Las dificultades de las paternidades homosexuales

A pesar de todos los avances en derechos que poco a poco se van consiguiendo, la sociedad sigue poniendo en el punto de mira a las familias en las que los progenitores son personas homosexuales. Aún existe la discriminación, y las personas con modelos de familia no tradicionales siguen siendo estigmatizadas por sus entornos y comunidades.

Está claro que cada vez hay más recursos para que una pareja de hombres homosexuales puedan adoptar y convertirse en padres. Cada vez se dan más pasos para que la adopción sea una realidad en cada vez más países, pero la lucha para conquistar estos derechos sigue activa en muchos lugares.

El miedo de los padres homosexuales

En Estados Unidos, el derecho de adopción para las personas LGTB se consiguió en el año 2015. No obstante, destacan datos como los del estudio Gay fathers face stigma as parents, realizado por Lisa Rapaport en 2019. En él se revela que muchas parejas homosexuales encontraron barreras para acceder a la adopción, y concretamente el 41% tuvo dificultades con el proceso. Investigaciones como esta revelan cómo el sistema va poniendo frenos a pesar de las garantías legales y derechos conquistados a lo largo de los años.

papas gay con hije
Foto: envato

El estudio de Lisa Rapaport también reveló que casi dos terceras partes de los padres homosexuales tienen interiorizado un estigma que va de la mano con el miedo a ser maltratados o discriminados. Además, uno de cada tres padres afirmaron que sus hijos fueron discriminados y estigmatizados a causa de otros niños. Y uno de cada cinco padres afirmó que sus hijos evitaban hacer nuevos amigos por miedo a hablar del tema familiar y ser agredidos física o verbalmente entre sus grupos de iguales.

Vemos que no solamente los padres homosexuales sufren el estigma, sino también sus descendientes. Está claro que los hijos de hombres homosexuales tienen mayor probabilidad de sufrir discriminación en entornos escolares por el tipo de familia en el que se han criado. Por vivir en un contexto que ataca la diversidad de manera frontal y directa.

Por otro lado, en países como en EEUU vemos que no todos los estados ofrecen las mismas protecciones legales en temas como el matrimonio, las uniones civiles, las parejas de hecho, la adopción, la custodia de los hijos y las políticas contra el acoso escolar.

Finalmente, cabe destacar que este tipo de estudios suele dar visibilidad a la realidad de hombres blancos de clase media. No hay que olvidar que determinados factores de carácter interseccional afectan también, como la cultura, el origen étnico, el poder adquisitivo o la diversidad funcional.

padres gay con hije
Foto: envato

El concepto de familia

La familia como institución ha tenido mucho peso a lo largo de la historia en muchas partes del mundo. El modelo ideal formado por la unión entre un hombre y una mujer sigue fuertemente arraigado en el imaginario colectivo. Además, tenemos tatuado en la mente que la familia es algo que recibe una bendición por parte de la iglesia, de la sociedad y de la comunidad. Es algo importante que atraviesa la vida de las personas, y está marcada por unas gafas de dualidad que nos hace ver como algo extraño todo aquello que rompa el estereotipo tradicional.

Como afirma Mari Luz Esteban:

En nuestra sociedad la familia sigue siendo la principal institución suministradora de asistencia que atiende a las situaciones de dependencia de sus componentes y a su mantenimiento y protección: gestación, crianza, salud, manutención, vestido, alojamiento, educación, transmisión de valores, cuidados, de forma que las instituciones públicas de asistencia son más un suplemento que una sustitución de lo que se realiza en familia.

Mari Luz Esteban. Crítica del pensamiento amoroso.

Como curiosidad sobre el matrimonio, cabe destacar que en la Edad Media existía la llamada Adelfopoiesis. Era una unión entre dos personas del mismo sexo que tenía validez religiosa y legal, y que era llevada a cabo por la iglesia. Eran uniones fundamentalmente entre hombres, pero también hay constancia de mujeres que llevaron a cabo este tipo de unión.

