Históricamente, lo masculino siempre ha estado asociado con características específicas que han hecho mucho daño a mujeres y otras personas que no cumplen con estos estándares.
Generalmente, se asocia al hombre con la fuerza, la violencia y el dominio. Desde una edad temprana, se educa a los niños a hacer “cosas de hombres” (jugar con carros, practicar deportes violentos y vestir de azul). También se les enseña qué cosas “no son del hombre”, como llorar, demostrar emociones o ser afectuoso.
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En la actualidad, esta forma de ser del hombre y de educar a los niños está cambiando, puesto que se han vuelto características inaceptables en cualquier hombre, ya que no aportan a la construcción de un trato igualitario.
Muchos hombres, además, están reconociendo y cuestionando los privilegios que obtienen solo por ser hombres. Este es el primer paso para comenzar a hackear las actitudes machistas que se nos fueron infundadas desde pequeños.
El Gobierno de México hace las siguientes recomendaciones para construir nuevas masculinidades:
- Compromiso de los hombres para cambiar la situación de desigualdad. Esto incluye reconocer los privilegios que reciben.
- Reconocer y dejar de aplicar conductas que socialmente se han dicho que son exclusivas de hombres y un ánimo honesto para comprometerse a reaprender.
- Estar firmes en su decisión de cambio.
- Eliminar la mentalidad de que alguien debe servirle.
- Fomentar la amistad entre hombres desde otras perspectivas que no sean la violencia o el bullying.
¿Qué son las nuevas masculinidades?
Se puede entender como “nuevas masculinidades” el cambio de actitud del hombre hegemónico por una que aporte a la igualdad social.
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Uno de los fines más importantes de las masculinidades alternativas es lograr disminuir los casos de violencia relacionados con el género. De igual forma, se requiere aportar al rechazo de actitudes machistas que afectan la integridad de otras personas.
De este modo, el trabajo por lograr una nueva masculinidad va a ayudar a desarrollar empatía en el hombre que era considerado violento y sujeto de servicio. Gracias a esto, el hombre va a tomar conciencia sobre cuánto puede estar presente en lugares de atención, cuidado y limpieza, así como a disminuir prejuicios hacia las personas diferentes.
Tipos de masculinidades
La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México define varios tipos de masculinidades:
Masculinidad hegemónica: Según la definición dada por la CMNDH, “Sus integrantes se caracterizan por ser personas importantes, independientes, autónomas, activas, productivas, heterosexuales, y a nivel familiar, proveedoras y con un amplio control sobre sus emociones”. Sin embargo, el concepto propuesto usualmente por R.W Connell, describe el hombre hegemónico como una forma de garantizar la posición dominante del hombre ante la posición sumisa de la mujer.
Masculinidad subordinada: R.W Connell define esta masculinidad como aquella que sufre el hombre que es rechazado. Un ejemplo muy claro de esto es el hombre GBT (Gay, Bisexual o Trans). Este tipo de masculinidad viene siendo documentada en la comunidad LGBT desde muchos años atrás, con investigaciones científicas que ponen en evidencia una subodinación por causa de la discriminación del hombre hegemónico.
Masculinidades alternas: Es la masculinidad del hombre que es consciente de sus beneficios y de la subordinación en la que viven mujeres y hombres que no se adaptan al modelo hegemónico y controlador. Es el hombre que decide cambiar su actitud y tomar conductas que no discriminen a nadie.
Otros términos relacionados con las masculinidades
Machismo: El término incluye comportamientos estereotipados que refuerzan la superioridad del hombre hegemónico, comportamientos de supremacía masculina, de dominio y control. Sus manifestaciones son diversas y tienen impacto violento y a diferentes escalas en las personas a quienes se dirige.
Micromachismo: Son actitudes que se caracterizan por no ser exactamente violentas, sino más bien expresiones más sutiles de violencia. Incluso, puedan pasar casi desapercibidas, ya que suelen ser consideradas como aceptables o una muestra de caballerosidad.
Sin embargo, al analizar estas actitudes vemos un trasfondo misógino en ellos, como por ejemplo, no tomar en cuenta a la pareja en las decisiones que impliquen a ambos o ser condescendiente y paternalista. Es posible identificar estas actitudes y cambiarlas por medio de la reflexión y el autorreconocimiento.
Organizaciones para hombres que buscan igualdad
Existen múltiples organizaciones que tienen como objetivo hackear el machismo y la violencia que representa la hegemonía masculina en ámbitos públicos, organizacionales, entre otros. Estas organizaciones no gubernamentales aportan a un mundo más inclusivo, donde se da cabida a repensar y ser un mejor hombre.
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Asociación de Hombres por la Igualdad de género (AHIGE): Según su portal: “AHIGE surgió en el seno del grupo de hombres de Málaga creado a principios de 2001, como necesidad de dar dimensión social a los cambios y vivencias que estábamos experimentando. Nuestros objetivos básicos son trabajar contra la discriminación estructural que esta sociedad machista genera (básicamente sobre las mujeres y personas no heterosexuales) y favorecer el cambio de los hombres hacia posiciones igualitarias.”
Gendes (México): Buscan un mundo donde el hombre participe en la construcción de la igualdad de género. En Gendes podremos encontrar líneas de atención especiales para el manejo de las emociones de los hombres. Así mismo, aporta gran cantidad de estudios e investigaciones para informar a toda la población sobre las nuevas masculinidades.
De Machos a Hombres (DMAH): Con la intención de “desafiar el machismo empresarial”, la organización DMAH asesora e informa a empresas para ayudarles a concretar sus políticas de diversidad, inclusión e igualdad. También proponen nuevas estrategias, contenidos y campañas de comunicación que aporten a la construcción de un mejor clima laboral. Asimismo puede resultar muy interesante seguir sus redes sociales, pues allí se publica contenido informativo sobre las nuevas masculinidades y qué podemos hacer los hombres para tener actitudes alternas a la del hombre hegemónico opresor.
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