La lucha por los derechos LGBT en América Latina y El Caribe se ha enfrentado a diversas barreras políticas, sociales, económicas y culturales. Los avances se han diferenciado de acuerdo al sistema político, el régimen y la ideología de cada país. No es lo mismo ser una persona LGBTIQ+ en Paraguay, donde las leyes de protección al sector es inexistente; que serlo en Uruguay, un país en el que se protege profundamente a las personas de la comunidad.
Además de esto, los avances que se han logrado en algunos países no son muestra de que estos sean lugares seguros; más bien, cuentan con estructuras o instituciones políticas que han tomado posiciones progresistas ante las libertades sexuales y de género.
Esto quiere decir que no en todos los países se han adoptado estas medidas por medio de las instituciones legislativas (como el Congreso o el Parlamento), sino que se ha tenido que recurrir a las Altas Cortes o a organismos internacionales.
Junto a lo anterior, la negación de derechos a personas LGBTIQ+ tiene un carácter histórico. Por ejemplo, las antiguas y actuales colonias británicas —como Jamaica, Guyana, Montserrat o Islas Caimán— son algunos de los territorios en el continente con las condiciones más precarias para las personas LGBTIQ+, lo que se relaciona con la larga tradición de leyes contra la “sodomía”.
Esto también está acompañado de una disonancia entre las disposiciones institucionales y la cultura, ya que si bien la mayoría de países cuentan con leyes pro LGBTIQ+, 3514 personas fueron asesinadas por su orientación sexual o identidad de género entre el 2014 y el 2020 en la región.
Informe sobre los Derechos LGBT en América Latina y El Caribe
Desde every te queremos mostrar cómo está la situación para las personas disidentes en América Latina y el Caribe, a partir de los siguientes ejes:
- Legalidad de relaciones entre personas del mismo género en América Latina y El Caribe
- Matrimonio igualitario en América Latina y El Caribe
- Adopción igualitaria en América Latina y El Caribe
- Legislación contra la discriminación en América Latina y El Caribe
- Reconocimiento de identidad y expresión de género en América Latina y El Caribe
- Leyes LGBT Adicionales en América Latina y El Caribe (como la prohibición de terapias de conversión, donación de sangre o reconocimiento de personas no binarias)
- Violencia y discriminación a personas LGBT en América Latina y el Caribe
- Conclusión del Informe
Situación general de los derechos LGBT en América Latina y El Caribe
La situación general consiste en la recolección de toda la información presentada en los siguientes ejes, con el fin de permitir hacer un paneo general y categorizar a estos países entre los más incluyentes y los menos. Para ello se les dio un puntaje al cumplir con la legislación propuesta.
En el gráfico están recogidos los datos de todos los países de América Latina, cada legislación tiene una calificación, siendo 2 o 1 la mayor y 0 la menor, dependiendo de la dificultad de llegar a dicha reforma legislativa. Las variantes tienen calificaciones entre 0,25 y 0, 5. Al final arrojaron una calificación que les ubicó en un puesto de acuerdo a qué tan progresistas son estas regiones.
1. Legalidad de relaciones entre personas del mismo género en América Latina y El Caribe
En América Latina, la mayoría de países han firmado la declaración de la ONU sobre orientación sexual e identidad de género en la que se condena la violencia, el acoso, la discriminación, la exclusión, la estigmatización y el prejuicio de estos sectores. De allí que sus firmantes sean aquellos países que eliminaron la prohibición a la diversidad sexual y de género del Código Civil.
Sin embargo, es aún preocupante que de los 51 países estudiados, 9 continúan prohibiendo las relaciones entre personas del mismo género con cadenas que rondan entre los 2 años y la cadena perpetúa.
Cuando se habla de legalidad o ilegalidad de relaciones entre personas del mismo género se hace referencia a la penalización o despenalización de la homosexualidad, aunque parezca sorprendente, aún hay países que consideran las relaciones románticas y sexuales LGBT como algo penable y falto a la moral en al ámbito judicial.
En el mapa es posible ver los países que permiten estas relaciones: Antigua y Barbuda fue el último país centroamericano en legalizarlas (2022), mientras que El Salvador fue el primero en 1826 —lo cual no significa que sea más adelantado en otros aspectos, ya que el tema aún es tabú y se niegan la mayoría de derechos como veremos en los demás ejes—.