Autores como J. Boswell afirman que la homosexualidad en Europa fue aceptada por la Iglesia hasta el siglo XIII, y que este ritual era una muestra de ello. No obstante, lo que está claro es que los valores van cambiando con el tiempo, pero en la época actual, seguimos fijos en un modelo antiguo y desfasado de matrimonio.

Adopciones Homoparentales y Familias LGTB

Ante un caso del proceso de adopción en parejas LGTB, pueden darse diferentes circunstancias.

En primer lugar, cuando uno de los progenitores quiere tener un hijo con su propio material genético, aparecen varios casos. Si se trata de mujeres lesbianas o bisexuales, una de ellas suele tomar la decisión de quedarse embarazada. Si ambas mujeres son pareja de hecho y no están casadas, el hijo sería legalmente del miembro de la pareja que se queda embarazada. Para solventar esto, la solución más recurrida es registrar al bebé en el registro a nombre de ambas. Asimismo, la mujer que no haya sido gestante tendrá que iniciar un trámite de adopción.

No ocurre lo mismo cuando los padres son dos hombres homosexuales o bisexuales. En este caso, se abre la puerta a la posibilidad de un tema polémico y espinoso: la gestación subrogada.  

Foto: envato

La gestación subrogada como arma arrojadiza contra los hombres homosexuales

Uno de los ataques más feroces que se le hace al matrimonio gay o uniones civiles entre dos hombres homosexuales o bisexuales, tiene que ver con el tema de la gestación subrogada. Además, está prohibida en España, según el artículo número 10 de la ley de reproducción asistida.

En esta práctica, una persona gestante accede a quedarse embarazada del hijo de otra persona o pareja. Los óvulos y espermatozoides idealmente son aportados por los futuros padres, mientras que la madre gestante aporta solo el útero. Previo al momento del parto, se firma un contrato en el que la madre gestante renuncia a sus derechos de maternidad sobre la criatura.

El debate en España parte de que se instrumentaliza a la mujer o persona gestante al considerarla una mera vasija. En países donde esta práctica es habitual, como Ucrania, muchas personas podrían recurrir a esto por necesidad económica.

Además del debate, se utiliza como arma arrojadiza contra los hombres homosexuales que quieren convertirse en padres con su propio material genético, cuando es una práctica que también realizan parejas heterosexuales que tienen poder adquisitivo suficiente para recurrir a este tipo de contrato en países donde sí está permitido.

Ataques históricos a la adopción

Son muchos los testimonios de parejas LGTB que se han visto atacadas a la hora de adoptar una criatura a lo largo de la historia. Por ejemplo, los ataques por parte de profesionales de la psicología que afirmaban, por ejemplo, que no era lo más adecuado para la criatura. O que desde el entorno médico se aconsejara que, por el bien del menor, se le dijera quién era el padre biológico.

Todo esto es solo una muestra de cómo los profesionales de la salud pueden hacer mucho daño con afirmaciones categóricas que chocan frontalmente con la realidad de la diversidad. Recordemos que hace no mucho, los propios psicólogos trataban de corregir la homosexualidad al considerarla un trastorno mental.

Ver La historia de la despatologización del colectivo LGTB

En diferentes entrevistas a padres homosexuales, estos relatan que tenían mucho miedo creado por el entorno que les lanzaba mensajes de que lo que estaban haciendo no era natural. Esto conecta históricamente con la época en la que existía un fuerte estigma relacionado con el VIH y el sida. Una época en la que a los hombres homosexuales se les prohibía donar sangre.

Crecer en un entorno que ataca la diversidad únicamente genera estigma que tanto los padres como los menores interiorizan de manera temprana y recurrente. Se interioriza el malestar de ser diferente, y de que el modelo de familia con quien tienes los vínculos más fuertes no es el adecuado. Que tus descendientes pueden sufrir más violencia que el resto. Que tus afectos no tienen el mismo valor por salirse del camino de lo que supuestamente es lo natural.

 

Fuentes:

  • Boswell, J. (1996). Las boda de la semejanza: uniones entre personas del mismo sexo en la Europa premoderna. Barcelona: Muchnik Editores.
  • Mari Luz Esteban. Crítica del pensamiento amoroso (2011).
Mas noticias de Familias diversas