Aunque la discriminación a personas gitanas, o antigitanismo, es un tema que se ha mantenido con el paso de los años. Recientemente en Peal de Becerro, localidad de España, el movimiento de estigmatización en contra de las personas pertenecientes a esta etnia ha aumentado.
Se tratan de casos de violencia que han ocurrido de manera sistemática y que se mantienen, pues, la sociedad tiene normalizadas ciertas acciones y pensamientos que perpetúan el rechazo a las personas gitanas.
Antigitanismo en la cotidianidad
¿Alguna vez has escuchado que las personas de etnia gitana son “ladronas”?, ¿Que se dedican al negocio de las drogas?, ¿Que todas saben cantar y bailar?, ¿Que les cuesta encontrar trabajo por que son incapaces de mantenerse en él?, ¿Que son machistas o incultos?, ¿Que no les gusta estudiar? o, incluso, ¿Que reciben subvenciones constantes del gobierno?
Es posible que hayas escuchado muchas de estas afirmaciones o que creas que alguna es cierta. Si es así, te invitamos a seguir leyendo para desmontar estas afirmaciones y deshacernos de ese racismo que aún tenemos interiorizado.
Te puede interesar: Doble discriminación: cómo vive la comunidad LGBTI con discapacidad
¿Todas saben cantar y bailar?
Esta afirmación carece de sentido y está ligada al estereotipo. El mismo estereotipo que nos hace pensar que todas las mujeres latinas llevan ‘’el ritmo en la sangre’’, cuando esto es algo que se aprende.
Muchas personas gitanas aprenden los ritmos del flamenco desde muy pequeñas porque es un estilo de música milenario que está muy presente en su entorno. Además, dedicarse a este arte es una tradición muy arraigada en este pueblo, pero eso no significa que todas las personas gitanas lo aprendan o les guste.
¿Son ladrones y/o se dedican a la droga?
Las tasas de delincuencia y consumo de droga está relacionada con grupos socialmente discriminados y marginados, precisamente por las barreras que la sociedad les impone, a consecuencia del racismo estructural. Este además hace más difícil que una persona pueda acceder a un puesto de trabajo cuando la discriminación se da a todos los niveles.
Cuando se dan situaciones de robo o tráfico de droga tendemos a señalar a las personas delincuentes, sin analizar las causas estructurales que llevan a este tipo de actuaciones. Asimismo, volvemos a caer en el estereotipo al pensar que es algo propio y/o exclusivo de las personas gitanas.
¿No les gusta estudiar?
Según la Fundación Secretariado Gitana, seis de cada diez estudiantes gitanos abandonan los estudios sin acabar la Educación Secundaria Obligatoria. Ante esta situación, impulsaron la campaña de sensibilización El Pupitre Gitano.
El sistema educativo no da una igualdad de oportunidades para todas las personas cuando se segrega por cuestiones de origen étnico, clase social o diversidad. Además, las altas tasas de discriminación y racismo hacia las personas jóvenes de etnia gitana explicaría porque es más frecuente que estas sientan un rechazo hacia un sistema educativo donde no se sienten cómodas.
Muchas personas además abandonan el colegio a edades muy tempranas para empezar a trabajar y ayudar a sus familias. Recordemos que las desigualdades estructurales y la discriminación obligan a las personas a tener que sobrevivir en un entorno hostil, como son las sociedades clasistas y racistas.
¿La cultura gitana machista es más machista que otras?
No hay culturas más machistas que otras si tenemos en cuenta que el machismo es una desigualdad estructural que existe en todo el mundo. Sin embargo, programas de televisión como Los Gypsy Kings fomentan los estereotipos y contribuyen a alimenta la discriminación. Con este panorama, la inclusión se vuelve más difícil.
Por otro lado, hay muchas mujeres gitanas feministas, así como asociaciones y federaciones feministas romaníes. Por ejemplo, Gitanas Feministas por la Diversidad o Fakali. A nivel estatal, destaca la labor de la Fundación Secretariado Gitano. También se organizan congresos y eventos a nivel nacional, como el Primer congreso de Feminismo Romaní.
Es legítimo hablar desde la rabia hacia quienes se posicionan desde la condescendencia o el paternalismo, como ocurre cuando se habla de las mujeres gitanas desde una posición de privilegio.
También es frecuente que se ponga encima de la mesa la ceremonia del pañuelo para señalar el machismo del pueblo gitano. Sin embargo, esta costumbre no está extendida ni la práctica en todo el mundo. Además, guarda relación nuevamente con el machismo estructural en todo el mundo y el control de la sexualidad de las mujeres a través de la idea de la virginidad.
También leer: La Ciencia dice que no existe la virginidad
Por otro lado, del mismo modo que algunas mujeres gitanas deciden pasar por la prueba del pañuelo, también habrá mujeres que no son gitanas que deciden llegar vírgenes al matrimonio (cuando hablamos de virginidad, nos referimos a un concepto construido y que en el imaginario colectivo se interpreta como la ruptura del himen a través de la penetración).
No podemos señalar una costumbre sin darnos cuenta de que hay cuestiones estructurales de fondo y no podemos generalizar cuando hablamos de contextos socioculturales diferentes. Mucho menos en un mundo donde el empoderamiento de las mujeres es cada vez más grande y sonoro.
Para leer más sobre este tema, te recomendamos el artículo Diez preguntas que siempre has querido hacer a una mujer gitana
¿El pueblo gitano no quiere integrarse en la sociedad?
Sería muy reduccionista pensar que la población gitana se aísla y solo deciden relacionarse entre miembros de su propia comunidad. Además, integrarse tiene el matiz de que son distintos e inferiores, y necesitan formar parte de ‘’la norma social’’.