En América del Sur, Argentina fue el primer país en legalizarlas (1816), mientras que Colombia (1981), Ecuador (1997) y Chile (1999) fueron los últimos. Curiosamente, estos países son los más progresistas en materia de leyes LGBTIQ+.
A pesar de lo anterior, América del Sur tiene al único país en América Latina —sin contar al Caribe— que prohíbe profundamente las relaciones entre personas del mismo género. En Guyana una relación entre hombres puede llegar a tener entre 2 años de cárcel hasta cadena perpetua, aunque el lesbianismo sí está permitido.
En el Caribe la situación es más compleja, al ser islas que antes —y aún— fueron colonias de otras regiones, cuenta con legislaciones diferentes. Por un lado, las islas que todavía pertenecen a Reino Unido, a Francia y al Reino de Países Bajos cuentan con legislaciones que permiten estas relaciones. Estas islas son: Anguilla, Aruba, Antigua y Barbuda, Curazao, Guadalupe y las islas Británicas; también podemos sumar a esta lista algunas regiones autónomas como Cuba, Puerto Rico o Trinidad y Tobago que las permiten.
Por otro lado, El Caribe cuenta una gran mayoría de países que prohíben las relaciones entre mismo género en el continente. Entre ellos encontramos a Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía, aquí solo están prohibidas las relaciones entre hombres, mientras que entre mujeres es legal, lo que demuestra el machismo y la sexualización de las mujeres en dichas sociedades. Por su parte, en Barbados, Dominica y San Vicente y Granadinas están prohibidas totalmente todas las relaciones LGBTIQ+ y cuentan con condenas de entre 10 y 15 años.
2. Matrimonio Igualitario en América Latina y El Caribe
Cuando se habla de Matrimonio Igualitario, se hace referencia a la posibilidad de reconocimiento jurídico de la unión entre personas del mismo género. De allí que se encuentren en igualdad de condiciones con las personas cisheterosexuales a la hora de casarse.
La situación de leyes de unión matrimonial entre personas LGBTIQ+ es más complicada, puesto que varios países ven esta unión como algo incorrecto debido a la religiosidad y el carácter conservador predominante en las regiones.
De los 51 países estudiados, solo 17 permiten el matrimonio igualitario. Sin embargo, es necesario hacer una diferenciación entre Unión Civil y Matrimonio Igualitario, ya que la primera es legal en más países, pero la segunda pone foco en el principio de igualdad en cuanto a derechos y deberes entendidos en un sentido amplio.
Por ello, es más común que la Unión Civil sea aceptada, mientras que el matrimonio igualitario deba pasar por un proceso más complejo. Por ello, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el 2017 pidió a los países miembro no discriminar a ninguna persona en materia de derechos por su orientación sexual o identidad de género.
Países que aprueban el matrimonio igualitario
Como se puede apreciar en el mapa, en Centroamérica el único país en aprobar el matrimonio igualitario es Costa Rica. Esto se logró en el 2020 tras la resolución de la Sala Constitucional, basada en la orden de la CIDH.
En América del Sur, Argentina es el primer país en aprobarlo en 2010 por medio del Congreso. Según el diario La Nación, desde entonces hasta 2015, más de 10 mil personas se casaron. El segundo país fue Uruguay en 2013, también por medio de su Parlamento. Los últimos países en aceptarlo y hacerlo ley fueron Ecuador (2017) y Chile (2022), en el primer caso se aprobó por medio de la Corte Constitucional y en el segundo, por iniciativa del Congreso.
Los demás países en aprobarlo fueron Colombia (2016), Islas Malvinas (2017) y Brasil (2013). El caso de Guayana Francesa es especial, debido a que al ser un territorio de ultramar de Francia, se acogió en 2013 a la resolución del país europeo.
En el Caribe, los únicos países que lo permiten son aquellos que son colonias de otros países con leyes vigentes en la materia. Estos son los casos de Países Bajos (con Caribe Neerlandés en 2012), los territorios marítimos de Francia (Guadalupe desde 2013, Martinica en 2013, San Bartolomé desde 2013 y San Martín en 2013). También, se da en el territorio de las Islas Vírgenes de EEUU y en Puerto Rico desde 2015.
