En una zona muy pobre del estado de Veracruz, en México, un niño de 10 asesinó de un tiro en la cabeza a su compañero de clase, después de que este le ganara en una partida de videojuegos. La Fiscalía comenzó una investigación hacia el agresor y sus padres que, después de los hechos, huyeron. El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, afirmó que era “triste” el hecho de que un niño tuviera acceso a un arma.
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Terror por asesinato derivado de un videojuego
Tanto los órganos del gobierno y la familia del menor asesinado, coinciden en la culpabilidad e irresponsabilidad de los padres del agresor. Esto debido a que el día de los hechos el niño salió del lugar de videojuegos para su casa, tomó el arma que había sobre la mesa y volvió a dispararle a su compañero.
Los dueños del establecimiento de videojuegos llamaron inmediatamente a las autoridades municipales y de Protección Civil. El menor fue trasladado a un hospital donde los médicos comunicaron que las esperanzas de vida eran muy pocas. Dos horas después, el niño murió.
Reacciones al asesinato por un videojuego en México
Por un lado, el gobernador García afirma que: “Tiene que actuarse apegado a derechos para ver las responsabilidades por el arma, porque sin duda hay responsabilidades”. Por otro lado, Leticia, la madre del menor asesinado, le dijo a la prensa: “Lo único que pido es que me ayuden a hacer justicia, porque mi hijo murió por culpa de los padres de ese niño que mató a mi hijo, porque es una falta de responsabilidad dejar una pistola en la mesa como si fueran cosas de comer”.
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Asimismo, la abuela del menor salió a hablar con los medios de comunicación y les contó que los dos niños eran muy amigos, tanto que en varias ocasiones se quedaban a dormir en la casa del otro. “Son niños buenos todos, se llevaban muy bien, no pasaban de darse una trompada y que uno los regañara, pero ahora a mis chamacos les dicen ahí van los asesinos, esos son los asesinos”, afirma la abuela, que considera que los padres del menor que asesinó a su nieto deben estar presos.
Veracruz: un estado con altos índices de violencia
Al día de hoy, Veracruz sigue siendo una de los estados más violentos en México, debido a la presencia del narcotráfico. “Desde el 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderon lanzó una ofensiva antidrogas, se han registrado unos 340.000 asesinatos y decenas de miles desaparecidos, la mayoría atribuidos al crimen organizado”, escribe el periódico El Tiempo.
En el 2022, la organización Causa en Común actualizó su estudio “Atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios” en donde se registró que en México se cometen en promedio 17 “atrocidades” diarias, lo que significa un 13% de aumentó con respecto al 2021. El estudio clarifica que se refiere a “atrocidades” cuando se utiliza el uso de la fuerza intencional para causar la muerte, maltrato extremo, laceración o terror.
Según el estudio, “Del 1 de enero al 31 de diciembre de 2022 se registraron en 5.317 notas periodísticas, al menos 6.217 atrocidades que dejaron al menos 10.799 víctimas”. El 50% de estos acontecimientos se concentraron en los estados de Zacatecas, Baja California, Michoacán, Estado de México, Guerrero, Guanajuato y Veracruz.
Asimismo, según un artículo escrito a principios de diciembre del 2022 por Cimacnoticias, periodismo con perspectiva de género, Veracruz se posicionó como “el tercer estado a nivel nacional con el índice de feminicidios más elevado”.
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El trámite de la violencia
Es inevitable que los niños y las niñas estén envueltos y afectados por los acontecimientos de violencia que caracterizan sus ciudades, su contexto y la cultura que los rodea. Sin embargo, y precisamente por eso, los padres de los menores tienen una responsabilidad gigante para ayudarles a sus hijos e hijas a manejar y tramitar sus emociones, sin el uso de la violencia.
El psicólogo Alberto Soler Sarrió afirmó, en una entrevista con El País, que: “La poca tolerancia a la frustración es más de los padres que de los hijos”. Los crímenes por intolerancia entre niños, en torno a los videojuegos, son cada vez mayores y esto es, sin duda, un llamado de atención hacia los padres de los menores.