Aunque ya sabemos que Lorca podría haber sido homosexual y que esto se refleja muchas veces en los personajes de sus obras, son varios los intentos de diferentes compañías teatrales de darle una vuelta a la historia recreando nuevas versiones de algunos de sus clásicos donde las personas protagonistas son homosexuales o presentan un tinte feminista. A continuación, te presentaremos dos obras de teatro que presentaron una reinterpretación de estas obras en versión LGBT y feminista.
Esto no es la Casa de Bernarda Alba
Obra estrenada en el 2017 en los Teatros del Canal, adaptada por José Manuel Mora y dirigida por Carlota Ferrer de manera magistral. Tiene como protagonistas principalmente a hombres. El famoso Eusebio Poncela interpreta a la mítica Bernarda Alba. Le acompañan otros actores del panorama español como Jaime Lorente (Adela), Óscar de la Fuente (Poncia) o Igor Yebra (abuela)
Por lo general resulta muy difícil adaptar obras clásicas y muy famosas del teatro español con calidad. No obstante, esta versión de Carlota Ferrer y José Manuel Mora se lleva el aplauso del público, con una apuesta transgresora marcada por la música, el teatro, el vídeo y la danza.
La originalidad de todos estos elementos que aparecen en la obra se combinan en una historia muy bien hilvanada donde se cambia el género de los personajes principales. Uno de los actores, el aplaudido y reconocido Eusebio Poncela, añade que «el género no importa» cuando se trata de manifestar las pasiones humanas. Se trata de una llamada a la libertad de las mujeres y de la sociedad entera.
Se mantiene la esencia lorquiana todo el rato y aparece la búsqueda de un discurso feminista radical. Es decir, aquel que busca encontrar y erradicar la raíz del problema: el patriarcado.
Con hombres actores y bailarines que encarnan los papeles de mujeres, desaparecen los personajes femeninos de la obra original. Se visibiliza la fragilidad de las mujeres en un mundo dominado por hombres en el que tienen que vivir con miedo bajo mandatos heteropatriarcales
Al ser una adaptación interpretada por hombres, se ofrece la visión masculina de las relaciones y la estructura familiar. Se busca conseguir una creación feminista que haga reflexionar reflexionar sobre la naturaleza femenina, aunque también aborda otras cuestiones complejas de los seres humanos.
Asimismo, a lo largo de la obra, los hombres muestran su deseo de ser hombres para poder ser libres, y salir del armario que los tiene encerrados. Este deseo está ligado a la importancia de que las mujeres puedan acceder a una educación. Y también que tenga la oportunidad de viajar y salir al exterior.
Finalmente, Esto no es la casa de Bernarda Alba, se convierte en una llamada a la libertad, con una fusión excelente entre imagen, poesía música y danza. El mensaje que se lanza a los espectadores es claro y preciso, pues todo el rato se muestra el conflicto de buscar la libertad (Adela) frente a la autoridad (Bernarda Alba). Adela renuncia a un espejismo de libertad a través del suicidio, generándose la paradoja de que es la autoridad (Bernarda Alba) la que, mediante sus acciones restrictivas, logran la libertad del alma de Adela.
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Bodas de sangre, de Mariola Ponce
Otra de las propuesta innovadoras de recreación de obras de Lorca para adaptarlas a la diversidad sexoafectiva es la versión homosexual, también del 2017, de Bodas de Sangre dirigida por Mariola Ponce.
La obra original tiene lugar en el pueblo Níjar, y está basada en las relaciones entre familias, los amores, la pasión, las apariencias y las imposiciones de la sociedad. Pero en esta nueva versión serán dos mujeres protagonistas cuya historia de amor acabe drásticamente.
Al igual que en la obra original de Lorca, en esta visión también aparecen personajes alegóricos como la luna, para impregnar de simbolismo y belleza toda la historia. En este triangulo amoroso, los celos y las pasiones giran en torno a la pareja homosexual.
La vida y la muerte vuelven a ser la temática central, y los personajes alegóricos como la luna permanecen integrados en una obra marcada por un fuerte simbolismo. Asimismo, esta obra está pensada para emocionar directamente al espectador que queda sumergido en los conflictos relacionales y pasiones profundas de los personajes.
A lo largo de la historia acompañaremos a dos mujeres que están enamoradas. Después de muchos miedos y dudas sobre su relación, dado el contexto histórico y la sociedad en la que viven, finalmente se atreven a romper las normas sociales. En su lucha por el amor y la pasión se encontrarán obstáculos que tratarán de frenar su historia. Esta tendrá como desenlace una tragedia, tal y como ocurre en la obra de Lorca.
La adaptación homosexual de Bodas de Sangre a logrado enfrentar el realismo de una sociedad poco flexible con el amor, hasta quedar fusionado en un universo completamente lorquiano.
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