Hace ya trece años desde que apareció la primera de las criptomonedas, y quizá la más conocida: el bitcoin. Aunque no hace falta ser un erudito en finanzas y banca lo cierto es que resulta algo complicado entender cuál es exactamente el funcionamiento de una moneda digital. En definitiva, esa es la definición de criptodivisas, una moneda digital que sirve como método de pago sin necesidad de una entidad financiera de por medio.
Desde que comenzó la crisis de la COVID-19 la recomendación siempre ha sido la de utilizar tarjetas de crédito por encima de dinero en efectivo, con el fin de prevenir contagios. Esta crisis sanitaria ha acentuado y acelerado ciertos cambios sociales que ya venían empujando fuerte: el teletrabajo, la concienciación de la crisis climática, la conciliación familiar y, también, otro en el ámbito económico como son las tarjetas de crédito. Entre los más jóvenes es lo más común, prescindir de dinero en efectivo y usar otro tipo de métodos de pago.
De hecho, lo hemos visto, recientemente, con la gran popularidad que ha tomado la aplicación de Bizum (aunque en la mayoría de los casos sirve como un método de envío rápido de dinero más que de pago) y los bancos online (todo el proceso se lleva a cabo de manera virtual y no existen sucursales físicas). Con la revolución que está suponiendo el avance de las nuevas tecnologías a todos los niveles de la sociedad, no resulta descabellado imaginar el día en que desaparezca el dinero como lo conocemos hasta ahora. Hablamos entonces de la llegada de las criptomonedas como sustitutas del dinero físico y efectivo que dan lugar a unos productos financieros mucho más seguros y sin intermediarios
Criptomonedas: Bitcoin, Ripple, Dogecoin y un largo etc
Aunque el método de las criptomonedas es totalmente legal aún existe cierto vacío en su regulación, pues todavía no se consideran un método de pago. Esto se debe a que no cuenta con el respaldo de los grandes bancos nacionales ni tampoco de entidades financieras a nivel internacional. Sin embargo, su popularidad va cada vez más en aumento gracias a la posibilidad que dan las criptodivisas de generar dinero, dependiendo, por supuesto, de la subida a bajada del precio de cada moneda virtual. ¿Entonces, es posible generar dinero con las monedas virtuales? La respuesta es sí.
Para empezar hablaremos de la cartera virtual o también llamada wallet, el sitio donde se almacenan nuestras monedas online. El proceso de compra es sencillo a simple vista: las criptomonedas son activos que fluctúan y en consecuencia cada día tienen un precio distinto (lo que hablábamos antes de la subida y la bajada, como cualquier moneda de estado), por lo que en principio es tan simple como comprar ese activo por el precio del momento. Es decir, comprar, por ejemplo, 5 bitcoins a un precio de 100 euros cada uno, por lo que en total la inversión será de 500 euros. Aunque estas cifras son irreales, ya que actualmente el precio del bitcoin se sitúa en torno a 38 mil euros, sí reflejan el modo de compra de las monedas virtuales. Las ganancias se obtienen cuando el precio de la criptomoneda aumenta por encima del valor por el que la hemos adquirido, ahí es cuando comenzaremos a ganar dinero. Llegado el momento, los beneficios no se quedan en la cartera virtual, sino que estarán disponibles para realizar una transferencia directa a nuestra cuenta bancaria, esta vez sí fuera del mundo virtual.
Todas las divisas virtuales, Bitcoin, Ripple, Dogecoin, Dash o Monero, algunas de las más famosas, funcionan prácticamente igual en ese sentido. La variación vendría en forma de software, algoritmos, cantidad de unidades e incluso en la seguridad de las transacciones. En esta línea es imposible recomendar o aconsejar sobre la mejor criptomoneda actual, pues cada una oferta distintos tipos de especificaciones y valor en el mercado. Aunque la más conocida, y también la más longeva, es el Bitcoin, a día de hoy cualquiera es accesible siempre y cuando se invierta con seguridad. Reciente es el caso en el que Estados Unidos ha conseguido recuperar más de 3 mil millones de euros en bitcoins del estado americano robados hace más de seis años por un hacker especializado.
Monedas virtuales ¿más ventajas o más inconvenientes?
Sin duda alguna el principal beneficio de las criptodivisas es la descentralización del sistema bancario, lo que significa una democratización y liberación económica en la que se eliminarían los intermediarios (los bancos) y no serían necesarios para involucrarnos en el sistema y mercado financiero de cualquier estado. Lo que supondría una baja de costes de transacción que, además, se podrían realizar con más rapidez y bajo una confidencialidad de datos mucho más segura.
Pero, ¿suple todo esto la falta de confiabilidad en ellas? Las criptomonedas pueden ser el dinero del futuro, pero no lo son ahora en el presente, y una de las razones es precisamente el problema de la confianza, pues no todo el mundo confía en un sistema que aún no está avalado por ningún organismo oficial (aunque Rusia podría ser próximamente en regular el bitcoin como ‘análogo de divisa’). A ello se le suma la falta de regulación y de un conocimiento completo de su funcionamiento.
Sea como fuere está claro que el futuro es de las nuevas tecnologías y cada vez estamos más cerca de un mundo 100% digital.