La tecnología ha tenido un gran impacto en ayudar a empoderar a la comunidad y crear una sociedad más inclusiva en el proceso. Ejemplo de ello es la creación de redes sociales LGBT que promueven espacios seguros para las personas de este sector.
Han pasado 50 años desde los disturbios en Stonewall en 1969, cuando la homosexualidad era criminalizada en la mayoría de los países. Esta lucha, que no ha parado, ha acumulando logros como el hecho de que en 1994 la Organización Mundial de la Salud dejara de reconocer la homosexualidad como un trastorno mental.
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Sin embargo, la lucha no está ganada aún. Recordemos que hace no mucho (2016) tuvo lugar la masacre de la discoteca gay Pulse, en Orlando. Con 49 personas fallecidas y 53 heridas. Hechos como este, demuestran que el colectivo tiene muy presente la necesidad de contar con espacios seguros donde poder ser y expresarse en libertad. Y esta seguridad también se busca en los espacios virtuales.
Aplicaciones LGBT y la necesidad de espacios seguros en Internet
La necesidad de tener espacios cibernéticos libres de violencias ha dado lugar a la creación de aplicaciones específicas para la comunidad con el fin de que se encuentren con redes sociales LGBT y herramientas tecnológicas que procuren la seguridad y el respeto de la diversidad.
Por ejemplo, la aplicación de viajes Geosure analiza los lugares en función de sus características y seguridad. De tal modo que, a la hora de viajar, las personas sepan cuál va a ser su entorno y qué tan LGBT friendly son los lugares que se pueden visitar en dicho destino.
Sin embargo, las aplicaciones que más han tenido un impacto en el colectivo LGBT son las de citas. Algunas son más específicas, como ocurre con Grindr, destinada a hombres homosexuales y bisexuales.
Por otro lado, aplicaciones como Tinder actualmente cuenta con millones de usuarios en todo el mundo. Esta aplicación no es específica para la comunidad LGBT. Sin embargo, lanzó una función llamada Traveler Alert para garantizar la seguridad de las personas usuarias en países con leyes discriminatorias con la diversidad. Se trata de una función que se activa cuando Tinder se abre en alguno de estos países.
Y hablando de aplicaciones, no podíamos dejar a un lado la aplicación de nuestra comunidad every LGBT, específica para el sector. Esta es una de las aplicaciones LGBT que fomentan los espacios seguros y respetuosos, por lo que tiene una política en contra de la violencia, el irrespeto, el acoso y el abuso.
Por otro lado, comunidades en línea como Meetup, también han ayudado a que las personas LGBT+ se descubran entre sí y que puedan reunirse en circunstancias seguras.
Según algunas estadísticas, el 80 % de la comunidad LGBT cree que las aplicaciones de citas han tenido un impacto positivo el sector y en su conjunto a la hora de conectar a las personas.
Crear redes sociales LGBT que realmente incluyan
Actualmente, las redes sociales LGBT representan uno de los espacios de socialización más importante de todo el mundo debido a que se encuentran presentes en la vida diaria de parte importante de las sociedades. Asimismo, es importante reconocer su carácter reivindicativo, ya que ayudan a que las voces que históricamente han sido borradas se escuchen alto y claro en todo el mundo.
En el año 2007, un grupo de investigadores australianos realizó uno de los primeros estudios sobre cómo las comunidades de Internet son espacios seguros para los jóvenes LGBT. Sobre todo, aquellos que tienen que lidiar con entornos hostiles laborales y/o familiares.
Una encuesta realizada a 958 jóvenes de 14 a 21 años reveló que el anonimato y la falta de límites geográficos en los espacios digitales son elementos que fomentan la salida ideal del armario. Se crea así una cultura queer comunitaria, donde se experimenta con la intimidad y los modelos relacionales más allá de la socialización heterosexual.
Asimismo, proyectos como el canal en línea It Gets Better han tenido un gran impacto y difusión gracias a la tecnología y los espacios cibernéticos comunitarios. It Gets Better es un proyecto que nació en respuesta al suicidio de algunos adolescentes a consecuencia de sufrir discriminación homófoba.
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Pero además de las redes más famosas, como Instagram, Twitter o TikTok, también existen opciones específicas de redes sociales LGBT como every LGBT que, además de ser una aplicación de citas, es una red social en la que puedes compartir fotos, vídeos, comentarios e interactuar con las publicaciones de otras personas.
También, podemos encontrar opciones como EmptyCloset, se trata de una comunidad en línea con un foro y una sala de chat enfocada a personas del colectivo. Además, también ofrece recursos para ayudar a las personas en procesos como la salida del armario. O incluso información sobre salud sexual y reproductiva.
Finalmente, está TheTribe que ofrece un grupo de apoyo a personas LGBT para que tengan un lugar seguro donde hablar y ponerse en contacto.
Plataformas de videodifusión y creadores de contenido
Sabemos que la televisión empieza a ser cosa del pasado, ya que la gran mayoría de personas recurre a plataformas de vídeo como TikTok, Youtube o Twicth como principal fuente de información y entretenimiento. Sobre todo las personas más jóvenes.
Youtube acoge canales de personas individuales y parejas que hablan libremente sobre sus vivencias personales. Historias que llegan a millones de personas en todo el mundo y que se convierten en espejo y faro para otras personas a las que les beneficia esa información.
