La preeclampsia o el síndrome de HIEP (hipertensión inducida por el embarazo proteinúrica) es una de las complicaciones más comunes y peligrosas que alguna persona puede padecer durante su etapa de embarazo. Comúnmente, este síndrome suele aparecer en embarazos primerizos, pero existen otros factores que aumentan el riesgo de que una persona padezca preeclampsia y presente riesgos para su salud y la del bebé.
Normalmente, la preeclampsia suele ocurrir en el segundo y tercer trimestre del embarazo y a partir de la semana 32. Las personas que más presentan riesgo de padecerla son aquellas que ya la han sufrido en un embarazo previo o que tengan antecedentes en su familia.
Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 20% y el 40% de las personas podrán heredar este síndrome
La hipertensión es uno de los principales síntomas, y es muy frecuente en personas que han presentado complicaciones de salud previas al embarazo como presión arterial, diabetes, diabetes gestacional, insuficiencia renal, algunas enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso, entre otras afecciones.
¿Qué es la preeclampsia?
Es un síndrome del embarazo en el que aparece una hipertensión arterial después de la vigésima semana de gestación. Además, se asocia a una falla renal que daña los riñones y se manifiesta en altos niveles de proteína en la orina.
Además, presenta alteraciones en la placenta y un menor o reducido flujo sanguíneo -lo que se conoce como isquemia placentaria- lo cual hace que existan complicaciones en el crecimiento del bebé y en ingesta necesaria de nutrientes, sangre y oxígeno.
¿Qué especialista trata la preeclampsia?
El médico encargado de hacer controles prenatales para detectar de manera temprana, es un profesional en Ginecología y Obstetricia; y el único tratamiento para esta afección o para cuando hay complicaciones graves es el parto inducido o la cesárea.
¿Cuáles son los factores que aumentan el riesgo de preeclampsia?
Existen varios factores que aumentan el riesgo de padecer preeclampsia, estos pueden ser genéticos, relacionados de manera directa con la madre o con el embarazo.
Dentro de los factores de riesgo relacionados con la madre, están:
- Obesidad.
- Padecer enfermedades inmunológicas.
- Estrés.
- Edad avanzada o madres adolescentes.
- Preeclampsia en embarazos anteriores.
Dentro de los factores de riesgo relacionados con el embarazo, están:
- Sufrir infecciones de tracto urinario durante el embarazo.
- Embarazo múltiple.
- Anomalías fetales congénitas en el paciente.
¿Cuáles son las complicaciones de la preeclampsia?
Uno de los mayores riesgos de una preeclampsia no tratada, es padecer eclampsia. Esta se manifiesta a través de convulsiones y puede aparecer bien sea durante la segunda mitad del embarazo, el trabajo de parto o después de este.
La preeclampsia no solo afecta la presión arterial de la persona gestante, sino que también puede repercutir en algunos órganos como los riñones -insuficiencia renal-, el cerebro -accidente cerebrovascular- y problemas en el hígado.
Las complicaciones de la preeclampsia también afectan al bebé, ya que la placenta -quien es la encargada del suministro de sangre y alimentos del bebé- es una de las más afectadas por la hipertensión arterial que se produce. Esto evita el correcto desarrollo de les niñes y no permite que reciba las cantidades necesarias de oxígeno y nutrientes, una afección conocida como RCIU (retraso del crecimiento intrauterino).
¿Tiene cura la preeclampsia?
La Preeclampsia no tiene cura, sin embargo, un profesional puede suministrar medicamentos a la persona que la padece para bajar la presión arterial. En caso de complicaciones graves, la única manera de eliminar el peligro para la persona gestante y su bebé es induciendo el parto o realizando una cesárea.
¿Se puede evitar la preeclampsia?
La única manera de evitar la preeclampsia es comenzar con los controles desde una etapa temprana del embarazo; sin embargo, es importante que se evite el aumento de peso excesivo durante esta etapa, se visite al médico en caso de presentar aumento elevado en la presión arterial, evitar el estrés, consumir alimentos ricos en calcio, entre otras indicaciones que dé el médico especialista.
¿Qué debe hacer una persona si le diagnosticaron preeclampsia?
Una persona que acaba de ser diagnosticada con preeclampsia y si esta es leve, debe guardar reposo, cuidar su peso, ingerir mucha agua, consumir medicamentos en caso de haber sido recetados y visitar al médico frecuentemente para realizar chequeos que puedan descartar riesgos para ella y su bebé.
Otros de los chequeos que deberá hacerse una persona embarazada que ha sido diagnosticada con preeclampsia, son:
- Constantes chequeos de presión arterial.
- Recoger muestras de orina para que un profesional evalúe las cantidades de proteína que produce.
- Análisis de sangre, hígado y riñones.
- Ultrasonidos constantes para evaluar el flujo sanguíneo en el cordón umbilical del bebé y el volumen del líquido que lo rodea.
Fuentes:
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