España es un país donde la comunidad LGBT reflejan uno de los niveles de vida y de tolerancia más altos de la Unión Europea. Según la ILGA (Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales), es un lugar que puede hacer gala de sus políticas legales más avanzadas en materia de derechos humanos de todo el mundo.
Está claro que cada vez hay una mayor visibilidad y normalización de la diversidad sexual en la sociedad. En el caso de las personas trans, aunque su situación ha mejorado también, es el colectivo que recibe un mayor nivel de discriminación.
Las leyes en España protegen ampliamente a las personas del colectivo, y cualquier delito de odio por motivos de identidad u orientación sexual estaría recogido en el Código Penal. Pero, por otro lado, según el Observatorio de Redes contra el Odio de la FELGTB, vemos que solamente un 17% de los delitos de odio se llegan a denunciar. Esto ocurre por diferentes motivos, como el miedo a salir del armario o pensar que no va a tener una repercusión real.
Por otro lado, en este contexto de igualdad y tolerancia, el ámbito laboral refleja un mayor riesgo de ser un espacio hostil para las personas LGTB. Surgen con frecuencia situaciones donde esta sensación de normalización de la diversidad no se ha llegado a materializar del todo en el entorno del trabajo.
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Mercado Laboral LGBT en España
En el campo empresarial, aún persisten las desigualdades y los cambios en las políticas de inserción son muy lentos. Esto dificulta que la integración activa se realice al mismo ritmo que las personas que no pertenecen al colectivo LGBT. De hecho, se estima que únicamente 45% de los perfiles ejecutivos en todo el mundo han ampliado la cantidad de recursos y las medidas de protección en el marco de la diversidad sexo-afectiva.
Según la encuestas de la FRA, un 16% de las personas LGTB dicen haber sentido discriminación en el trabajo. Según el Eurobarómetro de 2015, al preguntar sobre las actitudes personales ante una persona del colectivo por contar, por ejemplo, con un compañero homosexual o bisexual, el 81% respondió que se sentiría total o moderadamente cómoda. Esta cifra desciende a 78% cuando se pregunta por compañeros/as trans. Esto responde a la presencia de perfiles homófobos y tránsfobos en la sociedad.
Cuando en las encuestas la pregunta gira en torno a la percepción de la situación de las personas LGTB en el ámbito del trabajo, aparece una imagen más negativa. Se percibe que la identidad de género o la orientación sexual pueden ser una desventaja en el ámbito laboral. Y una vez más, las personas trans son las que parecen estar en una peor situación.
Además, un 31% de las personas encuestadas piensan que, de cara a conseguir un empleo, el colectivo LTGBI están en desventaja frente a las personas heterosexuales. Por tanto, hay una conciencia social generalizada sobre la hostilidad que persiste en la sociedad en el tema del empleo.
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Algunas de las propuestas que Eurobarómetro se plantean para reducir cada vez más esta discriminación que reflejan los datos, son las siguientes:
- Formación de calidad a las personas empleadas sobre diversidad y discriminación
- Monitorizar las entrevistas de trabajo
- Controlar las plantillas para evaluar cuál es la representación de los diferentes colectivos
Por otro lado, aparece un miedo generalizado a salir del armario en el trabajo, por lo que en este caso la discriminación se convierte en autocensura. Se sigue percibiendo una falta de normalización y un temor a enfrentarse a faltas de respeto y violencias en el entorno laboral. Ese ocultamiento de la idealidad es sin duda el síntoma más evidente de la discriminación estructural existente.
Por otro lado, las mujeres lesbianas muestran una mayor tendencia a ocultar su orientación sexual que los hombres gais en el entorno laboral. También ocurre con personas bisexuales al ser uno de los grupos más ignorado y cuestionado. Entre los prejuicios repiten ideas bífobas que generan discriminación y malestar, tales como promiscuidad, vicio, inmoralidad, inmadurez, dudas…
Inserción Laboral de las personas trans en España
Las dificultades para acceder al mercado laboral aumentan significativamente en el caso de las personas trans. Promover el trabajo en este colectivo es uno de los puntos que contempla la Ley Trans en España, ya que es una de las demandas más fuertes y urgentes. Se calcula que la tasa de desempleo en personas trans ronda el 80%, una cifra alta que denuncia la falta de medidas e iniciativas públicas para erradicar dicha discriminación.
Entre los estereotipos que aún persisten sobre este colectivo, y que tienen un impacto negativo cuando inician la búsqueda de empleo, es que son personas con trabajos relacionados con las drogas o prostitución, o que tienen algún tipo de desequilibrio mental.
