DOHA, QATAR — En un giro controvertido que ha captado la atención internacional, Manuel Guerrero, un ciudadano mexicano y británico, enfrenta un proceso legal en Qatar bajo acusaciones que activistas y familiares denuncian como fabricadas debido a su orientación sexual y estado de salud.
El 4 de febrero, Guerrero fue arrestado en Doha tras asistir a una cita organizada a través de una aplicación móvil. Según informes, la Policía de Qatar usó un perfil falso para atraer a Guerrero al lugar del encuentro, donde fue detenido inmediatamente. La detención ha sido criticada por carecer de una orden judicial adecuada, lo que sugiere una posible violación de los derechos legales del detenido.
Durante la detención, las autoridades qataríes le imputaron cargos de posesión de drogas, específicamente metanfetamina, encontrada en su poder en una cantidad menor a un cuarto de gramo. Sin embargo, el colectivo #QatarMustFreeManuel, que incluye grupos de defensa LGBT y familiares de Guerrero, alega que este cargo es un pretexto para penalizar a Guerrero por su orientación sexual y su condición de seropositivo.
La situación de Guerrero se complicó aún más tras su primera audiencia este lunes. Aunque fue liberado bajo fianza, su hermano Eduardo Guerrero y activistas sostienen que la acusación de drogas es una estrategia para encubrir la discriminación y abuso que Manuel ha enfrentado mientras estuvo detenido. Reportes indican que Guerrero fue obligado a firmar documentos sin conocer su contenido y sufrió deprivación de agua y acceso limitado a medicamentos esenciales para el tratamiento del VIH.
Ante la inicial reluctancia de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México de intervenir debido a la doble nacionalidad de Guerrero, la familia ha intensificado su campaña para exigir justicia y su repatriación a México. Finalmente, representantes de la SRE asistieron a la audiencia, marcando un cambio en la postura del gobierno mexicano frente al caso.
Este incidente resalta los desafíos y peligros que enfrentan los miembros de la comunidad LGBT en países con leyes y prácticas discriminatorias. El caso de Guerrero subraya la urgencia de abordar estos problemas en foros internacionales y de garantizar la protección y el respeto de los derechos humanos para todos, independientemente de su orientación sexual o estado de salud.