En medio de una realidad desafiante para las personas LGBT en Malasia, donde las muestras de cariño público entre personas del mismo sexo enfrentan penalizaciones severas, recientemente se desató una controversia en el reconocido festival de música ‘Good Vibes' en Kuala Lumpur.
Durante la actuación de la banda británica The 1975, el vocalista Matty Healey sorprendió al público al dar un beso al bajista Ross MacDonald y aprovechó la ocasión para criticar las leyes anti-LGBT del país, un gesto de amor que llevó al gobierno de Anwar Ibrahim a desmantelar el festival que en principio tendría una duración de tres días, generando un debate sobre la protección de los derechos del colectivo LGBT en el país asiático.
En muchas partes del mundo, las personas LGBT se enfrentan a una realidad dolorosa al expresar muestras de cariño públicamente. La discriminación y la persecución son lamentablemente comunes, y esto ha quedado patente una vez más en Malasia, donde además, ser homosexual se sigue considerando un delito con penas de hasta 20 años de prisión y un latigazo.
El concierto de The 1975 fue interrumpido por el propio Healey, quien informó al público que habían sido expulsados de Kuala Lumpur debido a las directrices locales. El ministro de Comunicaciones y Digital, Fahmi Fadzil, reiteró la postura del Gobierno en contra de cualquier evento que vaya en contra de las leyes malasias y calificó la acción del cantante como «muy irrespetuosa».
El impacto de esta cancelación afectó profundamente a los seguidores del festival ya los miembros de la banda, que consideraron cancelar su participación en solidaridad con las personas LGBT en Malasia. Sin embargo, decidieron no defraudar a sus seguidores y asumir la situación. Healey manifestó su indignación por las restricciones impuestas, cuestionando por qué se invita a la banda a un país y luego se les dicta con quién pueden tener afecto.
Este incidente se enmarca en un contexto político en el que las cuestiones de los derechos LGBT son motivo de debate. Antes de unas elecciones regionales en Malasia, la coalición liderada por Anwar Ibrahim, quien ha sido condenado y encarcelado bajo cargos de «sodomía» debido a su orientación sexual, se enfrenta a una alianza musulmana conservadora que critica la postura progresista del Gobierno en relación con los derechos de los musulmanes en un país diverso en términos religiosos.
La cancelación del festival ‘Good Vibes' ha generado un amplio debate a nivel internacional sobre los derechos humanos y la igualdad de la comunidad LGBT en Malasia. Con leyes restrictivas y un marco legal que no reconoce los derechos de las personas LGBT, los defensores de los derechos humanos advierten sobre los desafíos que enfrenta el país para garantizar la igualdad y protección de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
Desde diferentes sectores de la sociedad, se ha pedido al Gobierno malasio que reconsidere su postura y promueva un ambiente de tolerancia y respeto hacia la comunidad LGBT.