Jara Juana Bermejo Vega es física cuántica e informática extremeña de Cáceres, aunque actualmente reside en Granada. Es profesora en la universidad y se dedica a la investigación de temas como ordenadores cuánticos, algoritmos… También investiga otras cuestiones como el odio en las redes sociales.
Jara es queer y trans. Hace bastante labor de divulgación y visibilidad. Es activista en temas diversidad, inclusión y espacios seguros, sobre todo académicos. No obstante, se centra mucho en protocolos antiacoso y de conducta para hacerlos más seguros para todo el mundo. Impulsa proyectos de visibilización de temas sociales o problemáticas que puedan afectar a personas que se dedican a la ciencia.
¿Qué es la computación cuántica?
Es una cosa que suena muy rara y hay personas a las que les da miedo ver ambas palabras juntas. En computación cuánta hacemos cosas que tienen que ver con ordenadores y cuántica. La cuántica es una rama de la física que se dedica a estudiar fenómenos a escalas muy pequeñas, o cosas que ocurren muy rápido (escalas de tiempo muy pequeñas). Se estudia el comportamiento de los átomos, las partículas que componen la materia y las interacciones entre ellas.
Algunos dispositivos que usan la cuántica son por ejemplo los dispositivos láser, como puntero láser o el de depilación. Es una tecnología que usa proceso cuántico para crear una luz bonita coherente y ordenada que es la que vemos en el láser.
Los ordenadores cuánticos utilizan fenómenos que ocurren a escalas muy pequeñas para intentar acelerar los cálculos que hacen los ordenadores. Hay un efecto en cuántica que se llama efecto túnel, que te permite atravesar una pared sin romperla. De manera muy simplificada en los ordenadores cuánticos pasa lo mismo, los programas encuentran atajos y se cuelan por ahí.
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¿Dirías que la ciencia es queer? ¿Qué podríamos aprender de este enfoque?
Hay partes de la ciencia que podríamos ver como queer, aunque la ciencia es bastante compleja. Hoy en día la ciencia no solo se usa para resolver un problema o describir la naturaleza. Es como sistema y está muy ligada a la cultura y el progreso económico. Si la usamos para entender el universo entonces es queer, porque el universo es muy queer.
Hay cosas muy queer en la ciencia. Por ejemplo, los neutrinos. Son partículas muy pequeñas que encontramos en el universo pero que no interactúan mucho con la gente. Hay tres tipos: el del electrón, el del muón y el de tau. Se cambian de tipo entre ellos todo el rato y eso es fluidez de género básicamente. No pueden ser más anti norma binaria. Cuando descubrí este tipo de cosas, pensé ¿Por qué es tan complicado ser queer en la vida real si cuando miras los fenómenos del universo todo es queer?
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Por otro lado, la ciencia es un espacio homogéneo con perfiles muy comunes, y las instituciones de opresión están muy presentes en la ciencia. La mayor parte de las personas que acceden a la ciencia son clase media-alta, blancas, sanas y con un nivel económico que le permite acceder a los estudios o empezar una investigación doctoral. Por lo general, las personas queer tienen a abandonar los espacios de ciencia porque hay discriminación en las espacios de trabajo. Por ejemplo, que se hagan todo tipo de chistes, que haya un evento de trabajo y la personas queer no se entera, o que las actividades estén diseñadas para personas normativas.
Actualmente la ciencia está muy ligada a la tecnología, y bebe mucho del extractivismo colonial del siglo XX. La ciencia moderna está muy ligada a mejorar la superioridad geopolítica, militar y económica de los países colonizadores. Empezando con los descubrimientos milenarios de la astronomía. Esta se empleó para mejorar la navegación, que terminó teniendo un carácter conquistador y de esclavitud (ejemplo de la llegada a América). En muchos casos, la ciencia no solamente no es queer sino que es opresiva. Por eso la gente queer no es muy amiga de la ciencia, porque la ciencia no es muy amiga de elles.
Has comentado un poco el tema de reivindicaciones del colectivo LGTBQIA+ en ciencia y sociedad. ¿Quieres subrayar las más relevantes?
Una de las reivindicaciones más presentes es la llamada ley trans, un proyecto que actualmente está paralizado en España, sobre todo por el partido socialista. Esta ley busca que los derechos de las personas trans se garanticen, como el de la autodeterminación de género, entre otros. Es un derecho que se reivindica desde organismos de derechos internacionales como las Naciones Unidas.
En España, muchas leyes autonómicas españolas lo garantizan a nivel autonómico, pero no estatal. Y esto es necesario por ejemplo para cambiar el DNI. El cambio de documentación de las personas trans genera muchos problemas diarios y es un proceso muy largo. Te exigen hormonación durante dos años, y mucha gente tarda en conseguir las hormonas un año. Y no es fácil de lograr, dado el sistema sanitario actual. A continuación tienes que mandar carta a un juzgado que te tienen que aprobar. Es un proceso que dura años y para mucha gente es un gran problema en su vida.
