La ciencia es un terreno cisheteropatriarcal. De hecho, una nota de Ecofeminita escrita a principios del 2020, asegura que solo tres de cada diez investigadores en el mundo son mujeres. El caso de las personas LGBT que se dedicaron a la ciencia es igual de desolador, pues estuvieron relegadas a la clandestinidad.
En febrero de este año, el diario español El Periódico hizo una recopilación de doce historias anónimas de científicas que acusaban y demostraban cómo el campo de la ciencia “también esconde espacios plagados de actitudes misóginas, micromachismos, techos de cristal y situaciones de acoso”.
Hablar de ciencia y de las personas de la comunidad LGBTIQ+ es entrar en terreno, tristemente, de discriminación. Según Pride in STEM, una organización benéfica que apoya a los científicos a nivel internacional desde el Reino Unido, el 28% de las personas LGBT que trabajan en el campo de la ciencia han considerado dejar sus trabajos debido a la hostilidad en el ambiente laboral.
Por ejemplo, en una nota del Observatorio y el Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey se afirma que en el campo epistémico de la física la mitad de les estudiantes no binaries y trans son acosados dentro de sus respectivos departamentos.
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Así como en diversos campos se ha ido dando más visibilidad a las personas de la comunidad LGBT que luchan por los derechos y que impactan en las diferentes áreas, como en lo cultural y lo político, es importante que empecemos a hablar de les científiques que cambiaron la historia con sus innovaciones.
Y así, por supuesto, seguir dándole visibilidad a les profesionales que hoy en día luchan por ejercer dentro de los espacios de la ciencia que están marcados por la discriminación.
Personas LGBT que se han dedicado a la ciencia y que han causado impacto a lo largo de la historia
1. Alan Turing
Fue un matemático, informático teórico, criptógrafo, biólogo y filósofo británico. Es considerado uno de los padres de la computación (debido a sus contribuciones en la máquina electromecánica) y precursor de la informática moderna. De hecho, gracias a sus invenciones, fue uno de los causantes de la victoria de Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial, debido a que fue capaz de descifrar mensajes encriptados de los nazis.
En el Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido, y después de finalizar la guerra, Turing diseñó uno de los primeros computadores electrónicos digitales. Asimismo, es conocido por el test de Turing que sirve para juzgar la inteligencia de una máquina comparando sus respuestas con las de un ser humano.
En 1952 la carrera de este matemático se vió interrumpida debido a que fue descubierta su homosexualidad. A pesar de ser condenado, el juez le concedió libertad condicional si se hacía la castración química para “curarse”. El deterioro de su salud física y mental después de eso llevó a Turing al suicidio.
2. Sally Ride
La primera física estadounidense en viajar al espacio y la primera mujer LGBT conocida en la NASA. Según el fundador de la página web Ciencia LGBTIQ y el director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia: “La NASA es un entorno conservador en muchas cosas, al ser un organismo público con tanta proyección social. Prefieren que sus estrellas, los y las astronautas, se mantengan en un plano blanco y aceptable para todos los públicos”.
A pesar de que su orientación sexual y el hecho de que mantuvo una relación por 27 años con la profesora Tam O´Shaughnessy no fue público hasta después de su muerte, la física y astronauta de la NASA contribuyó a la historia y asimismo a la visibilidad de la comunidad diversa en la ciencia.
Estudió física en Stanford y cuando entró a la NASA hizo parte de la tripulación de la misión STS-7 en 1983 a bordo del transbordador espacial Challenger, mismo transbordador en el que volvió en su segunda misión espacial al año siguiente.
Al terminar su etapa en la agencia de gobierno de los Estados Unidos como responsable del programa espacial civil (NASA), Ride se volvió profesora de la Universidad de California en San Diego donde enfocó sus esfuerzos en las niñas que quisieran dedicarse a una carrera en la ciencia.
Ride y O´Shaughnessy, su pareja, fundaron juntas la fundación Sally Ride Science que busca inspirar y promover la educación en las mujeres que quieran trabajar en la ciencia, la tecnología, las matemáticas o la ingeniería.
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3. Ben Barres
Fue un neurobiólogo estadounidense con experiencia de vida trans reconocido por su investigación sobre cómo funcionan las interacciones entre las neuronas y las células gliales (células nerviosas). De hecho, según una nota de Homosexual, sin Barres “no sabríamos con mayor exactitud cómo es el funcionamiento de nuestro cerebro”.
El neurobiólogo realizó su cambió de género a los 40 años, en 1997, y se convirtió en el primer científico abiertamente trans en trabajar en la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en el 2013.
El haber iniciado en el mundo de la ciencia antes de su tránsito le dió la oportunidad a Barres de darse cuenta del sexismo característico en el mundo académico. Después de su transición, el neurobiólogo denunció estos comportamientos y tuvo que experimetar otro tipo de discriminación que dificultó el proceso de sus investigaciones.
“Cuando decidí cambiar de sexo hace 15 años, no tenía modelos a los que seguir. Pensé que tenía que decidir entre mi identidad y mi carrera. Cambié de sexo pensando que mi carrera podía estar acabada. La alternativa que contemplaba seriamente era el suicidiom pues no podía seguir como Barbara”, afirmó Barres en una declaración que hizo en el 2012 sobre su transición,.
A pesar de todas las dificultades que tuvo que atravesar, Ben Barres tenía la esperanza de que su transición sirviera para visibilizar a todas las personas trans, y en general al colectivo LGBTIQ+, que trabaja en la ciencia.
4. Sara Josephine Baker
Fue una médica estadounidense reconocida por sus estudios en la mortalidad infantil y su trabajo por mejorar la salud de los inmigrantes y de los niños que vivían en los barrios marginales de Nueva York.
Es importante resaltar de entrada que Baker fue la primera ciudadana estadounidense en recibir un doctorado en salud pública. Fue la primera directora del Bureau of Child Hygiene en Nueva York y es reconocida también por su labor contra las epidemias como el primer brote de tifoidea.
Baker irrumpió en los estereotipos de género y, a pesar de estudiar en un ambiente sumamente conservador, se vestía con trajes de cuello alto y corbatas. Fue militante, feminista y sufragista. De hecho, hizo parte de la primera marcha feminista en Estados Unidos.
En una nota de TEKCRISPY se cita un documental que recoge la vida de muchos científicos LGBT: “Baker se complació intelectual y emocionalmente al enfrentar los desafíos de ingeniería, burocráticos y de relaciones públicas de la salud pública, al tiempo que mantuvo una práctica médica privada lucrativa hasta que sus responsabilidades ejecutivas se volvieron demasiado exigentes”.
Debido a ser una persona muy reconocida y haber ganado el respeto de sus colegas, su homosexualidad no fue una carta en contra en su carrera. De hecho, Baker vivió muchos años con su pareja, la escritora Ida Alexa Ross Wylie.
5. James Berry
Cirujano del ejercito británico. Nació como Margaret Ann Bulkley, sin embargo, asumió una identidad masculina para estudiar medicina. Nunca se supo con exactitud si su decisión fue únicamente para poder progresar en su carrera o porque Berry realmente se identificaba como hombre.
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Fue un cirujano muy destacado. Hizo un doctorado en 1812, se cree que asistió a las tropas en la Batalla de Waterloo y sirvió en las colonias británicas de Sudáfrica e India. Fue nombrado Inspector Médico en Ciudad del Cabo y contribuyó en la mejora del agua potable. En ese tiempo, se le atribuye la primera cesárea exitosa en África.
El sexo biológico de James Berry solo se conoció hasta después de su muerte por la encargada de praparar su cuerpo para el entierro.