En los últimos años, el término interseccionalidad ha ganado popularidad en la discusión sobre justicia social y equidad. Aunque su origen se remonta a los años 70, cuando fue acuñado por la académica negra estadounidense Kimberlé Crenshaw, ha sido recientemente cuando ha tomado mayor relevancia. Pero, ¿qué es la interseccionalidad? y ¿cómo se evidencia la interseccionalidad en personas LGBTIQA+?
En términos simples, la interseccionalidad es la comprensión de que las personas pueden experimentar la discriminación y la opresión de diversas maneras debido a su pertenencia a múltiples grupos marginados. En lugar de ver a las personas como simplemente pertenecientes a un grupo específico (como mujeres o personas de color), la interseccionalidad reconoce que estas identidades no son independientes entre sí, sino que se superponen y afectan la vida y la experiencia de las personas.
Por ejemplo, una mujer negra puede experimentar la discriminación de género y la discriminación racial al mismo tiempo. Además, si es también de bajos ingresos, puede enfrentar discriminación de clase. Las diferentes formas de opresión se interconectan y se refuerzan mutuamente.
Interseccionalidad en personas LGBTIQA+
Para abordar la interseccionalidad en personas LGBTIQA+, es importante conocer que sus experiencias varían según la cultura y la sociedad en la que viven. Las personas LGBT que viven en países donde la homosexualidad es ilegal, pueden enfrentar amenazas a su seguridad y libertad, mientras que aquellos que viven en países donde la discriminación es menos común, todavía pueden enfrentar barreras legales y sociales para la igualdad y la aceptación.
La interseccionalidad en personas de la comunidad LGBTIQA+ es especialmente importante, ya que la discriminación y opresión que enfrentan, no solo se reduce a su orientación sexual o identidad de género, sino que también pueden estar influenciadas por su raza, origen étnico, discapacidad u otras identidades.
Una persona Queer de color, puede también enfrentar una doble diferenciación debido a su orientación sexual o identidad de género y su origen étnico, lo que puede resultar en una mayor exclusión y marginación. Asimismo, una persona trans que vive en condiciones de pobreza, puede enfrentar barreras adicionales para acceder a una buena atención médica y recursos necesarios para su transición.
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Tipos de Interseccionalidad
Existen diferentes tipos de interseccionalidad que se pueden aplicar para analizar la opresión y la discriminación en diferentes contextos. Aquí hay algunos ejemplos:
– Interseccionalidad de género: reconoce que la identidad de género y la expresión de género afectan la forma en que las personas experimentan la discriminación y la opresión. Por ejemplo, las personas trans pueden enfrentar la discriminación tanto por su identidad de género como por su orientación sexual.
– Interseccionalidad de clase: reconoce que la posición socioeconómica de las personas afecta su experiencia de la discriminación y la opresión. Por ejemplo, las personas de bajos ingresos pueden enfrentar discriminación en el acceso a la educación, la atención médica y el empleo.
– Interseccionalidad racial: reconoce que la raza y el origen étnico de las personas afectan la forma en que experimentan la discriminación y la opresión. Por ejemplo, las personas de color pueden enfrentar la discriminación en el acceso a la vivienda, el empleo y la justicia.
– Interseccionalidad de edad: reconoce que la edad de las personas afecta la forma en que experimentan la discriminación y la opresión. Por ejemplo, los jóvenes pueden enfrentar la discriminación en el acceso a la educación y el empleo, mientras que las personas mayores pueden enfrentar la discriminación en el acceso a la atención médica y la vivienda.
– Interseccionalidad de orientación sexual: reconoce que la orientación sexual y la identidad de género afectan la forma en que las personas experimentan la discriminación y la opresión. Por ejemplo, las personas LGBTQ+ pueden enfrentar la discriminación en el acceso a la vivienda, el empleo y los servicios de salud.
¿Cómo se puede abordar la interseccionalidad?
En la actualidad, existen diversas fuentes importantes que ofrecen enfoques y estrategias para abordar la interseccionalidad. Una de ellas es la Teoría Feminista negra, desarrollada por activistas y pensadoras afroamericanas en la década de 1970, que plantea la necesidad de analizar las intersecciones entre el racismo, el sexismo y otras formas de opresión para luchar contra la opresión estructural.
El abordaje de la interseccionalidad en personas LGBTIQA+ implica no solamente el reconocimiento de que la diversidad sexual y de género se cruzan con otras formas de opresión como el racismo, la pobreza y la discapacidad. En este sentido, es importante que se tomen en cuenta las experiencias de todas estas personas, así como sus orígenes e identidades para identificar las desigualdades específicas que enfrentan en su día a día.
También es importante que los activistas LGBT comiencen a construir alianzas sistémicas con otros grupos marginados para luchar en pro a la igualdad de derechos y oportunidades, pues es una manera de crear comunidades más justas y equitativas para todas las personas. El activisto y la organización comunitaria son herramientas fundamentales para combatir la discriminación y la exclusión en distintos contextos.
En conclusión, la interseccionalidad nos recuerda que la discriminación y la opresión no son fenómenos simples, sino complejos y multifacéticos. Al considerar las diferentes formas en que las personas experimentan la discriminación, podemos trabajar para crear soluciones más inclusivas y justas que aborden las complejas