Con el tiempo el arte ha sido considerado como una de las expresiones de sentimientos y emociones más reales desde la perspectiva visual. La pintura, que ha existido desde hace 32.000 años —desde la época rupestre— se pigmentaban con sangre los paisajes, desnudos humanos, la naturaleza y el arte abstracto. Incluso, el arte se ha convertido en un canal de expresión importante para visibilizar realidades censuradas, por medio de, por ejemplo, obras de arte LGBT.
Las obras de arte han traído comúnmente un concepto comunicativo para expresar alguna idea, realidad, sensación o cualquier tipo de narrativa que quiere ser contaba a través de la interpretación visual. Los pintores, escultores y artistas plásticos, desde su sensibilidad, construyen obras que perduran con los años y dan un mensaje contundente a la sociedad.
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La humanidad y el arte queer
La sociedad y su constante avance ha hecho que la imaginación de las personas vaya más allá de lo común. Esto ha provocado que a través de la pintura muches de les artistes generen un movimiento que tenga sentido y expresión sobre su realidad.
El arte queer que se hace notar en medio de las comunidades, tuvo cabida según una investigación de la Universidad de Málaga, desde la obra de De LaGrace Volcano y Catherine Opie, las cuales representan estados intermedios, en los que se habla del género, una identidad o una orientación sexual.
Por ello, podría afirmarse que el desarrollo y florecimiento de los Queer Studies en los noventa introdujo un nuevo tema dentro del mundo del arte e inició un proceso de popularización que llega hasta nuestros días.
Obras de arte LGBTIQ+ en el mundo
En every buscamos que conozcas más sobre el arte queer, algunas obras de arte LGBTIQ+ y artistas del sector que fueron y son reconocidos en el mundo.
En el Museo Nacional del Prado ubicado en Madrid, España, reposan algunas de las pinturas consideradas como arte queer o que cuentan una historia LGBTIQ+ desde distintos enfoques narrativos y visuales. A través de los años, ellas han sido interpretadas como muestra de que las narrativas de nuestra comunidad han sido retratadas durante siglos por estas pinturas.
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La Muerte de Jacinto
Este es un cuadro de Rubens nos presenta a Apolo, Dios de la luz, el sol, la verdad y las artes. De acuerdo con la mitología, él se conocía por su eterna juventud y la promiscuidad que ejercía, pero en medio de esto se enamoró de un mortal llamado Jacinto.
Entre sus juegos, el Dios tiró un disco para impresionar a Jacinto y éste. también para impresionarlo, trató de recibir el disco. Sin embargo, tuvo la mala suerte de ser asesinado por la fuerza con la que venía. Al darse cuenta de ello, Apolo lo tomó de sus brazos y sus lágrimas cayeron en la sangre del cadáver, por lo que nacieron algunas flores desde el interior de Jacinto, también llamadas ‘las flores del luto’.
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El hermafrodito
Matteo Bonuccelli con esta obra quiso tallar a una persona con un cuerpo de curvas perfectas aludiendo al cuerpo ‘femenino’, acompañado de un pene. Este trabajo es denominado por la audiencia del Museo del Prado como ‘uno de los penes mejores tallados del lugar’.
Según historiadores del museo: “El tema deriva de un mito helenístico de origen oriental que habla de un ser mitad hombre mitad mujer, vástago de Hermes y Afrodita (Mercurio y Venus). Siendo un hermoso joven se encontraba bañándose en un lago donde vivía Salmacis, una de las ninfas de Diana, cuando ésta se enamoró locamente de él a primera vista, abrazándole con tal pasión que sus cuerpos quedaron convertidos en uno”.
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Aquiles descubierto por Ulises y Diómedes
Este cuadro de Rubens presenta a un guerrero, el que se ‘vestía de mujer’ para no asistir a la guerra de Troya. La obra de arte se divide en dos partes, en una se encuentran las mujeres y, en la otra, los hombres. Aquiles se encuentra en el medio.
El Museo del Prado explica en su página web que en una carta escrita por el autor en 1618 a un posible comprador, “un cuadro de un Aquiles vestido de mujer hecho por mi mejor discípulo y todo retocado en mi mano, cuadro hermosísimo y lleno de muchas bellas muchachas”.
