El 9 de junio el Ministerio de Educación de Buenos Aires comunicó que regularía el uso del lenguaje inclusivo en todas las escuelas, tanto públicas como privadas. Esta regulación significa que el uso de la “e” o la “x” queda fuera de posibilidad al momento de enseñar.
En la resolución se lee que los profesores “deberán desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para sus enseñanzas”. Precisamente, el gobierno envió a las instituciones educativas tres guías estableciendo las recomendaciones y prácticas para una comunicación inclusiva elaboradas por expertos del Ministerio de Educación. En dichos documentos se muestran las formas para evitar un lenguaje sexista “sin deformar la lengua”, informa ABC.es.
“La lengua española brinda muchas opciones para ser inclusiva sin necesidad de tergiversar la lengua, ni de agregar complejidad a la comprensión y fluidez lectora”, se lee en la resolución.
La preocupación del alcalde Horacio Rodríguez Larreta se basa en los resultados de la última evaluación de la Lengua. A finales del 2021 se demostró que dos de cada diez alumnes no eran capaces de resolver una tarea sencilla sobre textos breves. Esto es un 64% más del 2019, teniendo en cuenta que el año siguiente, debido a la pandemia, los niñes debieron quedarse en casa todo un año.
Soledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, afirma en Clarin.com:
“Nosotros formarnos a chicos para que sean personas libres, y para eso tienen que poder decidir sobre la base de la información. Si son chicos que están aprendiendo a leer, que tienen dificultades en la comprensión y en la escritura con fluidez, como vimos en una gran proporción de chicos de tercer grado, y le damos textos que tienen barreras, obstáculos, como la x o el @ no les estamos permitiendo formarse correctamente. Porque no van a aprender las reglas, y no van a poder después decidir usarlas”.
Según Acuña la idea no es perseguir y ni establecer “una caza de brujas” contra los docentes que no respeten los nuevos lineamientos pero les que no respeten la nueva resolución podrían ser sometidos a acciones administrativas o sumarios que correspondan.
A raíz de dicha decisión, la Unión de Trabajadores Estatales (UTE) sacó un comunicado en el que afirmaban que dichas prohibiciones al momento de usar el lenguaje inclusivo “despliega nuevas formas de violencia hacia aquellas infancias y juventudes que no se reconocen en el masculino o el femenino como constitutivo de su identidad”.
La primera jurisdicción en establecer posición sobre el lenguaje inclusivo en espacios educativos se dio en una capital donde el uso de la “e”, la “x” y el “@” está extendido entre los adolescentes. En Argentina, el uso de la “e” empezó a ser más recurrente en el 2018 durante las manifestaciones multitudinarias a favor de la legalización del aborto. Después de esto se extendió su uso impulsado por la comunidad LGBTIQ+ y el feminismo y llegó hasta los espacios educativos.
Se sospecha que esta resolución que protege la lengua española y así mismo el aprendizaje de les niñes, está muy marcada por la política y demuestra la diferenciación de los partidos más relevantes en Argentina. Jaime Perczyk, ministro de Educación, y Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de Mujeres, Género y Diversidad, están en contra de la decisión del alcalde.
“Las escuelas deben ser ámbitos inclusivos y democráticos que respeten la libertad y la diversidad. Nada bueno se aprende de una prohibición”, afirma Gómez Alcorta.
Siguiendo las recomendaciones de la ONU, prohibir el uso del lenguaje inclusivo podría incurrir en un acto discriminatorio, ya que sesga a les jóvenes de las realidades a su alrededor. Volviendo a un artículo que escribimos en every sobre el lenguaje inclusivo como apuesta política tomamos la definición de la ONU que afirma que el lenguaje inclusivo es “la manera de expresarse oralmente y por escrito sin discriminar a un sexo, género social o identidad de género en particular y sin perpetuar estereotipos de género”.
Mauro Cabral, activista transgénero argentino, escribió en una de sus columnas: “Arrobas, equis, asteriscos. La escritura de la diversidad —y, más aún, de la disidencia sexual— tiene hoy en día un repertorio diverso y disidente de rupturas con el binario en la lengua. Y es que la lengua, ya se sabe, vuelve reales a quienes nombra, y otorga una realidad espectral a quienes, por imposibles, calla. Realmente imposibles”.
El lenguaje inclusivo es una forma gigante de respetar las experiencias diversas (léase ¿Cómo usar los pronombres neutros?) y así como existen estudios que sustentan que el uso de la “e”, la “x” o el “@” dañan la lengua española y afectan el aprendizaje de les jóvenes, existen muchas respuestas a los argumentos en contra del lenguaje inclusivo.
Les dejo esta frase escrita en una de las notas de every:
«La lengua está viva y es patrimonio de sus hablantes. No obstante, desde el academicismo ortodoxo se proyecta la idea de hablar bien o hablar mal, cuando ya sabemos que las variedades de uso y forma que pueden adquirir una lengua son infinitas (…) No sabemos qué pasará en el futuro con el lenguaje inclusivo. Es posible que persista su uso en la lengua oral e informal. Lo que sí sabemos es que nadie puede controlar algo tan vivo y cambiante como es la lengua, que cambia y se adapta a los hablantes y al uso que continuamente hacen de la misma.»