La nueva Ley de Diversidad Familiar y sus respectivas medidas y ampliaciones supone un paso al frente en derechos sociales pero sobre todo en igualdad.
La evolución de los distintos modelos de familia y su consiguiente aceptación también llevan consigo una adaptación progresiva dentro de cada marco legal y regulatorio.
No podemos negar que la diversidad nos beneficia a todos y la lucha por los derechos LGBT debe ser una obligación que no permita conceder ni un paso atrás. Desde que, hace ya dos años, se formara el primer Gobierno de coalición en España el avance en derechos sociales ha sido imparable contando además con las leyes que afectan al colectivo como son la Ley Trans y la Ley referente al servicio de reproducción asistida gratuito, que incluye a mujeres homosexuales y personas trans.
Así, otro de los grandes avances sociales ha sido el aumento de las semanas para los permisos de paternidad y maternidad, que se engloban dentro de la Ley de Diversidad Familiar, aún pendiente de su aprobación.
Ley de Diversidad Familiar
Desde la implantación de la Agenda 2030, y siguiendo la hoja de ruta marcada por la ONU en materia de igualdad, el Gobierno de España lleva más de un año preparando el proyecto de la Ley de Diversidad Familiar.
Todo en un progreso hacia la igualdad real de todas las familias independientemente de su orientación sexual, identidad de género o estado civil. Es por esto que el pasado enero de 2021 entró en vigor los nuevos permisos de paternidad, equiparándolos a los de maternidad.
Desde entonces, los progenitores han podido disfrutar de 16 semanas de baja, el mismo periodo del que, desde 1989, disfrutan ya las mujeres. Con esta medida las semanas de baja no son transferibles y, de las 16 que corresponden, 6 de ellas son de obligado cumplimiento tras el nacimiento del nuevo bebé y, además, de manera conjunta. Por su parte, el resto de las 10 semanas pueden disfrutarse durante el primer año de vida del pequeño y estas sí son opcionales.
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¿Qué incluye la nueva Ley de Diversidad Familia?
- Reconocimiento de familias monomarentales y monoparentales, como familias numerosas: un progenitor y dos hijos.
- Bono social de ayuda de 100 euros por cada hijo. En el caso de las familias monoparentales será de 125 euros. En principio en un tramo de los 0 a los 3 años del bebé pero con la intención de ampliarlo hasta los 18 años.
- Ampliación de los permisos de baja por maternidad y paternidad. En este caso los permisos se van a ir ampliando cada año hasta 2025. Este año será cuando las bajas lleguen a su máximo previsto: 6 meses para cada progenitor.
A grandes rasgos estos serían los principales cambios que contempla la nueva Ley de Diversidad Familiar en España con respecto a los permisos tras el nacimiento de un bebé.
Sin embargo, dentro de estos existen alteraciones muy importantes que hasta ahora ninguna ley había contemplado. Y se trata del hecho de la posibilidad de transferir los permisos y también de la acumulación de los mismos, sobre todo en familias con un solo progenitor.
Esto significa que, un padre o una madre solteros tienen dos opciones: con la nueva Ley pueden disfrutar del permiso que le corresponde al progenitor ausente, llegando a acumular hasta 32 semanas de baja. La otra opción es la de ceder ese permiso a un familiar cercano, o inclusive a un conviviente en el mismo hogar, que asuma durante ese tiempo la crianza del pequeño.
Esta última elección tiene pequeños detalles a tener en cuenta, y es que la persona a la se le cedan esas 16 semanas de baja debe estar cotizando en la Seguridad Social, es decir, tiene que estar trabajando. Por lo que quedarían excluidos abuelos y abuelas en edad de jubilación.
El primer caso de familia monomarental que accede a los dos permisos de baja
En esta línea el pasado mes de diciembre Ana se convirtió en la primera mujer andaluza con permiso de paternidad. Desde que fuera madre, hace ya casi dos años, ha estado luchando por conseguir sus derechos y poder disfrutar tanto del permiso de maternidad como de paternidad.
Aunque hasta ahora la Ley no contempla estos casos, han sido numerosas las personas que han solicitado por la vía legal las 16 semanas de baja correspondientes al progenitor ausentes. El caso de Ana viene precedido por otros anteriores en Galicia, País Vasco, Cataluña, Baleares, Aragón y Castilla y León.
En todas las ocasiones los jueces han dado la razón a los demandantes argumentando que no hacerlo supondría una enorme discriminación, que entre otras cosas supondría a esas madres y padres solteros una desventaja en la crianza con respecto a parejas biparentales.
Como pasa en muchas ocasiones donde la Ley no es igualitaria, el único perjudicado sería el bebé recién nacido, que en caso de familias con dos madres o padres podría estar más tiempo atendido. El camino de Ana no ha sido un camino de rosas pero la Justicia ha acabado por reconocerle su derecho a 32 semanas de baja para la crianza total de su pequeña.
Todas estas medidas también tienen un objetivo fiscal en el sentido de las deducciones en la declaración de la renta. Por un lado la Ley de Diversidad Familiar va a contemplar la posibilidad de que parejas de hecho puedan realizar una declaración conjunta para obtener beneficios fiscales, igual que lo haría una pareja casada o una pareja con hijos. De otro lado está lo que se conoce como ‘deducción por maternidad’, que hasta ahora implicaba a mujeres trabajadoras que estuvieran dada de alta en la Seguridad Social con una reducción en el IRPF (impuesto sobre la renta de personas físicas) de hasta 1200 euros por cada hijo menor de 3 años.
Con la nueva ley se espera reconvertir el término hacia una ‘renta de crianza universal’ que acoja también a todas aquellas progenitoras que se encuentren en situación de desempleo.
Esta nueva Ley y sus respectivas medidas y ampliaciones supone un paso al frente en derechos sociales pero sobre todo en igualdad. Una igualdad que va cerrando poco a poco una brecha de género cada vez más débil. Atrás quedan los tiempos en el que el cuidado de los pequeños era tarea exclusiva de la mujer y por fin podemos hablar de equidad en tiempos donde el hombre asume su parte de responsabilidad.
