Los tribunales de Hong Kong han emitido recientemente fallos trascendentales a favor de parejas del mismo sexo, logrando avances significativos en la protección de los derechos LGBTQ+ en la ciudad, a pesar de la persistente prohibición del matrimonio gay.
Aunque la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo sigue siendo un desafío en Hong Kong, los tribunales han intensificado la presión sobre el gobierno para reconocer y salvar los derechos de las parejas queer. Dos casos recientes, atendidos por el Tribunal de Apelaciones de Hong Kong, favorecieron a parejas del mismo sexo, abordando cuestiones relacionadas con la posesión y el alquiler de viviendas públicas.
En uno de los casos, una pareja que contrajo matrimonio en Canadá se vio afectada por la negativa de la autoridad de vivienda de la ciudad a considerar su solicitud para alquilar un apartamento. En el otro caso, una pareja que se casó en Gran Bretaña fue privada del derecho a la copropiedad de un apartamento subvencionado por el gobierno.
A pesar de las apelaciones del gobierno en contra de las decisiones de los tribunales inferiores, el Tribunal de Apelaciones criticó enérgicamente al gobierno, catalogando sus acciones como «discriminatorias». En su fallo, los jueces destacaron que el trato diferenciado hacia las parejas del mismo sexo constituía una forma más grave de discriminación indirecta, ya que los criterios eran inalcanzables para estas parejas.
Estos fallos se suman a otros precedentes que han fortalecido los derechos de las parejas del mismo sexo en cuanto a la igualdad ante la ley en Hong Kong. En septiembre, el tribunal dictaminó que una pareja de lesbianas casadas debería tener ambos el estatus de paternidad sobre su hijo concebido mediante fertilización in vitro.
Aunque el tribunal superior falló en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo ese mes, otorgó al gobierno un plazo de dos años para desarrollar un marco que permita el acceso a un marco legal alternativo, cumpliendo con los requisitos sociales básicos. Estos avances indican un cambio significativo en la lucha por la igualdad en Hong Kong, a pesar de los obstáculos legales que aún persisten.