Hace poco más de dos años el mundo entero se paralizó ante la llegada de un virus totalmente desconocido y que nos hizo reflexionar sobre nuestro ritmo de vida actual. La COVID-19 fue durante semanas una realidad oculta para después pasar a ser una pandemia mundial. El miedo de una situación similar se encendió con la llegada de la viruela del mono.
Este tipo de enfermedades no es nuevo, pues hace cien años España sufrió la gripe y hace quinientos se vivió la viruela en el continente americano. Aunque esta y la viruela comparten el mismo género infeccioso tienen orígenes totalmente distintos y con síntomas y características muy distintas. Durante el mes de julio la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica de España confirmó casi 3.000 casos de viruela del mono en el país.
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El epicentro en Europa
El pasado mes de mayo saltaron todas las alarmas en Europa ante el primer caso de viruela del mono en el viejo continente. El epicentro: una sauna situada en pleno centro de Madrid. En un principio el brote estuvo originado por un contagiado infectado semanas anteriores durante un viaje en África, y es que la viruela del mono sí existe como enfermedad endémica en algunos países de este continente, sobre todo en las zonas más centrales y occidentales.
La primera vez que el virus de la viruela del mono, o la viruela símica (llamada así porque proviene de los simios), traspasó el hemisferio sur fue a principios del s.XXI, concretamente en el año 2003 año en el que se detectó en Estados Unidos un brote con 93 personas infectadas tras tener contacto con perritos de la pradera, previamente infectados por ratas que contenían el virus del mono. No obstante ese brote no se expandió y tan solo afectó al país americano, por lo que el brote en Madrid este 2022 ha supuesto el primer contacto de Europa con la viruela del mono.
¿Cómo se contagia la viruela del mono?
Como bien hemos informado con anterioridad en este texto, la viruela del mono fue nombrada así porque su descubrimiento, en el año 1958, se hizo bajo unos experimentos con simios en Dinamarca. Sin embargo, investigaciones posteriores afirmaron que no solo los monos podían incubar el virus sino que otros animales como las ardillas, las ratas, los ratones y los conejos también eran grandes transmisores.
Por lo tanto, la transmisión animal-humana parece demasiado simple, por contacto directo a través de la sangre, líquidos corporales o mucosas, aunque por otro lado, la transmisión entre humanos es mucho más rápida. La infección de la viruela del mono puede ser asintomática y de esta manera no se podría contagiar a nadie. En caso contrario el contacto físico, por mínimo que sea, e incluso la ropa o cualquier objeto puede ser un transmisor de la enfermedad, por lo que convivir con un infectado eleva casi a un 100% las posibilidades de contagio.
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Síntomas
Lo primero a destacar es la baja mortalidad del virus. Además, los expertos indican que solo pueden contagiarse las personas nacidas a partir del año 1980, ya que hasta esa fecha la vacuna de la viruela era obligatoria para todos los niños.
Los síntomas pueden ser variados aunque todos ellos aparecen entre la 2º y la cuarta semana de incubación, por lo que hasta que no pasa ese periodo no podemos saber si estamos contagiados o no. Entre los síntomas más comunes se encuentran fiebre, dolores musculares, dolor de espalda, dolor de cabeza, ganglios linfáticos inflamados y, el más común, erupciones cutáneas y lesiones por la piel. Estas últimas suelen presentarse en la cara, manos, pies y genitales, y se trata de pústulas amarillentas que con el tiempo forman costra, se secan y se caen.
Así, la mayoría de todos estos síntomas desaparecen con el paso de los días, sin necesidad de tratamiento y es muy extraño que existan complicaciones médicas de algún tipo. Aunque siempre es recomendable prestar más atención a los grupos más vulnerables como niños y personas con enfermedades previas.
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Situación actual
En la actualidad España es el primer país a nivel mundial con más casos de viruela del mono (3.125 casos) por encima de Alemania (1924), Reino Unido (1856) y Francia (912). En total solo en Europa ya se han detectado más de 7.000 contagiados, frente a los 3.200 de casos repartidos por el resto del mundo.
El crecimiento exponencial que ha sufrido el virus del mono hace pensar que quizá estemos ante la próxima pandemia sanitaria. Aunque el nivel de contagio y la mortalidad no son las mismas que cuando la COVID-19, los expertos avisan de las posibles consecuencias si no se toman medidas pronto. Por su parte, la OMS ya ha reconocido la propia mutación del virus y recuerda que los contagios ya han llegado hasta el continente asiático.
