Desde lámparas, pasando por estantes, a distintos tipos de sillas y muebles, el ratán y el mimbre son la nueva obsesión para los entusiastas de la decoración o lo vintage. Y es que estos elementos que estuvieron vinculados al movimiento nacionalista negro en USA y que pegó con fuerza en los 50 y 60, vuelven a las tapas y a los almacenes Ikea en el mundo, similar a lo que sucedió con el estilo nórdico.
Esta fama surge tanto por su versatilidad y polivalencia, pues pueden decorar exteriores e interiores, como también por su funcionalidad a la hora de satisfacer la demanda de los nostálgicos del deco.
Origen
El nombre ratán se le acuña a más de 600 especies de palmeras trepadoras que crecen en las zonas boscosas del trópico del sur de China, India, Filipinas, Indonesia y África Occidental y se caracteriza por un tallo muy delgado y espinoso. En la actualidad, cerca del 90% de las piezas o varas de ratán vienen del mercado indonesio, y su longitud puede llegar a los 180 metros y cuya ligereza y resistencia lo convirtieron de inmediato en materia prima a inicios del siglo XX, de donde Ikea se inspira para su retail.
Mientras que el mimbre es una fibra vegetal que se extrae de un árbol de la familia de los sauces, específicamente de sus tallos y ramas, los cuales no suelen extenderse más de 2 metros de longitud. Los principales mercados de este material son Brasil, Chile y Perú.
Ambos comparten similitudes que los hacen idóneos para distintos ambientes, e incluso algunos bolsillos. Por su durabilidad, resistencia y longitud, el ratán es un material perfecto tanto para espacios interiores como para decorar terrazas o jardines, tan solo basta con mantenerlos libres de polvo, limpiarlos con amoniaco y agua tibia para que conserven su aspecto artesanal y natural.
Tal vez la mayor limitación del ratán es su costo, pero ha crecido la tendencia del ratán sintético, el cual también viene junto con la ideología ecologista en la decoración de interiores. De hecho, esta opción está ganando demanda para los espacios exteriores, para que perdure en el tiempo su aspecto, ya que muchos incorporan una composición polimérica antibacteriana y anti-hongos.
En tanto el mimbre, al ser una fibra vegetal que no suele sobrepasar los 2 metros, es perfecto por su maleabilidad, ya que se puede curvar con facilidad, y por tanto, es idóneo para el uso de distintos elementos de decoración, que van desde muebles, espejos, o accesorios para mesa. Su debilidad se sitúa en su resistencia, que no suele ser tan estable, debido a su elasticidad. Es por ello que suelen haber muebles de ambas combinaciones.
Una tendencia que se mantiene
El llenar de vegetación espacios como livings, habitaciones o salones, viene de la concepción y el objetivo de hacer sentir relajadas a las personas y dar la sensación de que se encuentran de viaje. Esto fue asegurado por Justina Blackeney al portal de interiorismo Vox, donde destacó el estilo característico inspirado en los trópicos, y que inició como tendencia decorativa entre los 50 y 60, y que hoy está de vuelta gracias al espíritu de recuperar lo vintage en los interiores.
Blackeney, en su texto “The New Bohemians Handbook”, puntualizó además que esta tendencia está directamente vinculada con la ideología de protección al medioambiente: “el interés en materiales naturales como el ratán probablemente también tenga algo que ver con los intentos de los consumidores y fabricantes de alejarse del plástico, y que la popularidad de las compras en línea hace que la ligereza del ratán sea un beneficio para las empresas que los envían”.
Los retails han aprovechado estos hitos de la decoración, en parte impulsado por el entusiasmo de los millenials por el deco, donde el auge de los influencers y su estilo de vida ha desembocado a que las tendencias decorativas transiten de actualidades artísticas a nichos para un negocio explotable, donde habitan las oportunidades de mercado.
Blackeney puntualiza comentando que el ratán o el mimbre no será una moda pasajera: “Es un material tan versátil que no creo que vayamos a verlo desaparecer pronto. De hecho, creo que estamos al comienzo de la tendencia en este momento. El material en sí tiene tantas aplicaciones diferentes y hay tantos tipos diferentes de ratán y mimbre».
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