Por otro lado, la idiosincrasia del pueblo gitano no quiere decir que esté despolitizado. Podríamos hablar de que necesitan una forma diferente de cambiar, en caso de que así lo quisieran.
Es difícil avanzar hacia una sociedad de integración social donde quienes tienen la visibilidad y la jerarquía han rechazado sistemáticamente a este pueblo, así como a otras minorías. La discriminación está muy presente en la historia y marca el presente de las personas, perpetuando los estigmas que las hacen ver como peigrosas, inferiores y ancladas en el pasado.
¿Reciben subvenciones del estado?
Uno de los ataques más frecuentes a personas que vienen de lugares más pobres es pensar que reciben dinero del estado y que por tanto existe una discriminación estructural en todo el país. Este tipo de argumentos enraizados en lo económico y en los ‘’privilegios que reciben sin trabajar’’ fomentan el odio.
Además, no es cierto.
Los estados cuentan con partidas presupuestarias para garantizar los servicios sociales de las personas, con lo que es algo accesible a todo el mundo que lo necesite por estar en situaciones de vulnerabilidad. Pero eso no significa que los fondos se distribuyan sin ningún tipo de control y de manera arbitraria.
¿Las personas de etnia gitana son incultas?
Esta realidad parece dejar de lado a grandes figuras que han marcado la cultura. Por ejemplo, Curro Albayzín, Antonio Salazar, Elena Lacková o Manuel Molina, Elena Lacková… Y por mencionar una más sonada, tenemos a Alba Flores, conocida actriz española que saltó a la fama internacional por su papel de Nairobi en la Casa de Papel.
Además, este argumento clasista de que las personas no son cultas o no están informadas por su etnia es un imaginario necesario de eliminar en todos los ámbitos. Los saberes y costumbres ancestrales constituyen una forma de cultura y de conocimiento que no es inferior o superior a otro.
¿Siempre han sido así?
Muchas veces se recurre a este argumento para decir que es normal pensar de esa manera, sin embargo, por un lado, no solamente desconocemos la historia del pueblo gitano, sino que lo que se cuenta es estereotipado. Además, no se ha dado un ejercicio de justicia ni de memoria histórica.
Por ejemplo, no se cuenta que, durante el Holocausto, miles de gitanos fueron asesinados mediante el uso de gas. En los libros de historia tampoco aparecen mencionados hechos como el intento de exterminio de este pueblo en la Gran Redada de 1749.
Federico García Lorca fue el primero que representó al pueblo gitano tal y como es, con total justicia y dignidad, en su libro El Romancero gitano. Pero en la literatura española suelen aparecer como ladrones, personas que no son de fiar y que engañan a las demás por dinero.
Puede interesarte: La literatura una herramienta clave en la educación sexual inclusiva
No es casual que el pueblo gitano haya terminado en las periferias de las ciudades cuando la historia no solamente ha invisibilizado a este pueblo, sino que no se visibilizado justamente sus características.
Si quieres aprender más sobre la historia del pueblo gitano dede una mirada crítica y feminista te recomendamos el libro de Pastora Filigrana El pueblo gitano contra el sistema-mundo. Reflexiones desde una militancia feminista y anticapitalista.
Conclusiones sobre el antigitanismo
El pueblo gitano es uno de los colectivos más afectados por los estereotipos y prejuicios de todo tipo. Históricamente no se le ha tratado con justicia y es víctima de las desigualdades estructurales del sistema en que todas las personas estamos inmersas.
Expresiones cotidianas de la lengua española como ‘venir hecha una gitana’ denotan cómo el lenguaje sigue arrastrando cargas discriminatorias y estigmatizantes que contribuyen a perpetuar estereotipos.
Por otro lado, el racismo está inevitablemente muy ligado al clasismo. No leemos de la misma manera a una persona de clase alta de etnia gitana, que a una mujer gitana obrera que vive en la periferia de una ciudad. Pero precisamente las condiciones de pobreza a las que se ha visto obligada a vivir la comunidad gitana fomenta el rechazo y la discriminación.
Tener una imagen de pueblo conflictivo, machista, medieval, agresivo o peligroso es una pauta propia del racismo. De pensar que hay pueblos superiores a otros, que el mundo se puede dividir en civilización o barbarie.
El pueblo gitano se ha caracterizado siempre por querer vivir en libertad, abrazando la alegría, y cuidando de los suyos. Su familiaridad y visión colectiva de las cosas nos puede servir de ejemplo en una sociedad cada vez más individualista.
Además, estas personas siempre han sido perseguidas a lo largo de toda su historia, como también ha ocurrido con otros pueblos y minorías. Por tanto, han tratado de protegerse y sobrevivir a los ataques.
Su alegría ha sido castigada, y su arte, el flamenco, a día de hoy marca fuertemente el carácter de España que tiene una deuda histórica con este pueblo. No solamente por el flamenco, sino por el daño histórico que se le ha hecho al tratar de marginarlo y erradicarlo. Asimismo, cabe destacar que el flamenco ha sido una vía de escape y liberación ante las injusticias sufridas, un canto a la alegría y al deseo de libertad.
Recordemos que cuando un colectivo queda al margen de la sociedad, cada vez se le hace más difícil avanzar al mismo ritmo que otros pueblos más privilegiados. Pero no tendría sentido pensar que las personas no cambian ni se adaptan a los tiempos.
Personas ladronas, estafadoras, machistas, agresivas e incultas hay en todas partes, de muchas formas y nacionalidades distintas. Pero el estigma siempre recae siempre en quienes la historia ha borrado y manchado como inferior, aunque esta lectura sea siempre la más injusta.