México es un caso especial, ya que al ser un país federalista no cuenta con una legislación nacional sobre el matrimonio igualitario, pero sí cuenta con proyectos e iniciativas estatales que lo permiten. Hasta el momento son 27 de 32 estados los que regulan a favor, siendo Ciudad de México el primer estado en regular a favor en 2009 (incluso antes que Argentina).
Países que prohíben el matrimonio igualitario
La negación de los derechos se da en la mayoría de los demás países. En el caso de Centroamérica, Honduras lo prohíbe constitucionalmente desde 2005.
En América del Sur, hay casos especiales como Bolivia, en donde solo se ha celebrado un matrimonio a causa de una demanda penal, pero constitucionalmente está prohibido. Paraguay también lo prohíbe constitucionalmente y desde 1992 lo limitó a una pareja constituida por mujer y hombre. Guyana continúa siendo un país en el que se niegan todas las posibilidades de unión.
En el caso del Caribe, las islas que pertenecen al Reino de Países Bajos sólo reconocen los matrimonios celebrados en esa región, pero dentro de la misma isla no se pueden realizar y las demás islas lo prohíben constitucionalmente.
3. Adopción Igualitaria en América Latina y El Caribe
La adopción igualitaria ha sido uno de los temas más debatidos en todos los países de Latinoamérica. Se trata de permitir que las parejas del mismo género, solteras o con experiencia de vida trans puedan acceder a los servicios de adopción en las mismas condiciones que las personas cisheterosexuales. Tiene un mayor complejo de acceso ya que a la hora de legislar sobre los derechos de las personas LGBTIQ+ muchas facciones sociales argumentan que eso podría afectar a las infancias.
Afortunadamente, cada vez son más los países que ratifican que los argumentos de las facciones conservadoras son erróneos, puesto que no hay ninguna relación entre orientación sexual e identidad de género con la afectación de las infancias.
En América Latina el caso de la adopción es similar al del matrimonio, solo 16 países e islas reconocen este derecho y han legislado al respecto. La mayoría de países se mantienen tal como en ese caso, con excepción de Ecuador, que permite el matrimonio igualitario pero no la adopción.
En su lugar, las Islas Caimán, territorio de Reino Unido, se convierten en la única región marítima del Estado Británico en permitir la adopción igualitaria, aunque no permita el matrimonio entre personas del mismo género, un fenómeno curioso.
Costa Rica continúa siendo el único país en Centroamérica en legislar a favor de las paternidades y maternidades diversas desde 2012. En América del Sur, Argentina y Brasil son las primeras regiones en permitirlo, aunque el caso de la segunda es especial, puesto que el Tribunal Superior de Justicia lo permitió, pero sin incluirlo en el Código Civil, por lo que se trataría de un vacío legal.
En Chile se legalizó en 2022, antes solo se permitía la comaternidad y copaternidad, de hecho, en 2020 una mujer se convirtió en la primera mujer trans en adoptar bajo esa medida. Por su parte, Uruguay en 2009 se convirtió en la primera región en legislar a favor. En El Caribe, tal como se mencionó arriba, se mantiene igual la tendencia de las islas que lo permiten, ya que son colonias de Países Bajos, Francia y EEUU, en este caso, además, se une las Islas Caimán.
México continúa siendo un caso especial al permitir adoptar a las personas solteras y en conjunto solo en 9 Estados de 32. La Ciudad de México continúa llevando la delantera de muchos otros lugares al hacerlo en 2009. La prohibición tampoco tiene muchas alteraciones, solo que algunos países como Ecuador, Venezuela, Perú y Cuba permiten únicamente la comaternidad; mientras que el resto de lugares lo prohíbe completamente.
4. Legislación contra la discriminación en América Latina y El Caribe
A la hora de hablar de legislación contra la discriminación LGBT se habla de aquellas leyes que prohíben la estigmatización y la violencia a las personas cisheterodisidentes en diversos ámbitos de la vida social como: el laboral, el educativo, el de la salud y demás.
Afortunadamente, el caso de la legislación que prohíbe toda forma (o parcialmente) de discriminación por orientación sexual o identidad de género es más común en los países, sobre todo en aquellos que firmaron la Declaración de la ONU.
En América del Sur únicamente dos países no cuentan con estas leyes: Guyana y Paraguay; en el Caribe son varios los que no lo hacen, entre ellos están Antigua y Barbuda, Bahamas, Dominica, Granada, Haití, Islas Caimán o Trinidad y Tobago.