Una gran reivindicación es que exista la ley LGTBIA para que se reconozcan delitos de odio, y que cuando suframos acoso por la calle, haya una figura legal clara que nos defienda respecto a ciertos tipos de violencia. Igual que con la ley de violencia de género.
En cuanto al matrimonio igualitario, muchas personas queer tienen relaciones poliamorosas, polígamas, o polirománticas. O tienen familias extendidas muy grandes, y hay niñes con varios padres, por ejemplo. En el juzgado todavía ponen padre y madre en la documentación en lugar de progenitor. Esto ni siquiera está en concordancia con la ley de matrimonio igualitario de Zapatero que ya es antigua.
Sigue ese espejismo de que ya hay muchas cosas conseguidas, pero el retroceso y la violencia está aumentando. ¿Cómo ves este tema?
Ahora mismo se están atacando los derechos LGTBQIA+. Hay un esfuerzo geopolítico mundial por parte de varias fuerzas, como partidos conservadores o grupos religiosos. Igual que en su día se atacó el matrimonio gay, ahora ocurre con las personas trans. Han aumentado los discursos de odio tránsfobos.
La transfobia es muy impactante en Reino Unido, España, México, Hungría, Polonia… En EEUU se están desbaratando todos los derechos, quitando tratamientos a menores, por ejemplo, o incluso la custodia los padres. O se publican direcciones de hospitales que hacen procedimientos sanitarios a las persona trans para que la gente los acose públicamente. Estas dinámicas se están extendiendo por todo el planeta.
En España se da un cambio en las políticas LGTBI a partir de 2018. Las llamadas feministas del PSOE deciden ponerse anti derechos trans, cuando hasta 2017 había consenso unánime para aprobar la ley. A partir de 2018 un sector del PSOE se posiciona en contra y actualmente el proyecto está paralizado.
Se han atacado a docentes por tratar el tema LGTBQIA+ en clase, siguiendo estrategias de la extrema derecha. Se están atacando los derechos que ya hay. Como colectivo tenemos que estar unides y resistir mucho. Empezarán con la gente trans y menos normativa, pero irán a por todes.
Hay buenas noticias: somos más fuertes que ellos. Hacen mucho ruido porque están bien organizados, pero sus campañas de odio en redes no tienen fuerza real con la población si esta se une y resiste. Usan muy bien la ingeniería social de datos.
El tema feminista… Hay personas que desde el academicismo van en contra de lo trans.
Sí, pero estas personas no suelen usar argumentos académicos. De hecho son personas antiacadémicas que usan fuentes reaccionarias y sin ningún tipo de cientificismo. Se sabe que el tratamiento hormonal en personas trans, particularmente en adolescentes, reduce los pensamientos suicidas. Si atacas esos tratamientos atacas a personas, pues si se los quitas las dejas en situación muy desesperada.
También apelan mucho a lo raro (rarofobia) y lo asqueroso. Estrategias que funcionan bien desde los partidos de derechas. Al principio al matrimonio gay, lo atacaban mucho aludiendo a imágenes que para personas normativas son asquerosas, como el sexo anal. Pero si lo anal es asqueroso, entonces todo el sexo lo es. Eso está en el imaginario colectivo. Se ve como algo vil en nuestra cultura. Asociamos lo corporal y los fluidos a algo asqueroso, y el odio y la ira nace de ahí. Es muy fácil atacarlo aprovechando la homofobia internalizada que hay.
Las personas trans somos vistas como personas desviadas, y en la cultura audiovisual se nos representa como trabajadores sexuales o putas. Se ha ridiculizado mucho desde la comedia, con espectáculos en los que los hombres se visten mujer de forma cómica y ridícula. Es un colectivo fácil de marginalizar y atacar.
Yo de asquerosa no tengo nada, soy una diva, pero me voy a un bar y no me dejan en paz. En el imaginario popular esto funciona.
Se difunden mitos como que se quiere «transgenerizar’» a les niñes. ¿Será que no tengo mejores cosas que hacer? Además, todes les niñes pasan una adolescencia con cambios hormonales, pero bueno, es otro tema…
Además, se usa el mismo argumento invasionista que con las personas migrantes. Parece que las personas trans «van a quitarnos las escuelas y la seguridad social». No es un argumento realista, pero funciona muy bien
«Todos los argumentos anti trans son anticientíficos. La ciencia dice que las personas somos diversas»
¿Algo más que quieras añadir?
El 28 de junio es la manifestación del Orgullo en Granada. Animo a todo el mundo a venir a reivindicar muchos derechos. Me encantaría conoceros a todes, seguro que sois personas maravillosas. Gracias por tu trabajo y por la entrevista.