Las posibilidades de empleo trans en Chile

Foto: https://www.perfil.com/

Las investigaciones advierten que es necesario erradicar la transfobia desde los hogares para evitar la repercusión de la violencia en el ámbito laboral y empresarial. Algo que afecta profundamente al empleo trans en Chile.

La estigmatización y discriminación histórica no permite la creación de datos oficiales sobre la población trans en Chile. Sin embargo, la reivindicación de los espacios se está dando en varios ámbitos de la vida, incluida la laboral. Una de estas es Contratatrans, iniciativa virtual de empleo trans en forma de bolsa de empleo. 

Precisamente, estos lugares en los que se viene implementando un enfoque interseccional y de género, contribuyen a la seguridad y desempeño de las capacidades de todas las personas, priorizando los estándares de respeto, tolerancia e inclusión.

Cartel sobre empleo Trans e inclusión travesti
Fuente: LaRepública – (Foto de la misma lucha en Argentina)

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Empleo trans en Chile

Una encuesta realizada por Bumeran, el holding de Laborum.com, reveló que el 70% de las personas trans y no binarias en Chile reconoce haber sido víctima de acoso y otros tipos de violencia en su trabajo. Otro 50% de la mano de obra chilena afirma haber sufrido exclusión de reuniones sociales y sobre temas laborales. Un 40% confesó haber sufrido acoso psicológico. 

Es por ello que la organización especialista en género GROW – Género y Trabajo, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la consultora NODOS y la Fundación AVON, financiaron y emitieron un informe regional en Argentina, Perú, Ecuador y Chile. Esta investigación data que un 55% de las personas trans y no binarias de estos países manifestaron sufrir o haber sufrido una situación de violencia o acoso en su lugar de trabajo.

Según declaró María Jesus García-Huidobro, gerente de marketing de Laborum.com:

“Conocer esta realidad es de suma importancia para seguir avanzando en el respeto de los distintos grupos y personas que conforman nuestra sociedad. El mundo laboral debe ser un espacio de respeto y de aceptación de los otros, pasamos demasiadas horas de nuestras vidas en nuestro lugar de trabajo, por lo que es indispensable que tanto el Estado, las empresas y las personas trabajemos en erradicar  la violencia y discriminación en las organizaciones

Cartel sobre las mujeres trans en marcha
Fuente: Colombia Informa

Radio JGM escribió una nota a finales de marzo de este año titulada “Entre la identidad y el dinero: la precaria situación laboral de la comunidad trans”, en la que se aseguró que el 65% de las personas trans en Chile consideraban “muy difícil” encontrar trabajo. 

Entre muchos factores sociales y culturales, esto ocurre también porque en este país no existen normas que apoyen o regularicen la realidad laboral de las personas trans. Entonces, las personas de identidad de género disidentes se encuentran constantemente con las posibilidades de trabajos cerradas o el hecho de que deben esconder su identidad para poder tener un empleo. 

Aunque en la teoría Chile tiene leyes como la Ley de Identidad de Género o el proyecto de Ley Cupo Laboral Trans, el gobierno no tiene herramientas suficientes para que estás leyes se cumplan en la práctica. Por ende, las condiciones de vida (no solo en el ámbito laboral) de las personas de la población LGBTIQA+ siguen expuestas a mucha discriminación. 

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), un organismo defensor de los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales, trans e intersex, reportó varias cifras preocupantes en el Informe Anual de Derechos Humanos. Por un lado, el aumento de la discriminación hacia las disidencias de género alcanzó un 52,7% en el 2020; el 73,8% de la población LGBTQ+ es discriminada en la calle y un 23,8% es discriminada por funcionarios públicos. 

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Es de resaltar la forma en la que Radio JGM conecta las cifras y los porcentajes, en el artículo inicialmente mencionado, con historias de vida de las personas trans chilenas. Por ejemplo, Victoria Delgado, una mujer trans de 32 años, expresó que tuvo que enfrentarse a situaciones hostiles y segregantes en el ámbito laboral.  De hecho, cuando consiguió su primer trabajo tuvo que esconder su identidad de género era para poder quedarse más tiempo. “Yo siempre pensaba: no es algo que yo pueda elegir. La sociedad me obliga a ser peluquera o puta”, afirmó para Radio JGM. 

