Assassin's Creed es una de las franquicias de videojuegos más famosas y exitosas de la historia. Con cerca de 40 entregas entre videojuegos, historietas, películas y libros desde su lanzamiento en 2007 se ha convertido en uno de los juegos más populares en las categorías de acción, aventura y mundo abierto, pero también de inclusión LGBT.
Historia de Assassin’s Creed
Enmarcar una sola historia de este juego es una tarea imposible, con cada juego que sale se ha expandido cada vez más el universo del juego hasta convertirlo en una compleja línea de eventos en la que los jugadores se ven inmersos en la aventura y el proceso de aprendizaje de su protagonista.
Aún así, se podría decir que el punto de inicio de todas las ediciones es el mismo: una organización de asesinos que está en apuros envía la consciencia de uno de sus integrantes por medio de inteligencia artificial al pasado pues estos también eran asesinos y, de este modo, el asesino del mundo moderno puede entender la historia de la organización y aprender las habilidades necesarias.
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Siendo desarrollado para dispositivos como Xbox 360, Xbox One, Microsoft Windows, Mac OS X, Nintendo DS, Nintendo Switch, Wii U, PlayStation Portable, PlayStation 3, PlayStation 4, PlayStation Vita, iOS, webOS HP, Android, Nokia Symbian y Windows Phone.
Uno de los toques más interesante de la saga de videojuegos es la forma en la que se reconstruyen momentos y lugares de la historia que existieron realmente, para mezclarlos con personajes ficticios.
Inclusión de la comunidad LGBT en los primeros juegos
Por lo mismo es muy interesante que los desarrolladores del juego no han optado, como tantos otros, por invisibilizar a la comunidad LGBTIQ+ dentro del juego, al contrario, desde la primera entrega de Assassin’s Creed se pueden ver diversas representaciones de personas LGBTIQ+ que escapan a la satanización y las miradas hegemónicas.
Aún así en las primeras entregas no son los personajes principales del juego los que sostienen relaciones con personas de mismo sexo y/o género, solían ser personajes secundarios en los que se encarnaba la comunidad.
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Esto permitió, entre otros personajes, reconocer a un Leonardo Da Vinci que sostenía relaciones sexoafectivas con otro hombre. Así como también el Marqués de Sade de la saga es tan abierto mentalmente que no tiene reservas a la hora de establecer relaciones con otros hombres. Como ellos, es posible encontrar una variedad de personas de la comunidad a lo largo de la saga.
La inclusión de la comunidad LGBT gracias a la personalización
Aún así, las últimas entregas han dado un paso adelante en este sentido, por ejemplo, en Assassin’s Creed Odyssey (2018) -que está ambientado en la antigua Grecia- la posibilidad que el juego da al jugador de decidir es tal que incluso puede decidir el sexo de su personaje y cuál va a ser su interés amoroso (sin importar el sexo de este).
Esto inicialmente fue difícil de aceptar para muchos jugadores (especialmente porque este es el primero en el que una mujer puede ser la protagonista del juego), pero la sensación de extrañamiento no fue lo suficientemente impactante como para que no disfrutaran de un juego tan bien construido y entretenido. Incluso, aplaudieron esta decisión eventualmente.
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Lastimosamente no todo fue bueno, meses después del lanzamiento del juego Ubisoft (compañía que desarrolla el juego) lanzó una actualización en la que el personaje principal debía tener una relación heterosexual con el fin de tener un bebé, esto fue muy criticado porque no tenía sentido con el planteamiento inicial del juego por lo que se hicieron las correcciones necesarias.
La última edición hasta la fecha, Assassin ‘s Creed Valhalla, —orientada en la época de gloria de los vikingos— no solo incluye la posibilidad de decidir la orientación sexual del personaje del jugador, sino que incluye también una polémica actualización: lugares para practicar cruising.
Varios jugadores se percataron de que hay lugares específicos en los que se puede ver como diferentes parejas de hombres se acarician y se dan amor mutuamente, lo que elimina la sensación de que el personaje del jugador sea la única persona LGBT dentro del mundo del juego.
