En pleno siglo XXI, uno de los temas que más hemos escuchado para ejemplificar el surgimiento y la importancia de la tecnología es el blockchain y la seguridad informática que este sistema ofrece, sin embargo, nunca nadie nos explicó detalladamente qué es el blockchain y por qué es tan seguro.
El blockchain (conocido por su traducción al español como ‘cadena de bloques’) es una tecnología que funciona como base de datos para diversas transacciones —como criptomonedas, votaciones, informes financieros, entre otros—.
¿Qué quiere decir esto?
Si alguna vez deseas enviar alguna información a otra persona, el Blockchain se encargará de hacerlo de la forma más segura que existe hoy en día. Esto lo logra, como su mismo nombre lo indica, por medio de la cadena de bloques.
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¿Cómo funciona el Blockchain?
El funcionamiento de esta tecnología no es muy complejo de entender. Cuando hacemos una transacción de información se genera un bloque que contiene los datos del movimiento en cuestión. Este bloque está compuesto por, además de la información que se está enviando, una especie de huella, a la cual le llamamos ‘hash’.
El hash es un número único que identifica los detalles de la información que está almacenada en un bloque. Es entonces que cada bloque está conformado por la información, su número hash y el número hash de la transacción que se hizo antes de este, formándose de esta manera lo que gráficamente vemos como una cadena.
¿Por qué es tan seguro el Blockchain?
Ahora las transacciones de información están a mano de esta tecnología digital ¿Qué nos asegura que no van a hackearlo o a interferir en las transacciones? Para entender por qué es tan seguro el blockchain hay qué tener en cuenta lo que genera que los bloques se formen en cadena: El hash.
Como explicamos anteriormente, el hash es un número propio que tiene cada bloque de información. Este número es dado a partir de la información que contiene el mismo bloque, por lo que si se cambia una mínima cosa en el bloque, el número hash también cambiará completamente.
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Dado que cada bloque contiene, no solo el propio hash, sino también el del bloque anterior, al cambiar el hash se estaría rompiendo la cadena, pues el siguiente bloque dejaría de reconocerlo.
¿Qué pasa si se rompe la cadena?
Dado que cada persona usuaria del Blockchain tiene su propia copia de la cadena de bloques, va a notar inmediatamente que hay una anomalía en su estructura, por lo que procederían a denunciarla y acabarían por eliminar la copia de la persona que intentó alterar la información. Es así que la seguridad de las transacciones realizadas por Blockchain quedan a cargo de las mismas personas que lo usan.
El Blockchain como monedero de bitcoins
Sin duda alguna, el ejemplo más reconocido para utilizar el blockchain son las criptomonedas. Por ejemplo, has de cuenta que quieres enviarle 2 Bitcoins a Juan (por poner un nombre al azar). Entonces sacas los bitcoins de tu cuenta y los transfieres a Juan por medio del Blockchain. Es aquí que se forma un nuevo bloque con la información de la transacción.
Este bloque recibe un número hash propio y el número hash de la transacción que se hizo justo antes de esta. Así mismo, el siguiente bloque recibe su propio número hash y se enlaza por medio del número hash de la transacción que le acabas de hacer a Juan.
Por ello, si alguien intentara alterar el usuario, la fecha o la cantidad de bitcoins que quieres transmitir, el bloque crearía un nuevo número hash que no cuadraría con el siguiente bloque, por lo que toda la comunidad se daría cuenta que hubo un intento de hackeo en dicho bloque.
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¿Qué otros usos se le pueden dar al Blockchain?
El Blockchain tiene oportunidades infinitas, que si se saben usar van a lograr que muchos procesos sean más transparentes. Por ejemplo, unas votaciones. Dado que la información que se envía, se hace de forma anónima, resulta muy seguro hacer votaciones usando la cadena de bloques. De esta manera aseguramos que cada usuario votó solamente una vez, que nadie alteró su voto, que no se contaron votos de más ni hubo fraude.
También podría usarse, como otro ejemplo, para vender NFT, obras de arte virtuales. La pandemia nos enseñó que el mundo está volviéndose digital inevitablemente. Por lo que muchas cosas tornaron a volverse virtuales, tal es el caso del arte, el cual vende sus obras por medios digitales.
La cuenta de Instagram de Bancolombia ejemplifica esto diciendo que la tecnología blockchain da un certificado de autenticidad para las obras de arte digitales.
Un uso muy interesante que se le puede dar a la tecnología Blockchain es la producción de bienes. Por ejemplo, de alimentos. De esta forma, todos los usuarios pueden ver todas las fases del proceso de producción de un alimento desde la granja hasta la mesa, de esta forma nos aseguramos que los lugares de producción sean honestos y brinden una calidad de vida a las personas que trabajan allí. Es así que podríamos enterarnos qué productos están elaborados en lugares de alta explotación laboral o explotación infantil, por ejemplo.
En el arte, además de facilitar la venta de NFT’s, también tiene un muy interesante uso, pues puede atribuir directamente las regalías a las personas que le pertenezcan cada vez que se reproduce esa obra en línea.
Por ejemplo, cada vez que se reproduce una canción, la tecnología Blockchain asegura que se cumplan los derechos de los productores y los músicos, facilitando la transmisión instantánea de las regalías y evitando salarios no acordados o estafas en la industria.
Un último ejemplo del uso de la tecnología de Blockchain —entre muchos otros que no se menciona en esta nota— es en el área de la salud, pues mejora la transparencia tanto de los organismos de salud como de los pacientes, ya que hace que sea casi imposible modificar un historial clínico.
Estos son algunos de los usos que le podemos dar a la tecnología que está cambiando el mundo, tareas que anteriormente estaban a cargo de una persona que pudiera cometer errores o pudiera perjudicar los procesos a beneficio propio, hoy quedan a cargo de las herramientas digitales.
El Blockchain es el mejor ejemplo de cómo la digitalización ha afectado el mundo, convirtiéndose en la tecnología más confiable que conocemos al día de hoy, facilitando operaciones transaccionales y generando un panorama transparente y seguro para toda la sociedad.