Guillermo Herazo “hago y me pongo lo que quiero, sin miedo a ser o no aceptado”

Guillermo Herazo Trespalacios es un diseñador cartagenero que pertenece a la comunidad LGBT y se especializa en vestidos de alta costura. Su carrera la construyó literalmente a mano, dándole vida a metros de telas y transformándolas en piezas dignas de concurso.

Diseña vestidos que arrancan inseguridades. En sus manos cualquiera se convierte en reina y aunque en su trabajo se topa con figuras esculturales de medidas perfectas, su corazón se mueve con la emoción de las clientas que usan sus prendas.

Guillermo es una persona que no tiene miedo a ser como es y ese es el sello que le imprime a su trabajo. Esa seguridad con la que va por la vida la transmite en cada uno de sus diseños.

En la siguiente entrevista el diseñador de modas nos cuenta sobre su carrera, sus motivaciones y proyectos.

¿Cómo descubriste tu gusto por el diseño de moda?

Yo empecé desde muy niño, desde que tengo uso de razón me gustó la moda, de pequeño jugaba con las barbies de mi hermana. En esa época mi mamá era cantante, tenía ropa bonita y yo abría su closet y jugaba con todos sus vestidos de lentejuelas y los zapatos. Entonces, puedo decir que desde niño me encantaba todo el tema de la moda.

¿Por qué es tan importante la moda para ti?

La moda es mi vida.

Pienso que toda mi vida ha girado y gira alrededor de este mundo. Todo lo que hago es en pro de esto, desde el trabajo que realizo con reinas de belleza, modelos y clientas, hasta mi vida social.

¿Cómo fueron tus inicios y cuál fue tu primer vestido?

En el reinado de independencia de Cartagena con una candidata que me dio la oportunidad de vestirla. Para mí era un sueño estar en esa plataforma, que es una de las vitrinas más grandes que tiene Cartagena.

Cuando ella me eligió, yo le respondí que nunca había hecho un vestido, sin embargo ella me dio la oportunidad y la confianza.
A partir de ese año empecé a posicionarme en el reinado de la independencia, el cual me ha dado mucho del nombre que tengo hoy. Gracias a este camino que he construido he llegado a diseñar para candidatas de Estados Unidos.

¿Cómo ha sido el proceso de crear un nombre en el medio en donde constantemente surgen nuevos talentos?

Confieso que al principio pensé muchas veces en desistir, ya que cuando empecé en todo este tema de la moda y de ser diseñador no habían redes sociales. Las redes sociales no eran tan fuertes como en este momento y es una herramienta con la que es más fácil llegar a las personas.

Me tomó mucho tiempo, muchos intentos y pensé en hacer otras cosas, en estudiar algo diferente, gracias a Dios persistí y después de aproximadamente seis años de trabajo duro logré tener el reconocimiento que tengo hoy día.

He visto que a lo largo de tu carrera como diseñador has sacado varias colecciones ¿Cuántas son en total y en qué te inspiras para la creación de estas?

He tenido aproximadamente 8 colecciones, me inspiro en muchas cosas, como por ejemplo en Palenque (Corregimiento de Bolívar – Colombia, fue el primer pueblo libre de la América colonial por lo que se le declaró como Patrimonio Cultura e Inmaterial de la Humanidad).

De las últimas colecciones te puedo mencionar Ónix, esta la hice antes de la pandemia y fue muy importante para mí porque pude hacer mi propio desfile, ya que estar en una feria de modas en Cartagena o en Colombia es difícil. Entonces, fue una colección que hice con muchos invitados, influencers y periodistas y finalmente pude mostrar mis diseños físicamente, porque siempre las colecciones las mostraba por redes.

¿Qué es lo que te caracteriza a ti como diseñador y cuál es tu plus?

Más que hacer un vestido, yo lo que busco es que las mujeres se sientan más seguras, que se sientan bien con ellas mismas, por eso mismo es que en mis últimas colecciones he incluido personas de distintas tallas, estaturas, diferentes tipos de cuerpo y pienso que las personas se han identificado mucho con eso y por otro lado soy un diseñador accesible y me ajusto a las clientes.

¿Qué sensaciones te genera ver tu trabajo terminado?

El mayor placer para mí es poder observar la emoción de las mujeres que usan mis vestidos cuando se mira en el espejo, algunas hasta lloran y creo que le pongo esa esencia a cada uno de mis vestidos, para que cada mujer se pueda sentir y proyectar más segura sin importar su tipo de cuerpo.

Normalmente los diseñadores realizan prendas para cierto tipo de cuerpos ¿Qué te motivó a romper con ese patrón?

Casi todos los días me escribían diciéndome que por qué no diseñaba para cuerpos reales, por qué no diseñaba para mujeres reales, eso me motivó. También el hecho de interactuar con esas clientes que día a día atiendo, que son “mujeres reales” y digamos las consumidoras más fieles de este medio.

Me motiva también que cuando vieran mi trabajo se sintieran identificadas y que pueden encontrar en mí lo que estaban buscando.

Además de diseñar sabemos que manejas un concurso de belleza, cuéntanos más sobre eso.

Se llama Miss Princesa Étnica, este año será su octava versión. Es un concurso para mujeres en el que el único requisito es la edad, aquí puede participar cualquier tipo de mujer sin importar su color de piel, su estatura, su peso o cuerpo.

Este concurso ha sido un proceso importante porque gracias a él he conocido muchas mujeres que llegan con algunos miedos, con algunas inseguridades y se van con una mejor autoestima.

Tres meses antes del concurso ellas se preparan, reciben clases de pasarela, de automaquillaje, etc. Más que un concurso para mí es ver cómo ellas avanzan así no ganen.

Siempre les digo que yo no les pongo ninguna limitación, por eso les abro las puertas si quieren participar.

Es evidente que tú misión va más allá de hacer un vestido bonito y eso transmite mucho amor, respeto y comprensión por las mujeres ¿Qué te lleva a ser así?

Creo que mi madre hace parte de eso. Ella era una persona con sobrepeso, sin embargo ella usaba todo tipo prendas y la gente le decía que esa ropa no se le veía bien, pero yo siempre la veía con esa seguridad y esa autoestima con la que ella llevaba las prendas y eso me marcó.

Yo toda mi vida también he sufrido el sobrepeso y nunca me he puesto limitaciones, porque digamos que muchas veces los diseñadores tienen que ser de cierta forma, pero yo hago lo que quiero, me pongo lo que quiero, me maquillo sin el miedo a ser o no aceptado.

Para mí aceptarse uno mismo es lo que mantiene la autoestima alta y no buscar nunca la aceptación de los demás, eso te hace grande y seguro; a veces dejamos de hacer cosas por el miedo al qué dirán, al ¿Qué van a pensar cuando me vean? Nadie va dejar de hacer nada por lo que tú opinas o dices.


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