Otro caso es aquel en el que existen leyes, pero no protegen a las personas en general, sino sólo en algunos espacios o parcialmente, tales son los casos de Costa rica, Barbados y Santa Lucía, que solo protegen en el entorno del trabajo; o El Salvador, que legisla sobre el área de la salud.
También está el ejemplo de Venezuela que solo protege en contra de la discriminación en el trabajo y el acceso a la vivienda. Otras regiones como Panamá, Guatemala, Islas Vírgenes, Jamaica o República Dominicana legislan sobre la discriminación en algunas formas, pero no absolutamente.
Casos como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Uruguay u Honduras, reflejan fortaleza a la hora de proteger constitucionalmente a las personas LGBTIQ+ de la discriminación en razón de su orientación sexual o identidad de género.
5. Reconocimiento de identidad y expresión de género en América Latina y El Caribe
La situación de reconocimiento de los derechos de personas con experiencia de vida trans (incluyendo a las personas no binarias) es aún más desigual en la región. Se trata de aquellas leyes que permiten que las personas trans accedan a diversos servicios de forma equitativa y justa, tales como: acceso al cambio de nombre, respeto en las instituciones, hormonación y reasignación de sexo.
En América Latina, solo 19 países, de los 51 estudiados, reconoce la posibilidad de que las personas con identidades y expresiones de género disidentes puedan cambiar su sexo, género y nombre en su registro de identidad.
Prohibición de la identidad de género en América Latina y El Caribe:
Los países que no lo permiten se encuentran, sobre todo, en el Caribe. En América Latina se presenta prohibición en países como El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guyana, Paraguay o Venezuela, del Caribe 20 islas lo prohíben, algunas son Aruba, Barbados, Haití, Islas Caimán, República Dominicana o Trinidad y Tobago.
De nuevo, se evidencia que aquellas islas que son o fueron colonias del Reino Unido o de Países Bajos, no cuentan con leyes destinadas a personas LGBTIQ+.
En el caso de la aceptación se presenta dividido en tres casos:
- Solo con recurso Jurídico: Guatemala, Guyana Francesa y Perú; con cirugía de reasignación de sexo en Panamá.
- Solo con la voluntad de la persona: Costa Rica, 2018; Argentina, 2012 que también es el primer país en reconocer las identidades no binarias; Bolivia; Brasil, 2018; Chile, el único país con opción de sexo indeterminado para niñes intersex; Colombia, 2015; Ecuador, 2016; Uruguay, 2019; y todas las islas que pertenecen a EE.UU., Francia o Países Bajos.
- México, es un caso especial debido a su falta de leyes nacionales. Allí no hay legislación que regule todos los estados, por lo que algunas lo permiten con procedencia judicial y los únicos estados que lo permiten sin necesidad de nada son: Ciudad de México (2015), Michoacán (2017), Nayarit (2017), Coahuila (2018), Colima (2019) e Hidalgo (2019).
6. Leyes LGBT adicionales en América Latina y El Caribe
En este apartado se analizan otro tipo de leyes de inclusión LGBTIQ+ que representan un cambio real y de pensamiento en las sociedades que los proponen, tales como Leyes de Cupos Trans, Donación de Sangre o prohibición de las ECOSIG —o también mal llamadas terapias de conversión—.
De los países de América Latina, varios son los que no estipulan nada en especial para personas disidentes. Belice, por ejemplo, prohíbe la entrada al país de homosexuales y personas dedicadas al trabajo sexual, Guayana, Honduras, Panamá y otros no estipulan nada. En el Caribe es aún más imposible la creación de esas leyes, junto con Paraguay, que no permite la difusión de material educativo que pueda ser considerado “teoría o ideología de género”.
De nuevo, México es una situación especial, ya que tiene una política de donación de sangre a nivel nacional que no excluye a personas LGBTIQ+ y algunos estados cuentan con Prohibición de las ECOSIG: entre ellos Ciudad de México (2020), Estado de México (2020), Baja California Sur (2021), Zacatecas (2021), Colima (2021), Yucatán (2021), Tlaxcala (2021).
