La visibilidad en el deporte de personas LGTB es un tema que siempre está sobre la mesa cuando hablamos del colectivo. Sobre todo cuando la invisibilización es más fuerte, como ocurre con las mujeres lesbianas en el deporte.
LGTBfobia en el deporte
No son pocas las personas deportistas que deciden tomar la decisión de permanecer en el armario en lugar de mostrarse y decir abiertamente que no son heterosexuales. Por miedo al entorno e, incluso, por temor a tener repercusiones por parte de las demás personas en el equipo o sus patrocinadores.
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Sabemos que es necesario que en todas las áreas de nuestra vida tengamos buenos referentes. No solamente porque sean modelos para seguir para otras personas LGTB, sino porque lo que no se ve, por lo general, no existe; sí en la realidad, pero no en los pensamientos ni los imaginarios colectivos.
Actualmente, se está hablando del tema del mundial de fútbol, que en 2022 se celebra en Qatar. Se trata de uno de los acontecimientos deportivos más importantes. Sin embargo, vemos cómo el activismo y la lucha por los derechos LGTB tiene cada vez más voz cuando se pone encima de la mesa que Qatar no es un país que proteja los derechos del colectivo. Más bien todo lo contrario.
El posicionamiento que hagan los clubes deportivos y los equipos, sobre todo de fútbol, va a ser siempre muy importante. Son un gran escaparate donde un mensaje de rechazo absoluto a la discriminación LGTB puede llegar a muchas personas y calar profundamente en la sociedad.
Ocurre algo similar en eventos deportivos multitudinarios como son los juegos olímpicos. Muestras de amor y de apoyo que son televisadas pueden hacerse virales y dar la vuelta al mundo.
Recordemos a Abby Wambach, quien nos dejó un recuerdo inolvidable de un beso a su mujer en la final del mundial de fútbol femenino.
Por otro lado, iniciativas como Rainbow Laces están ayudando a clubes, órganos rectores y atletas individuales en sus respectivos viajes de inclusión al mostrar cómo crear culturas acogedoras que apoyan y promueven la autenticidad de deportistas LGTB.
Importante también es la labor que hacen marcas como Adidas, que mediante diferentes campañas se ha mostrado a favor del colectivo. Por ejemplo, el lanzamiento de nueva ropa deportiva con la bandera arcoíris, con motivo del día del orgullo. Sin embargo, estas acciones no están exentas de polémica. Por un lado, recordemos el revuelo que se generó Adidas cuando publicó una foto donde se intuía amor lésbico que despertó fuertes reacciones homófobas.
Finalmente, aunque la labor de las marcas ayuda a la visibilidad, también cabe preguntarse hasta qué punto lo hacen como campaña de marketing dentro de las estrategias de pinkwashing.
Mujeres abiertamente lesbianas en el deporte
Durante mucho tiempo, el deporte y sus deportistas LGTB han estado muy invisibilizadas en todo el mundo. Al mismo tiempo, arrastra un prejuicio nacido de los estereotipos de género que afecta principalmente a las mujeres. Y más específicamente a las mujeres lesbianas y bisexuales que muestran interés por el deporte. Algo asociado con la vinculación que se socialmente se le hace con la masculinidad.
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Ser mujer y lesbiana en el deporte es a veces leído como un acto de valentía. ¿Debería ser así? Esto es debido al alto nivel de rechazo que sufren, parece venir simultáneamente de dos lados:
- Rechazo y desprecio de tus habilidades deportivas por ser mujer.
- Rechazo y desprecio de tus habilidades deportivas por ser LGTB.
Este rechazo no solamente puede llevar a generar estigmas dolorosos, sino que dificulta el proceso de crear referentes femeninos en un área aún muy masculinizada como es el deporte.
Si hoy aún sigue habiendo mucha invisibilidad y poco aprecio por el deporte femenino, en el momento en que este género empieza a tener más éxito y visibilidad, irremediablemente aparece la sombra de la diversofobia.
Y es que la relación entre la sexualidad y el deporte no siempre es tarea fácil. Independientemente del nivel o área del que hablemos a nivel de participación deportiva.
Pero, a pesar de todo, son muchas las mujeres que han contribuido a dar visibilidad sin miedo a mostrar su amor en público. A continuación, os dejamos algunos ejemplos
Ejemplos de mujeres lesbianas en el deporte
El primer ejemplo lo tenemos con Lianne Sanderson, una deportista lesbiana inglesa de gran éxito en el Arsenal. Llegó a ganar la Champios League con este equipo. Debutó como deportista en mayo de 2006 y pronto empezó a formar parte del equipo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA (2007). También participó en el Campeonato de Europa (2009). Unos años más tarde, el mundo la vería como jugadora excepcional en la Copa del Mundo de 2015.