Asimismo, el rechazo por la expresión física de las personas trans las deja muchas veces fuera de empleos de atención al público. Esto tiene que ver con el rechazo a quienes no presentan cispassing, lo cual es un ejemplo claro de transfobia. Los estereotipos siguen fuertemente fijados en el imaginario colectivo de las personas. Si una persona tiene cispassing, no sufre una discriminación inicial tan fuerte como las personas trans que no lo tienen. No obstante, cuando se enseñan los documentos de identidad pueden darse situaciones de burlas o preguntas personales que no son de recibo.
Aunque muchas personas en las empresas son inclusivas y abiertas a la diversidad, el problema parece estar localizado en algunos perfiles directivos que ponen barreras a la inserción laboral de las personas trans por una cuestión de imagen.
La sociedad ha de recibir una mayor educación y formación para que erradiquen los discursos de odio y no perjudiquen a las personas a la hora de acceder al empleo.
YES, WE TRANS
Yes, We Trans es un programa de inserción laboral impulsado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB). Su objetivo es fomentar la inserción laboral de personas trans, haciendo especial hincapié en la vulnerabilidad de las mujeres trans. Asimismo, aporta un acompañamiento para las empresas, de modo que incorporen el talento trans en sus plantillas. Esta iniciativa es pionera en el estado español.
El área de recursos humanos de las empresas refleja un fuerte desconocimiento sobre la realidad de las personas trans. A pesar de tener un alto nivel de cualificación, la discriminación y estigmatización derivan en un alto porcentaje de desempleo. En relación con las mujeres trans, el 77% ha sufrido discriminación a la hora de buscar trabajo.
Además, el programa Yes, We Trans Yes también tiene disponible perfiles profesionales para empresas, considerados por la FELGTBI+ como preparadas y cualificadas para poder optar a puestos vacantes en empresas o entidades públicas. Asimismo, ofrece una serie de recursos formativos y de sensibilización.
Las empresas también pueden firmar un convenio para tener una relación constante y directa con la FELGTB y facilitar la inserción laboral de las personas trans al mercado laboral.
Herramienta Empresarial de las Normas de Conducta LGBT+
En pleno siglo XXI, aún existen más de 70 países que penalizan las relaciones entre personas de mismo sexo. Con relación a las personas trans, no hay tantos países que reconozca la identidad de las personas trans y protejan sus derechos.
Otras de las herramientas que buscan ayudar a la integración del colectivo LGTBI en el ámbito empresarial es la Herramienta Empresarial de las Normas de Conducta LGBTI de la ONU. Desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas España, esta iniciativa nace para ayudar a las empresas a reducir el nivel de desigualdad que los datos reflejan sobre las personas trans.
Esta nueva plataforma gratuita de Naciones Unidas permite además a las empresas poder evaluar sus programas de actuación de cara a facilitar la inclusión. De este modo, pueden localizar áreas de mejora y oportunidades que permitan integrar al colectivo trans. También ofrece herramientas de autoevaluación para que las empresas puedan analizar su progreso y detectar cuestiones que se puedan mejorar.
Esta herramienta además aporta recursos para que las empresas puedan incorporar un aprendizaje institucional, así como un plan de acción para que sus prácticas sean consecuentes con las políticas de las Normas de Conducta LGBTIQ+ de la ONU. Estas han sido aceptadas a nivel internacional en el marco de la responsabilidad de las empresas de respetar la diversidad sexual en la sociedad, el mercado y el espacio de trabajo.
Según la directora general, Cristina Sánchez, “con esta herramienta contribuimos al objetivo de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás, así como al respeto de los derechos humanos. Esto, desde nuestra perspectiva, no solo ayudará a crear un mundo más sostenible, sino también un tejido empresarial más inclusivo y eficaz, que aproveche todas las ventajas que ofrece la diversidad y asuma su responsabilidad con todos y cada uno de los miembros de los grupos de interés, independientemente de su género u orientación sexual”.
Finalmente, esta plataforma también da ejemplos de buenas prácticas que se pueden implementar para promover la igualdad y la equidad de personas LGTBQIA+ y permite medir el progreso de las entidades con herramientas de calidad, de modo que puedan ir mejorando.
Conclusiones
Aún queda mucho por hacer para lograr la inclusión de las personas colectivo LGTB en el mercado laboral y reducir las tasas de desempleo que nos muestran los datos recogidos por entidades y organismos oficiales. Es alarmante saber, por ejemplo, que el 80% de las mujeres están excluidas del mundo laboral y cuando encuentran un empleo, suele ser de carácter precario.
Una mayor presencia en el mundo laboral tendría una repercusión en la visibilidad social, por lo que podemos aprovechar todas las herramientas que se van creando para que toda la sociedad navegue en la misma dirección.
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