Los países que permiten la donación de sangre son Costa Rica, El Salvador, Argentina, Bolivia, Brasil (con veto de 1 año), Chile, Perú, Uruguay y más recientemente Colombia.
Por su lado, las ECOSIG se prohíben en Argentina, Brasil (desde 1999 por orientación sexual y desde 2018 por identidad), Chile, Ecuador, Guayana Francesa, Uruguay y todos los territorios de ultramar en el Caribe de Francia. Finalmente, solo dos países de América Latina cuentan con leyes de cupo trans: Argentina y Uruguay, en este caso las entidades públicas deben tener por lo menos un 1% de personas trans en algunos cargos.
7. Violencia y discriminación a personas LGBT en América Latina y El Caribe
Como se dijo anteriormente, aunque muchas regiones tienen legislación en pro de los derechos de las personas LGBT, por lo que aunque los derechos estén en el papel, la situación que se vive en las calles es muy distinta a ese reflejo. Lo anterior se denota en las 3.514 personas asesinadas entre 2014 y 2020 en América Latina y el Caribe.
Además de esto, es importante recordar que los crímenes de odio y la discriminación no pueden ser absolutamente cuantificados ya que muchas personas prefieren no denunciar o no siempre se investiga como violencia por identidad de género u orientación sexual.
Según El País, de esas personas asesinadas, 1401 fueron registradas como crímenes relacionados con el prejuicio. En la pandemia, de 2019 a 2020, se llegaron a contabilizar 351 víctimas.Aunque pareciera que en algunos países, como en Colombia, se respeta a las disidencias sexuales y de género, las cifras muestran lo contrario: Colombia, México y Honduras tuvieron el 87% del total de víctimas y en 2020, contaron con el 89% del total. Brasil, según explica el medio español, es un caso aparte, ya que las organizaciones no cuentan con los datos precisos, ya que no tienen acceso a la información.
Sin embargo, de acuerdo a las cifras de Sin Violencia, entre 2014 y 2021: Brasil tiene las cifras más preocupantes con 1666 víctimas de violencia, le sigue Colombia con 882, luego México con 598, Honduras con 242, Perú con 106, El Salvador con 89, Guatemala y República Dominicana con 49, Nicaragua con 20, Paraguay con 15, Bolivia con 10 y los demás países con cifras inferiores —contabilizadas—.
De acuerdo con la misma ONG, más de la mitad de las cifras son de personas Trans (1223) y hombres gay (1182). Lo anterior demuestra que en los países de América Latina y del Caribe las personas que encarnan la “feminidad prohibida” son aquellas más golpeadas, primero, por desear una realidad que suele ser señalada por “no pertenercerles” y por ser traidores de lo roles que se plantean como obligatorios.
8. Pensamientos finales
Para finalizar, es importante reconocer que estos avances han sido posibles gracias a los movimientos por los derechos LGBT que existen en cada región y que han presionado a los entes estatales para que legislen en pro del sector disidente. Además, constituyen una deuda histórica con las personas de la comunidad que han sido histórica y sistemáticamente violentadas.
Junto con lo anterior, también es de resaltar que los desarrollos legislativos no siempre están conectados con avances culturales, ya que parte importante de la sociedad de América Latina y el Caribe está profundamente permeada por la moral católica y cristiana. Además, por los valores conservadores y tradicionales que se resisten al avance social y a la ruptura de los roles hegemónicos.
Cómo es posible notar en las gráficas, El Caribe tiene los índices más cambiantes, ya que algunas colonias están ligadas a los avances de países europeos que han legislado en pro de estos derechos. Sin embargo, otros tantos se han quedado atrás y han continuado con un régimen del terror y de la prohibición.
Es posible notar que aquellos países con mayor desarrollo económico, según las cifras de Statista, coinciden con las regiones que cuentan con mayor legislación en pro de los derechos. También que los lugares con un tejido institucional más fuerte, democrático y equitativo cuentan con los avances más importantes.
La situación a futuro es incierta, ya que como pudimos observar con el caso de Roe vs. Wade en Estados Unidos, los derechos pueden retroceder en cualquier momento, sin embargo, también es posible ver que conforme pasan los años, las personas LGBT continúan ganando espacios en el ámbito público y poniendo sus necesidades en la agenda. Por lo que es importante no detenerse y continuar con la lucha hasta que todos los derechos sean obtenidos en todos los países.