personas y las dificultades económicas, emocionales y físicas de emigrar. Reflexiones sobre la obra Íngrima es un nombre perfecto para esta obra, de acuerdo a la Real Academia Española, esta palabra es un americanismo que describe: “Solitario, abandonado, sin compañía” Y es precisamente a las personas que han sido abandonadas por la sociedad por ser consideradas indeseables a las que retrata la obra. La soledad y el abandono son el hilo conductor que conecta todos los fragmentos de esta obra que se presenta como un álbum de las dificultades a las que se enfrentan las personas rechazadas por la sociedad. La actriz pone en escena problemas vigentes de una forma creativa y denuncia de forma directa la indiferencia, la falta de empatía y la severidad con la que se tiende a juzgar a los demás. Además, tiene mucho sentido que la obra se presente en este festival que, como su nombre lo indica, pone a mujeres de diferentes disciplinas de las artes vivas en escena y tiene una relación muy fuerte con la crítica social y la búsqueda de la paz y la reconciliación. De hecho, la directora de la corporación colombiana de teatro recientemente fue nombrada ministra de cultura y ya ha declarado el lugar que ocupa en la construcción de paz en Colombia. Así pues, las intervenciones de la actriz en la obra guardan relación no solo con lo que pasa dentro de la misma obra, sino que dan cuenta de los procesos en los que está inmersa la sociedad y, por ende, extiende la experiencia de la obra fuera del escenario y lleva el teatro a la calle.
Fuente: Vocin Patarroyo

Además, tiene mucho sentido que la obra se presente en este festival que, como su nombre lo indica, pone a mujeres de diferentes disciplinas de las artes vivas en escena y tiene una relación muy fuerte con la crítica social y la búsqueda de la paz y la reconciliación. De hecho, la directora de la corporación colombiana de teatro recientemente fue nombrada ministra de cultura y ya ha declarado el lugar que ocupa en la construcción de paz en Colombia.

Así pues, las intervenciones de la actriz en la obra guardan relación no solo con lo que pasa dentro de la misma obra, sino que dan cuenta de los procesos en los que está inmersa la sociedad y, por ende, extiende la experiencia de la obra fuera del escenario y lleva el teatro a la calle.

 

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