Cuando hablamos de inclusión y niñez no es tanto el trabajo que tenemos que hacer. La realidad es que lxs niñxs están menos condicionados a pensar que algo es “normal” o algo está “fuera de la normal”.
Los parámetros “de lo normal” es algo que impone la sociedad con el tiempo y por ende, es algo que lxs niñxs aprenden. Por esta razón, si estamos ante la preocupación de cómo trabajar la diversidad con lxs más chicxs la buena noticia es que es un trabajo muy fácil y que comienza en casa.
El mundo, para lxs más chicxs, es algo que está en constante cambio, cada paso de sus vidas es algo nuevo por descubrir, nada es obvio ni de sentido común. Si nosotrxs podemos aprovechar eso para motivarlos a percibir la diversidad y valorarla, contribuiremos a criar una persona que en cada instancia de su vida podrá entender la diversidad de formas de vida y respetar cada una de ellas por igual.
Muchas veces creemos que para lxs más chicxs es más difícil pero en realidad el trabajo comienza en casa. Antes de pensar cómo enseñarla, debemos preguntarnos ¿en qué sentido yo respeto la diversidad y le doy un valor? ¿qué aspecto de mi vida incluye la diversidad? De algún modo, si hacemos una metáfora con la percepción de colores, si pensamos que debemos enseñar teóricamente a percibir colores, probablemente pensaremos que se trata de una hazaña muy grande, pero si en realidad podemos incorporar la infinita gama de colores a nuestra vida y celebrar cada color, nuestrxs hijxs crecerán conociendo y valorando todo el arcoiris. Caso contrario su vida será simplemente gris y se perderán un mundo por descubrir y disfrutar.