Junto con el nacimiento de términos como la «Fraisexualidad«, los últimos años se han caracterizado por una mayor apertura sobre la sexualidad logrando que el tema se convierta en un punto central de debate en la sociedad. Esto ha tenido como consecuencia que en muchos lugares del mundo personas con diferentes orientaciones sexuales las vivan de forma más abierta y sean respaldadas por la ley para evitar la discriminación.
Además, al estar en el centro del debate —y de la cultura pop– se ha empezado a entender la sexualidad como un espectro que no todas las personas habitan de la misma forma, por lo que se han acotado nuevos términos que den cuenta de esto, lo que ha permitido que muchas personas que no lo sabían, entiendan que no hay nada malo consigo mismas.
No en vano, los últimos años han sido fundamentales para reconocer identidades sexuales como el espectro asexual, que se trata de diferentes formas de vivir la sexualidad (o no vivirla), se estima, por ejemplo, que el 1% de la población mundial es asexual.
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Por lo que se han empezado usar diferentes nombres para dar cuenta de las experiencias sexuales que se encuentran en este espectro: demisexualidad, gris-asexualidad, entre otros.
¿Qué es la fraisexualidad?
En este nuevo reconocimiento de las sexualidades diversas ha aparecido un nuevo término: “fraisexualidad” que hace referencia a personas que sí sienten atracción sexual por otras personas, pero a medida que la conocen el deseo sexual hacia estas disminuye. Es decir, las personas fraisexuales tienen deseo sexual en primer momento, pero mientras se desarrolla una conexión con la otra persona esta se desvanece.
Algunos estudios ubican la fraisexualidad dentro del espectro de la asexualidad y, por lo mismo, no debe entenderse esta como una orientación sexual en sí misma, de hecho, personas de todas las orientaciones sexuales e identidades de género pueden ser fraisexuales porque la identidad de género y la orientación sexual no influyen en esto.
Es importante, además, reconocer que al igual que con las orientaciones sexuales y las identidades de género disidentes, la fraisexualidad no es un comportamiento sexual nuevo. Que el término se haya acotado hace poco solo demuestra la necesidad de explorar las diferentes formas de vivir la sexualidad para entender patrones e identidades.
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¿Puede una persona fraisexual tener interés romántico?
Muchas personas consideran que la fraisexualidad es el opuesto a la demisexualidad, pues las personas demisexuales viven el proceso contrario: necesitan una conexión con la persona, para que esto despierte su lívido.
Esto, evidentemente, no implica que el interés romántico de estas personas desaparezca; al contrario, al igual que pasa con las personas asexuales, las personas fraisexuales pueden tener vínculos románticos sanos, aunque sus dinámicas sexuales no se apeguen a la norma.
Teniendo en cuenta lo anterior, no se puede decir que las personas fraisexuales sean arrománticas, al contrario, mientras una persona fraisexual desarrolla sentimientos es que su deseo sexual empieza a disminuir.
Por lo mismo, algunos sexólogos han recomendado que para mantener una relación con una persona fraisexual se puede optar por dinámicas menos convencionales: tener relaciones no monógamas, ya sean relaciones abiertas o poliamores, o mantener una relación con otra persona fraisexual.
Esto responde especialmente a que una persona fraisexual se puede sentir frustrada o insuficiente por la disminución en el lívido a medida que avanza su relación y el sentimiento de estar defraudando a la otra persona.
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¿Por qué es importante reconocer estas etiquetas?
Si bien muchas personas dentro de la comunidad LGBTIQ+ han demostrado su descontento con el uso de etiquetas por considerarlas limitantes, es importante reconocer que estas pueden ser muy útiles y pueden ayudar, entre otras cosas, a que nuevas formas de entender el género y la sexualidad no sean invisibilizadas.
Esto permite que se venzan los estigmas que hay en contra de estas expresiones no hegemónicas y que aquellas personas que lo necesitan se sientan identificadas con estas formas de vivir la sexualidad por lo que se termina por normalizar este tipo de experiencias sexuales y, como resultado, se facilita la vida de las personas con esta forma de atracción.