Esto que a priori nos resulta tan cotidiano ha sido clave para que las personas LGBT hayan podido verse representades en vivencias y discursos. Sobre todo, si se trata de realidades más invisibilizadas o silenciadas, como lo genderqueer o el espectro asexual.
Además, la importancia de la tecnología como espejo y plataforma de difusión de información ha tenido un fuerte impacto en personas que viven en pueblos pequeños o áreas rurales, donde los estigmas son por lo general más grandes y el nivel de discriminación suele ser más alto.
Por otro lado, todas aquellas personas que se dedican a producir música, podcast o vídeos de contenido LGBT han generado un nuevo perfil de personas ciberactivistas. Este mercado ha aumentado en los últimos años, generando un impacto positivo en la sociedad y contenidos que unos años atrás eran escasos o incluso impensables.
Por otro lado, algunas plataformas online pueden ayudar a fomentar el ciberactivismo LGBTQ. Un informe de 2013 de Gay, Lesbian & Straight Education Network, donde se encuestaron a 1960 jóvenes del colectivo de 13 a 18 años, descubrió que el 77 % había participado en una comunidad en línea que apoyaba una causa social. Esto indica que los espacios digitales pueden ser recursos críticos para fomentar el compromiso cívico.
Ciberviolencias y ataques virtuales a la comunidad LGBT
Está claro que la tecnología y las redes sociales LGBT han desempeñado un papel muy importante para el progreso en la lucha contra la discriminación LGBT. No solamente por impulsar la visibilidad y poner fin al aislamiento generado por las barreras geográficas. También por ser un escaparate mundial de información de todo tipo y en todos los idiomas.
Las grandes conquistas sociales se han visto reforzadas gracias al uso de la tecnología como herramienta política y de progreso. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las violencias también existen en los espacios virtuales.
Las personas del colectivo LGBT no solamente tienen que enfrentar mensajes discriminatorios o bullying en redes sociales. También son especialmente vulnerables a los ataques de los hackers que pueden trabajar para tumbar una comunidad virtual o una cuenta personal.
Por otro lado, plataformas como Twitter son conocidas por ser una de las redes sociales más hostiles y que más odio atraen. El uso de bots está a la orden del día, al tiempo que con facilidad puede generarse una dinámica de ataque continuado, por ejemplo, a personas trans. Este tipo de dinámicas fuerza muchas veces a les usuaries a cerrarse la cuenta por verse superades ante dicha situación.
Y aunque las voces positivas suenan cada vez más fuertes, al mismo tiempo se amplifican los discursos y campañas de odio hacia personas LGBT. Las narrativas que promueven bulos e información falsa están a la orden del día, alimentando la polarización de la sociedad y poniendo en peligro permaneten los derechos humanos.
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Otro de los ataques cibernéticos más usuales tiene que ver con la revelación de información íntima guardada en los dispositivos móviles. Por ejemplo, amenazar a la persona con enseñar su contenido cuando esta persona no ha compartido su orientación sexual con personas de su entorno. Es lo que se denomina outing (sacar a alguien al armario sin su consentimiento)
El poder de lo digital también puede verse limitado cuando los gobiernos intervienen. Países con altas tasas de represión y homofobia pueden imponer regulaciones en el contenido digital, como ocurre con China o Rusia. Los miedos a que el gobierno pueda actuar para atacar a la comunidad queer siempre están presentes.
También permanece el miedo a los bulos en contra de las personas del colectivo, como ocurrió con la estigmación homosexual nacida a raíz de la viruela del mono. O incluso temores a estudios científicos, como ocurrió cuando la Universidad de Stanford presentó un estudio que afirmaba que determinados rasgos faciales podían mostrar la orientación sexual de la persona.
Las personas LGBT, sobre todo las más jóvenes, también están fuertemente expuestas al ciberacoso. Esto puede derivar en mayores tasas de depresión y sentimientos de suicidio. Según algunas estadísticas, el 56 % de las minorías sexuales sufren depresión y el 35 % experimentan pensamientos suicidas como resultado directo del ciberacoso.
Frente al riesgo de acoso y aislamiento en línea, las redes sociales LGBT pueden brindar a los jóvenes un espacio donde poder explorar sus identidades sexuales y promover el bienestar mental.
Conclusiones
La tecnología ha ayudado a mejorar mucho la vida de las personas LGBT, aunque todavía queda mucho por hacer. Sin embargo, lo tecnológico por sí solo no puede combatir el odio y la discriminación. Depende de las acciones que los seres humanos hagamos para fomentar un uso social y responsable de las redes sociales LGBT.
Si bien las redes sociales no están exentas de peligros, a menudo pueden servir como una buena herramienta para que los jóvenes LGBT construyan conexiones más fuertes con sus comunidades locales y virtuales, y se comuniquen sobre temas sociales importantes para ellos.
Otras acciones, como los emojis inclusivos en Whatsapp, pueden parecer insignificantes, sin embargo, contribuyen a consolidar la idea de que la diversidad es algo tan cotidiano que está en todos lados.
Vernos reflejados positivamente en el mundo que nos rodea es importante. Y nuestro mundo también es la tecnología y el uso que hacemos de ella.
