México es uno de los países con más casos de sobrepeso y obesidad a nivel mundial, lo que ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias nacionales y globales en las últimas décadas.
La Organización Mundial de la Salud define el sobrepeso y obesidad como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, causada por un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas”.
En México, uno de los aspectos más preocupantes es la prevalencia en la población infantil y adolescente.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, realizada por la Secretaría de Salud del Gobierno, en este país el 37.4 por ciento de niñas y niños entre los 5 y 11 años de edad padecen obesidad y sobrepeso combinados. La prevalencia en la población de 12 a 19 años se encontró en 42.9 por ciento.
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Sobrepeso y obesidad en infancias y adolescentes
Estos datos de niñas, niños y adolescentes coinciden con preocupantes hábitos alimentarios.
El 91.7 por ciento de jóvenes entre los 12 y 19 años encuestados aseguró que consumía bebidas endulzadas, porcentaje mucho mayor que el correspondiente a quienes dijeron que suelen beber agua de manera habitual, que fue el 77.9 por ciento.
Mientras que en la población de 1 a 4 años de edad se reportó un consumo habitual de bebidas endulzadas (87 %) y botanas (53 %), cifras muy cercanas o incluso mayores que algunos alimentos saludables como lácteos (65.4 %) y frutas (53.9 %).
En niños y niños de 5 a 11 años se registró un consumo de bebidas endulzadas del 92.9 por ciento, de botanas dulces y postres del 50 por ciento, y de agua de manera habitual del 91.3 por ciento.
Para el grupo de 20 años o más, la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue del 72.4 por ciento (75 % en mujeres y 69.6 % en hombres).
En los resultados de la encuesta se estratifica a la población de 5 a 11 años, que están en etapa escolar, de acuerdo con el tipo de localidad en la que viven y se halló que en las localidades urbanas se encuentra la mayor prevalencia de sobrepeso, ubicándose en 20.2 por ciento.
En este mismo tipo de localidad, el 23.6 por ciento de las mujeres tienen sobrepeso y 17 % de hombres presentan la misma condición.
Estratificando por región, la prevalencia de sobrepeso más alta se encontró en la región Ciudad de México, capital del país, con 23 por ciento de los escolares (en mujeres con 28.9 % y hombres 16.8 %). La prevalencia de obesidad más alta (24.1%) se encontró en la región Pacífico-Centro (34.7 % en hombres y 10.5 % en mujeres).
La prevalencia de obesidad más elevada se encontró en las localidades urbanas, con 19.9%, donde en hombres fue de 24.3% y en mujeres de 15.2 por ciento. Las localidades rurales tuvieron en ambos indicadores las prevalencias más bajas: 14.9 % de sobrepeso y de obesidad.
La prevalencia de diagnóstico previo, hecho en alguna ocasión por personal de salud, de obesidad en este país, fue de 16.8 por ciento, mayor en las mujeres (18.7 %) que en los hombres (14.6 %). Mayor en la población de 40 a 59 años, siendo para este grupo de edad en mujeres de 23.6 % y en hombres de 16 %.
Respecto al sobrepeso más obesidad, la región Pacífico-Centro resultó tener la más alta prevalencia (10.7 %), seguida por la región Pacífico-Sur con 9.1% de sobrepeso más obesidad en menores de cinco años, siendo la región Frontera aquella con la prevalencia más baja (3.3 %).
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Riesgos para la salud en adolescentes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que un elevado índice de masa corporal es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, la diabetes, los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis) y algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).
Sobre la obesidad infantil, el organismo internacional señala que niñas y niños con esta condición sufren dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, además de presentar marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.
A futuro, estos pequeños tienen mayor probabilidad de muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.
¿Cómo prevenir el sobrepeso y obesidad?
La OMS sostiene que pueden prevenirse con hábitos saludables. Destaca prácticas individuales, pero también hace un llamado a las instituciones públicas y privadas para ofrecer a los ciudadanos entornos favorables para que la opción más accesible, disponible y asequible sea la más saludable en materia de alimentos y actividad física periódica.
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En ese sentido, recomienda a las personas “limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares” y aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
Asimismo, realizar una actividad física periódica, que conste de una rutina diaria de 60 minutos para jóvenes y 150 minutos semanales para adultos.
Para la industria alimentaria, la OMS sugiere que se reduzca el contenido de grasa, azúcar y sal de los alimentos procesados y que se limite la comercialización de alimentos ricos en azúcar, sal y grasas, especialmente aquellos destinados a niñas, niños y adolescentes. También considera muy importante que se garantice la disponibilidad de opciones alimentarias saludables.