Lianne Sanderson, además de una futbolista exitosa, también fue la primera futbolista abiertamente homosexual de Inglaterra. Su carrera de éxito profesional la ha llevado a jugar en competiciones en EE.UU., Italia o Brasil. Pero lo más importante es que actualmente se ha convertido en un referente de deportistas LGTB que abrazan su identidad.
En atletismo, tenemos la figura de la campeona Corinne Humphreys, mujer negra y lesbiana. Representó al equipo de Inglaterra en los Juegos de la Commonwealth de 2018.
Pasemos ahora a hablar de un deporte como el hockey. Aquí encontramos a la campeona europea y olímpica Susannah Townsend. Ella, además, es una persona activista que usa su imagen y su voz para concienciar sobre la discriminación de personas LGTB en el deporte.
Susannah Townsend formó parte del equipo de hockey de Gran Bretaña que en el año 2016 se hizo con el oro olímpico en los juegos de Río de Janeiro. Por otro lado, Kate y Heken Richardson-Walsh también se erigen como grandes ejemplos de mujeres lesbianas en el deporte.
En cricket, Maxine Blythin fue nombrada jugadora del año de Kent en 2019 cuando el equipo ganó el título del campeonato del condado la temporada pasada. Este caso despertó polémica precisamente por ser una mujer trans.
Por otro lado, tenemos la figura de Sarah Moore. Es una piloto de carreras de la Serie W. Con su actuación, ha abierto un camino de visibilidad para las mujeres lesbianas en el deporte del automovilismo.
Sara además apoyó el nacimiento de LGBT Racing Pride, una red que busca generar conciencia sobre la importancia de la inclusión de las mujeres lesbianas en el deporte. También fue apoyada por la piloto trans Charlie Christina Martin, competidora en la Copa Michelin Le Mans.
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Otros excelentes iconos deportivos lésbicos vienen de la mano de la pareja Megan Rapinoe y Sue Bird. La futbolista fue ganadora del Balón de Oro y su novia es una estrella del baloncesto.
Hay muchas figuras del deporte femenino femeninas de gran éxito que son LTB. Podríamos seguir poniendo ejemplos, como Lily Parr, pionera en el fútbol femenino inglés. O incluso una leyenda del tenis como es Billie Jean King.
Sexualidad y deportistas LGTB
Sea cual sea el nivel en el que compita o participe, navegar por la relación entre la sexualidad y el deporte a menudo puede ser complicado. En el fútbol femenino, encontramos muchas jugadoras que son lesbianas. No son la mayoría, pero lo cierto es que hay muchas. Nuevamente, esto nos genera un doble dilema:
Por un lado, el estereotipo de que las mujeres que juegan al fútbol son lesbianas (y masculinas), se ve reforzados. Por otro lado, si hay muchas, ¿Por qué no las conocemos?
El fútbol, bien por su forma de juego o por su vestuario, es un deporte que atrae a mujeres lesbianas. Pero más allá de este deporte, que a fin de cuentas es el más visible, podemos y debemos recordar que en todos los deportes hay personas LGTB. Porque las personas disidentes son parte de la diversidad que permea todas las áreas humanas.
En las entrevistas a mujeres lesbianas en el deporte, sus protagonistas nos cuentan cómo encontrar su sexualidad fue un proceso largo. Destacan la suerte de tener una familia que la acepta y la quiere, independientemente de sus gustos y las personas a las que ame.
La aceptación familiar aparece como uno de los elementos claves en las personas LGTB a la hora de salir del armario y sentir que sus entornos son seguros. Se trata de una de las vivencias que más desata estrés de las minorías y miedo a expresarse en el entorno familiar, por miedo a recibir rechazo.
Siempre es fundamental encontrar un espacio donde ser una misma y expresarte tal y como eres y poder aceptar tu identidad.
Todo esto cobra especial relevancia en personalidades del deporte que son públicas y conocidas, ya que salir del armario implica una visibilidad permanente que puede atraer violencias de diferentes formas y desde diferentes partes del mundo.
Muchas personas LGTB no salen del armario hasta pasados los 20 años. Esto ocurre cuando no hay modelos a seguir y las personas queer del entorno son tratadas desde la burla, la sospecha, el odio y el desprecio.
Sentir lo que uno siente puede llegar a ser confuso e incómodo, pero es lo que es. Es lo que hace que a través de una evolución permanente y constante llegamos a convertirnos en las personas que somos.