Marcha en pro de los derechos  trans
Fuente: Transexualidad: ATC llibertat

Mirémos los porcentajes (estipulados en la encuesta de Identidad de Movilh en el 2018): El 7,1% de las personas trans ha tenido que vivir discriminación por parte de sus supervisores en su trabajo y un 10,2% por sus compañeres. El 12,8%  expresaron que preferían mantener en secreto su identidad de género por temor a perder su empleo. 1 de cada 3 personas comenta en su trabajo que es una persona trans.  

Asimismo, el 41,3% de las personas trans se siente aceptaba solo por sus colegas y el 35,3%  por sus directivos. Por último, 1 de cada 4 personas afirma que trabaja en un ambiente transfóbico. 

Todos estos números evidencian la violencia y discriminación hacia la identidad de género de las personas trans para poder conseguir y/o mantener un empleo. Emilia Schneider, activista trans y vicepresidenta del Partido Comunes, expresa que: “No es solo el respeto a tu identidad en términos formales, sino un mandato a garantizar el acceso a derechos de manera igualitaria, sin importar consideraciones arbitrarias como tu identidad o expresión de género”. 

Acá es importante mencionar que en un cuadro legal y global, tanto la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) defienden el derecho a la identidad como algo que hace parte de la dignidad humana y la individualización de cada persona.

Emilia Schneider activista trans y política
Fuente: VERGARA240 (Emilia Schneider)

Es necesario buscar soluciones

Existen algunas respuestas a estos escenarios de violencia estructural e institucional,  como ser parte de la creación de un nuevo sistema sostenible e interseccional basado en los derechos humanos. En algunas empresas de Latinoamérica ya se vienen implementando bolsas de empleo trans y eso se debe a que el discurso sobre la equidad e inclusión debe ser expresamente interseccional. 

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Ser humanos no nos aleja de las dificultades que podamos atravesar de manera transversal siendo, además, personas que tenemos otras características que son percibidas como barreras a la hora de buscar empleo, cómo tener alguna discapacidad o ser afrodescendiente, indígena (intercultural) o migrante. 

Estas pautas de buenas prácticas a seguir en los espacios laborales son fundamentales para el futuro pacífico y armónico que se anhela con una reactivación económica pospandemia para todes. 

Es un derecho básico para el desarrollo natural de cualquier tipo de persona el contar con canales de denuncias que prevengan, sancionen y erradiquen la violencia de género desde las oficinas y junto a un comité que actualice constantemente con capacitaciones y normativas internas, así como el fomentar los valores como el respeto hacia la diversidad de género. 

Para encontrar estas soluciones, es relevante pensar que los problemas no solo están en las organizaciones, instituciones o lugares de trabajo que discriminan y/o les cierran las puertas laborales a las personas trans. Como mencionamos anteriormente, el gobierno tiene una responsabilidad gigante frente al cumplimiento de los derechos del colectivo trans chileno y, lastimosamente, ahí empezamos a evidenciar nuevos problemas.

Bandera trans en una marcha por los derechos
Fuente: El Orden Mundial

Por ejemplo, y según el artículo anteriormente mencionado y citado de Radio JGM, de los 152 representantes que participaron de la redacción de la nueva constitución, solo el 4,5% es parte de la comunidad LGBTIQA+ y de ese porcentaje ninguna persona era trans. Entonces, si la representación de las personas diversas y disidentes es tan baja, ¿quién va a hablar por estas personas históricamente olvidadas? 

A propósito de esto, la activista trans Emilia Schneider afirma: “Siempre somos sujetos de estudio o víctimas, en vez de sujetos políticos que son capaces de proponer soluciones”. 

Nos encontramos también frente a un problema estructural que, sí o sí, se debe analizar y corregir para que la vida de las personas trans, no solo en el ámbito laboral, sino en todos los factores de su cotidianidad, sea respetada. En Chile las personas diversas y las disidencias merecen vivir en igualdad y equidad garantizadas por los derechos fundamentales que nos abarcan a todos, todas y todes.

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