El 21 de agosto de 2020 la artista peruana Venuca Evanán fue galardonada con el Premio de Arte Contemporáneo del ICPNA. Esto es muy importante porque reconoce el arte conocido como “tablas de Sarhua” y, más importante aún, reconoce el trabajo revolucionario que esta mujer peruana ha hecho dentro de esta tradición.
¿Qué son las tablas Sarhua?
Inicialmente, es necesario hablar sobre las tablas de Sarhua: una larga tradición pictórica desarrollada en el distrito de Sarhua, al sur de Perú. Esta se caracteriza porque, después de finalizar la construcción de una casa, los hijos varones de los maestros sarhuinos retratan en las tablas escenas importantes de su vida conyugal y en comunidad, para hacer la entrega de la tabla en una ceremonia llamada: “tabla apakuykuy” en la que la pareja entra en la casa y hace un brindis.
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Estas tablas tienen en común que suelen ser dedicadas de una persona de la pareja a la otra y que cuentan una historia que se lee de abajo hacia arriba, que generalmente culmina con la terminación del hogar conyugal.
En 2018 este tipo de arte fue reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación del Perú por:
“Constituir una herencia transmitida desde tiempos prehispánicos, siendo considerada una vía de comunicación, así como el medio para generar directrices que organizan la vida social del pueblo; por promover la manifestación de la creatividad andina y la conservación de la memoria familiar y colectiva, reproduciendo un modo particular de representación de los mundos interiores y exteriores de Sarhua”
Venuca Evanán, la revolución de las tablas
Venuca Asunción Evanán Vivanco es la hija de dos de los fundadores de la Asociación de Artistas Plásticos de Sarhua (ADAPS), por lo que desde su infancia se vio fuertemente influenciada por el mundo artístico. Según ella misma cuenta, cuando tenía 7 años terminó su primera obra y a los 14 decidió que se dedicaría de lleno a la pintura.
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De acuerdo con una entrevista que la artista concedió al medio Artishock lo que ella pretende a partir del arte es: “Yo reflejo, más que nada, la vida de la mujer. Muestro sus anhelos, sus sueños, las brechas de desigualdad, la falta de empatía e inequidad talladas y pintadas a mano. También hay una transmisión de la situación emocional de la mujer reflejada a través de la Pachamama y la devoción a la Virgen de la Asunción, Patrona de Sarhua”.
Por lo que su arte se caracteriza por imágenes de mujeres que son transversales a la intimidad femenina en todo sentido: emocional, social y erótica.
La evolución
Por esto mismo es tan importante que Venuca Evanán sea galardonada por continuar con la tradición de su cultura (que hasta hace poco era exclusiva de los hombres). Y, más aún, es muy importante que las escenas que plasme en las tablas reivindiquen el papel de la mujer y sus luchas, así como a la comunidad LGBTIQ+. Cosa que, por obvias razones, no se había hecho antes.
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Su técnica utiliza la tradición para romper con algunas de las costumbres de su comunidad, especialmente ligadas a la relegación de la mujer y el maltrato al que se ven sometidas por sus pares masculinos.
Esto mismo hizo que, de acuerdo con el diario La República, Venuca dudara inicialmente sobre la reacción de su comunidad, pero también le sirvió como motivación para atreverse a exponer, entre otras cosas, las tablas de familias diversas.
Todo empezó con la petición de Luciana Calvimontes, una fanática de las tablas sarhuinas le pidió a Venuca que hiciera una tabla para celebrar que su novia y ella iban a vivir juntas. Cuando Venuca la terminó se dio cuenta de que nunca una familia diversa había sido retratada en las tablas.
La tabla trasciende lo privado del hogar revolucionando una tradición e incluyendo nuevas formas de pensar el mundo y la familia en la comunidad.