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Brígida del Río
Este cuadro de Juan Sánchez Cotán muestra a la más conocida “Barbuda de Peñaranda”, en la que se le hacía un homenaje, debido a que en el siglo de oro se les conocía como “lo tercero” a quienes no correspondían físicamente como ‘hombres’ o ‘mujeres’.
Los historiadores del Prado definen Brígida del Río como un personaje popular del siglo XVI. Por su fama se le menciona en varias obras literarias y en la creación de varias imágenes que la representan.
De acuerdo con El Museo del Prado, entre las primeras figuran títulos importantes y difundidos de la época, como el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán (1599 y 1604), el Tesoro de la lengua castellana de Sebastián de Covarrubias (1611), o el Donado hablador de Jerónimo Alcalá (1624).
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El San Sebastián
Este cuadro es considerado como un icono de las obras de arte LGBTIQ+ y aunque su historia no tenga relación con la comunidad, se le ha conocido como el ‘santo gay’ por una tendencia de erotismo, puesto que tiene un canon de belleza masculina que gusta a los hombres de la comunidad.
La historia de San Sebastián descrita por el Museo del Prado, dice que fue un militar romano, condenado a morir asaeteado por defender su fe. Santa Irene le liberó todavía con vida y curó sus heridas.
Fue un santo muy popular, pues se le atribuía poder para detener las epidemias de peste. Reni muestra el inicio de su martirio, momento en el que el santo se encomienda a Dios, con un fuerte contraste lumínico entre la figura y el paisaje del fondo, acentuando así el dramatismo de la escena.
Obras de arte LGBTI+ contemporáneas
El arte queer puede ser denominado como identidad, desafío, libertad y descubrimiento. Por medio de este los activistas promueven la descentralización del poder heteronormativo. Fabian Cháirez, quien es artiste plástico, también tiene distintas obras que representan a la comunidad LGBTIQ+ dando una voz de aliento a través de sus trabajos.
Estas son algunas obras de arte LGBT más contemporáneas que te recomendamos conocer a profundidad.
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El sueño
Esta obra muestra el erotismo de un cuerpo ‘masculino’ con símbolos de la cultura mexicana. El artista utiliza rosas y su cuerpo brillando con luz amarilla dando delicadeza y majestuosidad que quiso representar el artista.
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Luchador con elote
La pintura muestra los principales ingredientes de la gastronomía mexicana con el cuerpo de un hombre que da referencias a la lucha libre, dando un contraste que genera revuelo entre las masas.
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La venida del señor
Este cuadro nos muestra a dos discípulos sosteniendo una vela y haciendo juegos con su lengua. El artista quiso utilizar símbolos de la religión católica, que es la más importante de su país y también preservando su esencia queer.
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Puñal
Esta obra busca mezclar el homoerotismo con un sombrero mexicano y un puñal enterrado en el corazón. Con esta pintura el autor es un mensaje de protesta a la sociedad discriminatoria y una voz de aliento a quienes son LGBTIQ+.
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Luchador con pistola
Este cuadro que fue pintado en 2017, tiene un concepto muy similar al del luchador con elote, pero en este concepto posee una arma con el luchador teniendo el torso desnudo y la lengua en el gatillo. Además, su dedo meñique tiene una uña postiza, nuevamente aludiendo al concepto de lo rudo y femenino.
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Luchador
Esta fue una de las pinturas más polémicas del autor, puesto que el luchador Hijo del Santo en 2019 amenazó con demandar al artista por el uso de la icónica máscara de su padre.
El arte queer: un fenómeno creciente
Se puede comprobar que el arte queer es una realidad evidenciada en todo el mundo, y que artistas españoles y latinoamericanos ya utilizan este medio como una forma de expresar la lucha y claramente una posición en pro de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ para así visibilizar a esta población que viene luchando por el respeto durante décadas.
Asimismo, desde la antigüedad, los artistas tenían representaciones LGBTIQ+ que claramente estaban cargadas de mensajes. Dado el contexto en el que muchos de ellos vivían, tenían que relacionarlos con la mitología grecorromana, pero aún así narraban historias que expresaban la diversidad propuesta por estos pintores.
La pintura es una de las tantas formas de expresión y manifestación queer en los entornos sociales, las personas suelen sorprenderse por lo polémico que tiende a ser el arte que narra historias LGBTIQ+, pero es esta una de las formas para hacer ruido y demostrar nuestra presencia en todos los ámbitos.