La política colombiana está llena de grandes retos, dado a su histórico camino conservador y católico. A pesar de ello, el politólogo y actual congresista, Mauricio Toro ha despejado la vía política a nuevas realidades desde el respeto por la diversidad. Para él, desde un inicio surgió la pregunta, ¿por qué hay que dividir? y en ese momento, su trabajo en el Congreso de la República y proyectos personales se empoderaron de una representación, inspiración y gran exposición desde la valentía y seguridad de sus conocimientos.
Colombia es un país que ha creado grandes etiquetas para la comunidad LGBTIQ+, lo cual genera un ambiente que no es fácil de digerir, pero no es imposible de proponer, debatir y gestionar. Es claro que la comunidad no está exigiendo más derechos, por el contrario, lucha por la garantía de los ya existentes, desde la transparencia y compromiso con la verdad en cada uno de sus espacios.
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Es así como Toro señala que no es posible vivir en una sociedad con miedo, donde se pide el mínimo de igualdad, pues como él mismo lo destaca “no somos ciudadanos de segunda categoría”. Actualmente, la lucha y el impacto de la comunidad en varios países ha sido recibida de forma muy positiva, a pesar de los obstáculos que pueden presentarse a nivel cultural. Colombia, en este sentido, ha tenido un proceso paulatino y nada fácil, empezando por la discriminación de las personas transgénero en su derecho al voto, lo cual fue visto en el marco de las pasadas elecciones en mayo y junio.
Ahora bien, en los últimos cuatro años, Toro logró grandes gestiones. En principio, que el Plan Nacional de Desarrollo, dividido en diagnóstico y soluciones, tuviera un capítulo dedicado a la comunidad LGBTIQ+, en el acceso a los derechos básicos. Seguidamente, se contará con una silla para la representación en el espacio de la junta del Departamento Nacional de Planeación y en los partidos políticos por obligación. Además de un debate sobre control público para el cumplimento de la política pública LGBTIQ+.
Proyecto de Ley Inconvertibles
Por último, y de lo más significativo para su cierre como congresista es el proyecto de Ley “Inconvertibles” que busca la prohibición y castigo a las terapias de conversión. Este último caso, también conocido como “Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad y Expresión de Género” (ECOSIEG)”, generó gran debate entre los congresistas de diversos partidos, donde los más conservadores recusaron a Toro del debate por su orientación sexual y por ello se truncó el trámite de la iniciativa hasta que la Comisión de Ética resuelva el recurso.
Ante esto, la exigencia del congresista al respeto e igualdad de capacidad y conocimientos fueron expuestos con seguridad ante el Congreso, y asimismo una ola de apoyo a su trabajo y esfuerzo, a través de redes sociales. “No hay nada que curar. Somos inconvertibles”.
Mauricio Todo habló del proyecto con every
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El nivel de importancia de este proyecto es máximo, pues también incluye la prevención del suicidio de estas personas.
Lamentablemente, en gran mayoría de los casos, las primeras reacciones de las familias al saber que sus hijes son parte de la comunidad sean la de buscar solución a ese “problema”, es por ello que acuden de primera mano a la iglesia o, incluso, a supuestos centros médicos que disfrazan sus procedimientos. Este fue uno de los casos que, en enero del presente año, la Fiscalía General de Nación encontró en Bogotá, al desmantelar un centro de tortura, donde no hay ningún tipo de denuncia, dado al permanente silencio y poco conocimiento de las familias frente a estos casos.
Ante esto, se extiende la reflexión a que en principio se explique qué es la diversidad y que, por medio de espacios seguros como psicólogos, se abran espacios de diálogo constructivo y responsable. De esta manera, Toro destaca que no hay mejor satisfacción que abordar el tránsito desde el amor, la compañía y la escucha, pues de allí surge el camino del respeto y la validación de la diversidad.
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En este punto, el congresista expone que su postura en el actual Gobierno es dada gracias a miembros de la comunidad que años atrás ya venían realizando un proceso de lucha por la escucha, verificación y verdadero cumplimiento de sus derechos. Por lo tanto, su actual gestión es un honor para ellos y un referente para las generaciones más jóvenes. Ello, lo enmarca como una gran responsabilidad de inspirar.
Es así como el Proyecto «Inconversibles» comprende que la libertad de culto no es libertad de tortura, es más, los esfuerzos del proyecto de ley están en dar paso a ir a sentirse seguro, amado y acompañado por su orientación y transición. La decisión de ser parte de la comunidad diversa debe ser algo cómodo.
Se espera que en el próximo Gobierno, el debate del proyecto se vuelva a presentar y, asimismo, se cumplan con transparencia las demás gestiones de Toro en el Congreso. Finalmente, extiende la invitación a que se construya diversidad desde las regiones, las cuales son de las más golpeadas por el fuerte arraigo religioso y cultural, pues se destaca que la transición debe ser hacia un espacio seguro. El hecho de que una minoría tenga derechos depende del apoyo de una mayoría que entienda la diversidad.
