Realizar un make-up que luzca profesional, tenga un acabado lindo en la piel y dure mucho tiempo sin tantos retoques, es una tarea aparentemente sencilla que puede lograrse buscando tips en cualquier red social.
Sin embargo, es común que algunas personas al maquillarse -sobre todo cuando se maquillan para todo el día- tengan algunos hábitos comunes que terminan por arruinar tanto el look final, como la piel del rostro.
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La mayoría de tiempo se cree que basta con comprar los mejores productos para preparar la piel antes del make-up o con tener a mano los cosméticos más costosos para lograr un maquillaje que se vea bonito; y aunque esto podría sumar positivamente al resultado, el truco está en el uso y manipulación de cada una de las cosas que se utilizan sobre el rostro y en la selección de los productos que le van bien al tipo y tono de cada piel.
No basta con obtener a toda costa un maquillaje llamativo que haya llevado horas de producción, si durante el tiempo que se le dedique se estén teniendo malos hábitos en el proceso de preparación de la piel, la aplicación de productos cosméticos o la supervisión del estado de cada uno.
Si eres de las personas que ama no solo maquillarse, sino también tener buenas prácticas de cuidado a la hora de hacerlo, te dejamos una lista de 8 hábitos que comúnmente se cometen a la hora de realizar cualquier tipo de maquillaje y que debes tratar de evitar, ya que podrían estar restándole belleza al look final de tu make-up.
8 hábitos que pueden arruinar tu maquillaje
1. No humectar e hidratar la piel.
Este es uno de los hábitos más importantes que debe adquirir cualquier persona antes de poner productos cosméticos en su piel. Pues la preparación de la piel es lo que determinará que los cosméticos se absorban bien y que el resultado del maquillaje sea favorable.
A la hora de elegir cualquier producto para el cuidado o preparación de la piel, visita a un profesional en dermatología para que te guíe en el proceso.
La humectación, crea una capa protectora para que la piel mantenga su humedad y protege la piel de factores externos como el clima, además, ayuda a aquellas personas con una piel muy seca.
La hidratación, por su parte, es la que aporta agua a las células de la piel, es recomendada para quienes tienen una piel delgada, con flacidez y de aspecto apagado.
2. Usar productos que no son para nuestro tipo de piel.
Tanto los productos para preparar la piel, como los mismos cosméticos, están diseñados para cubrir las necesidades específicas de cada tipo de piel y para lograr acabados diferentes según lo que desea obtenerse en el maquillaje.
Identificar cuáles son los productos que necesita tu tipo de piel y qué acabado quieres darle a la hora de maquillarla -luminosidad, brillo, efecto mate- determinará que se logre o no el resultado que deseas.
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3. No aplicar los productos en orden.
Para el maquillaje -pre make-up y make-up- el orden de los factores sí altera el resultado, pues hay productos que por el efecto que tienen -de limpieza, hidratante, humectante, tónico sellante, matizante, entre otros- deben ser aplicados en el orden correcto y así poder evitar molestas texturas con capas bastas de productos.
4. Usar los aditamentos incorrectos.
No sigas usando la misma esponja o brocha para todos tus cosméticos, ya que a medida que vamos aplicando el producto se va acumulando y lo más probable es que resultes, por ejemplo, con otro color de sombra manchando el maquillaje de tus ojos, o con algo de este producto en otra parte de tu rostro.
5. No cambiar los productos cuando es necesario.
¿Te ha pasado que vas a usar algún polvo, base, labial o cualquier otro cosmético y sientes que cambió su olor y textura o hasta su color?
Todos los productos de cosmética tienen fecha de caducidad, así que la supervisión de esto es importante para no tener repercusiones perjudiciales en la piel y para no dañar el acabado del maquillaje con un producto que ya expiró.
6. Hacer mal uso de los cosméticos.
Embarrar el polvo de otros productos, bombear la pestaña, no limpiar el exceso de sombras que queda en las brochas, usar un pincel de labios con muchos labiales y no limpiarlo, son otros de los malos hábitos comunes que pueden arruinar el maquillaje.
Pues además de usar mal los productos e implementos (cada uno cumple una función) los cosméticos terminarán por dañarse, secarse y ensuciar alguna de las partes del make-up que ya tenías listo.
7. Abusar de cantidades.
Un maquillaje no luce mejor si aplicamos cantidades exuberantes de producto, y esto es un mal hábito que suele repetirse muchas veces.
Abusar de las cantidades solo hace que se formen grumos por exceso de producto y que tengas que estar retocando repetidas veces tratando de lograr que el acabado del maquillaje luzca uniforme.
8. Retocar el maquillaje más de 2 veces al día.
Si vas a retocar tu maquillaje en el día, asegúrate de no hacerlo más de dos o tres veces sobre el make-up de base. Esto es porque al agregar muchas capas de producto adicionales, la piel del rostro se verá con una capa gruesa de maquillaje que puede cuartearse y formar grumos de producto.
Retoca tu maquillaje solo para quitar el brillo que se acumula en el rostro después de varias horas y para pintar los labios cada vez que sea necesario.
Recuerda que un buen maquillaje será tan bueno como cuides tu piel, así que dentro de los hábitos fundamentales para lograr un buen maquillaje están la preparación correcta de la piel y el uso adecuado de productos para cada una de ellas.
Ten en cuenta también que, además de los tips básicos de maquillaje, es importante decirle adiós a las malas prácticas en el maquillaje, acudas a consejos de profesionales en cosmetología y dermatología. De estos hábitos dependerá un buen maquillaje, su duración y su acabado.